“Han sido 10 años de sobrevivencia”: Savka Pollak relata valiente lucha por deuda de pensión de alimentos y hace cruda revelación

Savka Pollak se sinceró con La Cuarta y habló sobre su compleja lucha por una deuda de pensiones de alimentos.

En el Día de la Madre, da detalles de los momentos que enfrentó y lo complejo que fue criar sola a sus hijos. “Salí fortalecida en el aspecto personal porque lo he trabajado, pero salí tremendamente dañada económica y emocionalmente”, revela la comunicadora a La Cuarta.

A mediados de marzo, Savka Pollak dio que hablar tras dar a conocer una importante y esperada noticia con sus seguidores y seguidoras en las redes sociales.

A través de su cuenta de Instagram, la comunicadora reveló que luego de 10 de una valiente lucha, donde se las tuvo que arregla por su cuenta, gracias a una resolución judicial recibió una compensación por deuda de pensión de alimentos.

En esa oportunidad, valoró el hecho de ser una de las 50 mil mujeres a las que les había llegado el pago, aunque recalcó que dicha iniciativa sólo logró cubrir 4 de los 10 año adeudados por dos de sus hijos, Matías y Maximiliano.

Por lo mismo, en este Día de la Madre la animadora de emblemáticos programas de televisión reveló cómo vive esta jornada en medio de esta especie de “vuelta de manos” que recibió, los complejos momentos que enfrentó en términos económicos y emocionales, y también cómo ha sido su experiencia de ser madre de cuatro hijos: Savka, Matías, Maximiliano y Laura.

“Para mí, ser mamá ha sido el desafío más grande que he tenido en la vida, el desafío humano más importante y más profundo de transformación y de amor que he tenido. Yo con los niños he aprendido a ser la persona en la que hoy me he convertido”, reveló en diálogo con La Cuarta.

“Aprendí y sigo aprendiendo cada día de las cosas que ellos me enseñan a través de sus acciones, de sus palabras, su cariño, sus enojos, a través de las propias batallas que cada uno enfrenta. Yo también he ido aprendiendo, he ido acompañando y he ido creciendo junto con ellos. Hemos crecido juntos. Ellos en una medida diferente porque son más jóvenes y yo con la experiencia que tenía más la que ellos me han dado, ha sido el ser mamá una manera o una forma de darle sentido a mi vida, de llenarla de amor y ha sido un desafío, es un desafío constante”, complementó la también periodista.

Además, Savka reveló cómo se las arreglará para disfrutar a sus hijos en su día a pesar de que varios viven fuera de Chile.

“No siento como que sea un día así tan especial, yo la verdad es que lo siento como todos los días, siento especial por ser mamá. El año pasado fue distinto, la Navidad también fue distinta (por la lejanía con sus retoños), este año me toca con la Lauri, tengo a Matías en Holanda estudiando y a la Savki en Barcelona, trabajando ya y viviendo. Y a Max en Estados Unidos, pero Max llega el lunes a las 7 de la mañana después de un año y medio que no lo he visto, y eso me tiene absolutamente en llamas”, reconoció al diario pop.

“Me tiene feliz, emocionada, ansiosa, hay muchas emociones que tengo hoy en mi cuerpo, estoy llena de oxitocina. Estoy con mucha expectativa y con mucha emoción de estar con Max de nuevo”, agregó sobre el reencuentro con su hijo.

- ¿Cómo lo harán para festejarla a la distancia en su día?

- Cuando es celebración para mí, yo no participo, ellos se ponen de acuerdo a qué hora van a llamar. Bueno, también participo en realidad porque yo les digo, como por ejemplo para mi cumpleaños, les digo ya, cuando esté con la torta los llamo y los pongo en el celular a los tres y yo con la Laurita acá y soplamos las velas todos juntos. Me acompañan en ese sentido. Y lo hicimos igual para la Navidad y lo vamos a hacer probablemente igual para el Día de la Madre.

- ¿Le gustaría tenerlos a todos más cerca?

