La actriz tuvo un profundo diálogo con Tonka Tomicic en "Bienvenidos", donde reconoció que estuvo cerca de la muerte. Seguirá fuera de pantalla hasta febrero al saber cómo evoluciona del tratamiento médico.
Hace unos meses era Francisca García-Huidobro la que le decía a Julio César Rodríguez que se cuidara, que se preocupara más de su salud. Pero las vueltas de la vida hicieron que ella sufriera un complejo cuadro médico, que partió como un problema renal y se fue ramificando.
Fueron 22 días internada, donde la Fran las sufrió todas, tanto así que incluso temió por su vida. En entrevista con Tonka Tomicic, la actriz reconoció que pasaron días donde no recuerda lo que sucedió con ella y que el amor por su hijo Joaquín la hizo volver.
"Estoy bien, en recuperación, no estoy al 100%. Hay un par de cosas que quedaron pendientes en mi diagnóstico, que tienen que ver con un cálculo en el riñón y con una anemia. Ando pisando despacito, haciendo semi ejercicios, porque tengo el cuerpo muy debilitado", comentó en Bienvenidos.
¿Pero cómo partió todo?
Fran recordó que "el diagnóstico es una insuficiencia renal severa y una bacteria, pero todo partió hace dos semanas. Yo me caí tratando de sacar al perro y me auto diagnostiqué una fisura de costilla", recordó.
La dama de hierro apuntó que el día que sucedió todo fue a trabajar, pero en el 13 la mandaron para la casa. Ahí su nana llamó a su papá para que la llevara a la clínica y desde ese momento no recuerda nada de lo que sucedió, suspendiendo incluso, un viaje a Buenos Aires que tenía con un amigo.
"El doctor me dijo: 'Es como invadir un país y no tener ejército'. No tenía defensas, estaba muy mal alimentada, muy flaca. Era llegar y entrar, cualquier bacteria me pudiese haber agarrado y haber hecho una parrillada conmigo", acotó emocionada.
Fran, casi entre lágrimas, sostuvo que "cuando llaman a mi familia, yo vi todo negro. Ahí dije: 'No, no, no, no tengo por dónde', pero todo el tiempo siempre pensé en Joaquín. Por suerte él no me vio en ese estado, a pesar de que sabía la gravedad, él siempre me daba la mano, 'no me sueltes, no me sueltes' pensaba".
Para cerrar, la animadora de "Sigamos de Largo" fue clara en su diálogo: "Yo no soy la dama de hierro y nunca lo he sido. Sí tengo ese sentido de humor, es absolutamente mío, pero ahora me siento más vieja, que tengo los 46 años que tengo. Ya tengo una raya fuerte, que no sé si me la van a perdonar de nuevo. Ya tuve mi advertencia. No puedo dar el lujo de descuidarme".