Hace unas semanas Angie Alvarado comentó su habilidad para interpretar los sueños, un don familiar que también tiene su mami, Anita Alvarado, la Geisha.
"Nacimos bajo el régimen cristiano, alguien tenía un sueño y mi mamá lo interpretaba. Se va dando, pero cristianamente, nada más", aclara la Geisha.
-Explícanos el don.
-Me cuentan el sueño y ahí veo. Cuando vienen enfermedades les digo tienen que orar por esto. Los sueños son avisos de lo que va a pasar, pero cuando son malos tienes que orar.
-¿Para que no ocurran?
-Van a pasar porque son avisos, pero para que se suavice la cosa hay que entrar en oración.
-¿De qué forma te das cuenta de que un sueño es malo?
-Depende de cómo sea el sueño. Si sueño con alguien llamo a la persona y le cuento, le digo que tenga cuidado por tales motivos. Puede que vayas a tener una pérdida, así que entra en oración para que no sea tan doloroso si es que pasa. Porque son avisos.
- ¿Cómo sabes si es una enfermedad?
-No sé cómo explicarlo, si la persona sueña que está en el mar hay que ver si el mar está claro, oscuro, a veces son cahuines, problemas que vienen, si se levanta el mar.
-Igual cachas harto...
-(Risas) Que no me vayan a tomar como psíquica, ni nada porque no tengo nada que ver con eso. Lo mío es porque nací bajo un matrimonio cristiano y los cristianos les tenemos mucho respeto a los sueños. Hay gente que no sueña nunca.
- ¿En serio?
-Yo conocí un hijo de brujos y ellos nunca sueñan.
- ¿Tú sueñas?
-Mucho, pero porque oro mucho también. No es que rece, la gente no entiende, rezar es repetir palabras. Orar es decir y hablar lo que uno siente y comenta.
- ¿No es una oración particular?
-Es lo que dices, sientes, si tienes pena, hablas con Dios como hablar con una persona.
- ¿Los significados te los enseñaron o los averiguaste?
-Uno lo lleva nomás, no sabría explicarte. La gente iba donde mi mamá y papá y les pedían que les interpretaran los sueños. Pero generalmente es para la gente cristiana. Les decían si eran enfermedades, si venía escasez y muchas veces son bendiciones a manos llenas.
Alvarado se toma el tiempo para contarnos de un sueño que le cambió la vida.
"Una vez soñé, que caminaba con mi familia, amigos y llegaba a un portón grande que tenía cadenas gruesas. Llego a ese portón gigante y estaba sin candado. Yo lo abro y adentro de ese campo habían caballos corriendo. Llamo a mi mamá, le cuento que soñé con eso y me dijo 'prepárate porque te viene una bendición increíble y la vas a disfrutar con tu familia y amigos'. Después del tiempo llegó lo del japonés".
- Entonces te prepara para lo que viene, no es que puedas saber los números del Loto.
-Nada, no soy adivina, ni psíquica.