- Yo hablo harto con ellos, a veces estoy hablando más con uno que con otro, dependiendo de las necesidades que tengan. Y siento que nos celebramos todos los días, entonces no siento esa necesidad como tan importante de tener que tenerlos físicamente, aunque no voy a mentir de que me encantaría que así fuera. Lo vivo con nostalgia en distintas ocasiones, no solamente cuando es el Día de la Madre. Los echo de menos por distintas circunstancias todos los días. No echo de menos tanto las conversaciones porque las seguimos teniendo, pero sí echo de menos la parte física. Ahora, esto de que estén lejos a mí me hace más feliz que triste, más feliz que nostálgica. O sea, el que estén desarrollando sus vidas, que estén cumpliendo y se hayan puesto metas que las han podido lograr, el que puedan estar estudiando lo que les gusta... todo eso me llena de satisfacción porque también ha sido difícil.

Luego, también se toma un minuto para hablar sobre lo angustiante que fue echarle para adelante todos estos años con sus hijos, y también revela un crudo momento relacionado con el abandono que ella también sufrió en su momento.

- Uno lo puede imaginar, pero… ¿qué tan complejo ha sido ser hacerse cargo sola de sus hijos?

- Ha sido difícil. Tienes que apechugar con los gastos, con la gestión emocional, con la injusticia finalmente que se produce, y con el abandono, que el abandono es una sensación horrible, o sea, yo fui una niña abandonada por mi padre, y no sé si todos sentirán igual, digamos, pero me da la impresión de que se produce algo parecido, que genera una sensación de insuficiencia o de ser poco querido.

- Cuático todo…

- El otro día también leía un post que decía, porque leo hartas cosas de crianza, y este post decía algo como que cuando tú retas a un hijo, el niño no deja de querer a sus padres, no es capaz de dejar de querer a su padres, se deja de querer un poco a el mismo, entonces, cuando un padre abandona, cuando un padre deja, cuando un padre critica, lo que está haciendo es que ese ser humano se quiera menos, y un ser humano que se quiere menos, es un ser humano que después va a tener una baja autoestima, o que se le va provocando una baja autoestima, y eso lo aleja de la felicidad. Y es algo que nosotros, como padre, como madre, no queremos para nuestros hijos, por lo tanto, creo que hay que aprender a lidiar con los distintos momentos de la vida.

- ¿Y cómo lo ha manejado con todos los problemas que ha tenido con los pagos de la pensión de alimentos?

- Partió siendo una maternidad súper sola hasta el momento en que me di cuenta, o sea, ya lo sabía, que mis redes de apoyo no eran redes suficientes como para poder criar a tantos niños, entonces estoy expandiendo mis redes de apoyo, partiendo porque en forma regular, no siempre, no todo el tiempo que he sido mamá, pero cada cierto tiempo hago terapia. Y en la terapia me voy nutriendo no solamente de información que me hace a mí ser mejor persona y poder gestionar lo que me va pasando, sino que también pregunto muchas cosas con respecto a la contingencia que estoy viviendo con los niños. Cualquiera sea la que en ese momento se está presentando. Intento, de todas las maneras posible, el poder aprovechar a mi terapeuta para preguntarle, para salir de dudas, para poder hacerlo en el fondo lo mejor posible.

- Y en términos económicos me imagino que tampoco ha sido fácil…

- Ha sido súper difícil porque hemos tenido que restringirnos de un montón de cosas, por ejemplo toda la gente me dice ‘oye, ¿los niños vienen para esta fecha, los niños vienen para Navidad? Es que aquí hubo que decidir, o los niños vienen o los niños estudian, o yo voy a verlos o los niños estudian. Y bajo ese punto de vista, yo me encuentro con hartas mamás que tienen sus niños afuera y me dicen, ¿y cuándo los vas a ir a ver? Es que no puedo ir a verlos. Primero que nada por el trabajo. Por mucho que junte vacaciones, que las tengo todas juntas para cuando los niños vengan, o para cuando exista la posibilidad de poder ir, que lo veo difícil, porque las mamás que vivimos así, y ahí está una controversia, ponemos el 100% de lo que ganamos, el 100% de nuestra capacidad de poder gestionar emocionalmente, y yo repito el gestionar emocionalmente, porque esto no es solamente una cifra.

