Resistiré tuvo su primera baja animal del encierro. El hecho, aunque violento, está exento de sanción por no ser una tentación, sino que un acto de supervivencia.
En Resistiré hasta ahora sólo habían existido las locas ganas de matar algún animalito. Y no por crueldad, sino que por hambre.
Pero nadie había tenido las agallas o el apetito suficiente como para llevar a cabo el tan desesperado plan. No hasta que la española Aída Nízar y el extrovertido Fritanga, el mítico "Ojitos de Piscina", decidieron en un acto de supervivencia y frente al descuido de sus demás compañeros matar a la gallina, literalmente hablando.
En el capítulo de esta noche se verá cómo la española y el chileno agazapados fueron hasta el gallinero, donde habían seis ponedoras dispuestas a proveerlos de seis huevos diarios en promedio, para así dar muerte a una de ellas, todo en el más absoluto hermetismo. Nadie se enteró de que ambos se pitearon a la plumífera, excepto Charlotte Caniggia, quien presenció los hechos.
Arrepentido, el parcito pedirá perdón ante las cámaras y justificará lo sucedido diciendo que "fue por hambre" y luego le rezará a la virgencita pidiendo disculpas.
Tras este acto de constricción, envuelven la gallina en una bolsa y la esconden, le mienten a sus colegas de encierro diciendo que probablemente el ave escapó, porque el gallinero está roto, incluso arreglan el lugar de los hechos para que toda la historia sea creíble.
Ya en la noche la despluman, cocinan y se la comen. Sólo le convidan a Charlotte (esto no se verá en pantalla). Pese a que hay sospechas sobre la desaparición del pajarraco, nadie tiene pruebas del tirón de cogote.
El sacrificio del animal no tendrá sanción, esto porque según fuentes dentro del espacio no es una tentación, sino que ellos actúan por instinto frente al hambre.