Citando a Arturo Vidal y mientras jugaba a las cartas con sus amigos, el trapero contó su versión de los hechos: "Estoy bien, mi familia está bien. Oye, y que la tele culiá deje inventar weas", comentó el artista nacional.

El motivo de su arresto, cabe destacar, fue que el cantante tenía una orden de detención pendiente. En noviembre del 2019, Pablo Chill-E junto y sus amigos ingresaron a un domicilio abandonado en la comuna de Pichilemu. Tras cartón, los vecinos alertaron a Carabineros y estos llegaron a detener a los jóvenes.

"Oye, para los que dicen que andaba robando, me estaba fumando un pitito no más", aclaró en la misma publicación.

De vuelta a la calle

Por otra parte, la Coordinadora Social Shishi Gang se refirió a los hechos en sus redes sociales, donde señalaron que Pablo jamás haría algo para perjudicar a su familia. "Nosotros/as sabemos que el Pablo seguirá con su gente, en la pobla, en los campamentos, en la calle, en los senames, en donde tenga que estar, estará y estaremos", aseguraron.

Durante el estallido social, se vio a Chill-E manifestándose y entregando limones en la Plaza de Puente Alto. De hecho, siempre se ha destacado por tener un gran crítica social, tal como lo expresan sus letras. Por lo mismo, desde la misma coordinadora creen que la intención de esta detención es manchar la imagen del cantante.

"Hoy estamos convencidos/as que esto es parte de una estrategia para desacreditarlo como un actor social válido frente a la opinión pública, desacreditando el trabajo que el Pablo viene realizando y el cual representa hace años en lo musical, en lo cultural, con los marginados/as, con su pueblo sencillo, humilde, trabajador. El pueblo flaite", afirmaron.