El participante se sinceró junto a Mónica y Hans, relatando un complejo momento de su vida. “Tenerlo a él es un sacrificio bien grande”, contó.
Complejos días ha vivido Francisco Arenas en el encierro de Gran Hermano, luego de protagonizar algunas polémicas que lo terminaron por dejar como el quinto nominado de la semana.
Luego de una pelea con Jennifer -La Pincoya- y tras cometer una falta que atentó contra las reglas, el participante de 61 años fue sancionado y su nombre se sumó a la placa de eliminación.
“Es sacrificio bien grande”
Sin embargo, Francisco tuvo una íntima conversación junto a Mónica y Hans, en donde reveló sus motivos para ingresar al encierro y detalló un importante momento de su vida familiar que lo marcó.
“Mi hermano le dio un accidente cerebrovascular, yo creo que esa fue una de las causas por las que vine acá”, contó de entrada Francisco.
En esa misma línea, agregó: “Estaba de lo más bien y, de un día para otro, fue a la casa de la mamá de su hija. Estaba comiendo y le dio una cuestión en la cara. Fue para la pandemia, justito cuando empezó la pandemia”.
El participante explicó que su hermano tuvo un daño cerebral en el lado izquierdo, por lo que quedó con secuelas físicas en el derecho. “No camina, este brazo (derecho) le quedó quieto. Hay que llevarlo al baño, hay que levantarlo y acostarlo”, detalló.
Francisco entonces contó que era la madre de las hijas de su hermano quien se hacía cargo del cuidado del hombre. “Yo la criticaba a ella, pero me di cuenta de que tiene un gran corazón y uno, de repente, habla cosas que no debe hablar”, reconoció el hombre.
“Tenerlo a él es un sacrificio bien grande. En la casa no lo podemos tener porque mi hermana sale a las ocho a trabajar, lleva a sus dos hijos al colegio, sale a las 4 y mi papá queda solo en la casa; tiene 84 años, tiene que darle el almuerzo (...) Es harta pega”, contó Arenas.
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