“Había ganas de llorar” y “Me costaba mucho dormir”: Diana Bolocco contó sus días más difíciles en el Mucho Gusto

Diana Bolocco.
Diana Bolocco.

La conductora se desahogó en el nuevo programa nocturno de Eduardo Fuentes en TVN, donde repasó sus días como rostro ancla en el matinal de Mega.

En el debut del programa nocturno de Eduardo Fuentes, Buenas noches a todos (TVN), la primera invitada fue Diana Bolocco, quien se confesó sobre su vida íntima y profesional.

La presentadora de tele, que actualmente se encuentra de vuelta en el Mucho gusto mientras José Antonio Neme anda en Londres, se remontó a los meses que vivió en el matinal tras la arremetida del coronavirus en marzo del 2020.

“Era un periodo de mucha incertidumbre, mucho miedo, porque daba la sensación de que todo iba decantando”, recordó, según consignó Página 7. “Ninguno de nosotros había vivido, con el miedo al contagio, con la sensación súper extraña”.

Mientras mucha gente del canal debió teletrabajar, “un montón de programas dejaron de emitirse por razones obvias, pero nosotros estábamos trabajando como todos los días”, relató, mientras “nadie sabía lo que iba a pasar”, incluso los doctores que “trataban de explicarlo, pero nadie tenía la respuesta.

“Dimos muchas malas noticias durante mucho tiempo”, continuó, haciendo énfasis en los informes diarios de contagiados y fallecidos. “Yo no era consciente en ese momento, pero lo sentí luego”, aseguró.

“Había ganas de llorar”

Llegó a un punto en que “me costaba mucho dormir y le empezó a pasar la cuenta a mi cuerpo”. ya que “empecé a sentir mucha angustia porque, claro, yo afortunadamente en mi entorno familiar y cercano no tuve ninguna pérdida; nadie murió, pero ver el dolor en gente cercana; y además informar eso todos los días, te pasa la cuenta”.

“Por primera vez en mi vida sentí lo que era un poco de angustia”, declaró, por lo que “me costaba dormir, estaba en un estado de vigilia constante, y eso le pasa la cuenta a tu cuerpo”. Sin embargo, en aquellos días, “no era consciente, era como una máquina; pero lo vi después y me veo en fotos de esa época, y me encuentro súper distinta”.

“No sé lo que era, no sé ponerlo en palabras, pero era la sensación de no querer estar ahí dando malas noticias”, remató. “Había ganas de llorar”.

Sin embargo, en su balance, también tuvo elogiosas palabras para su compañera Soledad Onetto, con quien le tocó trabajar “en la época más cruda de la pandemia, y a ella le agradezco un montón porque fue una compañera maravillosa”.

Al mirar atrás, piensa: “Qué heavy, qué difícil, pero también qué privilegio haber estado en esa línea informativa durante todo ese tiempo”-

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