“Resulta que en los campos de golf del sur de Portugal hay orugas que matan a los perros y provocan infartos a los cuarentones”, dijo su amigo, Gordon Smart.
El reconocido actor detrás del icónico papel de Christian Grey en “Cincuentas sombras de Grey”, Jamie Dornan tuvo que ser hospitalizado después de sufrir síntomas de infarto provocados por unas orugas tóxicas en medio de su reciente viaje a Portugal.
Quien entregó esta información es su amigo, Gordon Smart, quien habló de las horas de terror que vivió junto al actor en una entrevista al podcast de BBC, “The Good, the Bad and the Unexpected”.
En un inicio los amigos pensaron que el malestar ocurrió en consecuencia de una celebración de la noche anterior, por beber bastante alcohol.
Un complicado momento
Pero cuando visitaron el hospital, grande fue su sorpresa cuando los médicos les dijeron que los síntomas que presentaba el galán se debían al encuentro con orugas procesionarias, que son tóxicas. Una especie que posee miles de pelos pequeños que contienen una proteína irritante que puede causar dolorosas irritaciones en la piel, en sus ojos y garganta.
Smart comenzó a sentir un “hormigueo en la mano izquierda y cosquillas en el brazo izquierdo”, que le llevaron a pensar que era “la señal del comienzo de un ataque al corazón. Ahora bien, soy un tipo bastante sano, pero una vez que empiezas a pensar que estás teniendo un ataque al corazón, estás bastante seguro de que te estás convenciendo a ti mismo de que estás teniendo uno”, contó en esa ocasión.
Fue por esta razón que lo llevó al médico, donde fue atendido, permaneció un par de días y cuando regresó al hotel vio a Dornan conectado a un equipo médico. “Jamie me dijo: ‘Querido Gordon, unos 20 minutos después de que te fueras, se me entumeció el brazo izquierdo, la pierna izquierda y la derecha, y me encontré en la parte de atrás de una ambulancia’. Al salir del hospital, los paramédicos le pidieron un selfie, que es realmente lo que quieres cuando te sacan en camilla de una habitación del hospital”.
“Resulta que en los campos de golf del sur de Portugal hay orugas que matan a los perros y provocan infartos a los cuarentones. Nos habíamos rozado con orugas procesionarias peludas y hemos tenido mucha suerte de salir vivos de esta. Así que ahí está mi historia; la buena noticia es que no fue una sobredosis de cafeína, no fue una resaca, fue una oruga venenosa y tóxica”, reveló.
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