En su participación en el programa De tú a tú, el extenista detalló su fanatismo por la música de Los Tres. Además, mostró un particular artículo que cuelga en una pared de su departamento la guitarra que Henríquez usó en su presentación al frente de Los Pettinellis en Viña 2004.
Es conocido el gusto de Fernando González por la música, en particular la del grupo chileno Los Tres. "Es la banda sonora de mi vida", le comentó a Martín Cárcamo en su entrevista en el programa De tú a tú. "Más allá de identificarme con sus letras, su música, es la que más he escuchado por lejos", asegura.
González, un melómano empedernido, incluso ha presentado al grupo. Lo ha hecho en varias ocasiones como en la Yein Fonda, e incluso en el Festival de Viña 2014, por lo que tiene el curioso honor de tener una Antorcha de Plata en su sala de trofeos, sin haber cantado una sola nota en el escenario de la Quinta Vergara.
"El Álvaro (Henríquez) me pidió presentarlos, los he presentado en fondas y en lugares más íntimos, pero el Festival era como...si no cacho nada", contó. "(La antorcha) me la regaló Álvaro después que nos fuimos, quedé en llamas".
La guitarra de Álvaro
Pero el ex Bombardero no solo tiene la Antorcha de Viña, sino que en una pared de su departamento, que comparte con su pareja, la exjugadora de hockey, Luciana Aymar, cuelga una de las guitarras de Henríquez, una hermosa Gretsch G6120TFM. "Es la que usó Álvaro Henríquez cuando tocó con Pettinellis en el Festival", relató. Sobre cómo la obtuvo, González fue directo: "Se la compré".
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La guitarra Gretsch de Álvaro Henríquez en el departamento de Fernando González[/caption]
Se trata de un modelo signature, es decir, inspirado en un músico específico. En este caso, en Brian Setzer, el legendario guitarrista de los Stray Cats, quien es uno de los referentes de Henríquez. Es un instrumento de cuerpo hueco construido en arce, e incluye un sistema de vibrato. En el portal de la compañía, está a la venta por el precio de US$3.299 (unos 2.300.000 pesos chilenos).
González también cuenta con una guitarra Gibson en su casa "pero no me preguntes si sé tocar", le comentó entre risas a Martín Cárcamo.