Los actores y comensales se enfrentaron a un difícil momento cuando se debieron comer el platillo de fondo. No escondieron sus reparos.
En un nuevo capítulo de La divina comida (CHV), Solange Lackington, Julio Milostich y Juan Pedro Verdier visitaron la casa de la actriz , Úrsula Achterberg, quien hizo agasajarlos con platos hechos con animales del mar.
El platillo de entrada estaba compuesto por jaiba, machas y ostiones, mariscos que se encontraban cubiertos por una capa de queso parmesano, lo que dejó a los comensales muy agradados.
Luego vino el plato de fondo, llamado “Salmone della ‘O fortuna’”, y que consistía en un salmón a las finas hierbas, que tenía como acompañamiento unas verduras salteadas con papas rústicas.
Cuando Achterberg llegó con los fondos, las reacciones no se hicieron esperar. Lackington se llevó las manos a la cara y dejó en evidencia su expresión de sorpresa, mientras los demás comensajes se reían ante la abundancia de los platos.
—¡Aquí te quiero ver! —exclamó Milostich—... Dios mío, qué vamos a hacer...
En eso, la actriz de Verdades ocultas (Mega) se vio obligada a manifestar, entre risas, que “de este plato comemos tres (personas) en mi casa”. Y al anfitriona agregó: “... Todo el elenco”.
Luego, ya posterior a la comida, la comensal comentó que sintió que el fondo estaba “insípido”, mientras que Milostich lo describió como “rico, pero que era un plato demasiado contundente”, considerando que la entrada ya había sido similar en cantidad.
“Fue un exceso”, recalcó ella, “y un exceso siempre es un error”. En tanto, a Verdier le gustó, solo encontró “un poco pasado de cocción el salmón”.
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