- Va más allá de las lucas…

- La cifra que nosotros vemos, la cifra que se nos debe en pensión de alimento, es un número que nos grafica algo que no está llegando, pero ese número, si tú lo sumas, le sumas las horas de contención emocional, las horas de cortisol en el cerebro de uno, en forma constante y permanente, porque el estar en una crisis económica, finalmente es difícil no estarlo, porque se produce el endeudamiento, el sobreendeudamiento, porque en el fondo los niños van creciendo, van tomando sus oportunidades, uno no quiere quitárselas, no hay mamá que no quiera que el hijo vaya al mejor lugar donde se pueda educar, que vaya el mejor doctor que lo pueda atender si está enfermo, todas buscamos lo mismo, en el lugar en que estemos, siempre vamos a buscar darles lo mejor.

- ¿Cómo evaluaría estos años de lucha?

- Yo te diría que más que 10 años de lucha, han sido 10 años de sobrevivencia. Eso es lo que hacemos las madres cuando nos enfrentamos a situaciones adversas o a tener que criar en soledad sin ningún tipo de ayuda ni emocional ni económica. Sobrevivimos. Fueron 10 años de sobrevivencia y de aprendizaje también. Y de conectar, lamentablemente lo digo, con cientos y cientos y cientos de mujeres que pasan por la misma situación. ¿Y por qué pasa esto? Porque las leyes son muy suaves, porque no se ha legislado tal vez correctamente. Si bien existe esta nueva ley en la que ya se pueden meter los tribunales en las cuentas corrientes y en los fondos del AFP, es una solución que ayuda, pero que no soluciona finalmente el problema.

-Al menos ahora le llegó una pequeña recompensa…

- Es un alivio. Un alivio que lo agradezco, porque después de tantos años el poder tener un poco efectivamente genera tranquilidad, pero no soluciona el problema, no soluciona la educación de los niños hasta que terminen la universidad. Lo que solucionan son las deudas y, finalmente, la situación de fondo termina sin estar resuelta. Por lo tanto, creo que es un paso, sí, se agradece, por supuesto. Hay muchas mujeres que han podido lograr una compensación parcial o total, dentro de ellas estoy yo, y eso se agradece, pero, por supuesto, que falta todavía.

- No es para estar satisfecha entonces…

- No lo veo como un triunfo, lo veo como un paso adelante. No estoy satisfecha, ni ninguna tenemos que estarlo, porque el que se compensen 10 años de pensión de alimentos que se deben con 4 años de pensión no soluciona el problema total. La justicia probablemente va a ser cuando las mujeres podamos criar tranquila y no tener que esperar todos estos años para recuperar solo una parte de lo adeudado. Por otra parte, mensualmente se siguen adeudando todos los meses y sigue subiendo esa deuda que probablemente nadie la pague. Entonces en ese sentido creo que es un paso adelante, pero yo no me atrevería a decir que es un triunfo y creo que no tenemos que conformarnos tampoco.

- Falta todavía…

- Esto de decir ‘oh que mal agradecía cuando igual puede haber recibido algo y qué sé yo’, no, uno está agradecida de las leyes, pero tenemos que entender que aquí lo que corresponde es que el padre y la madre mantengan a sus hijos y que el padre no puede hacerse el leso como si no existieran sus hijos y seguir adelante su vida mientras la mujer tiene que sobrevivir de una manera en que tiene costos emocionales, costos físicos. Costos también que tienen los hijos, porque aquí los que salen más dañados por supuesto que son los menores y las madres, que finalmente hacemos malabares para poder lograr que el tema se compense.

- Siente que salió fortalecida después?

- Absolutamente. Y no solamente fortalecida. Aprendí a ver mis fortalezas, a también hacer frente a mis debilidades, a mis miedos, a mis fantasmas. Salí fortalecida en el aspecto personal porque lo he trabajado, pero salí tremendamente dañada económicamente y emocionalmente yo te diría que también. Esto ha sido un trabajo súper profundo que también he tenido que hacer para poder sobrellevar lo que significa el criar sola. No ha sido fácil, y si bien yo puedo decir que he salido fortalecida es porque, claro, porque he aplicado la resiliencia, porque he tenido que aplicar todas las virtudes y he tenido que ampliar mis redes de apoyo y he tenido que buscar ayuda, al igual que un montón de mujeres lo tienen que hacer.

- Algo positivo que haya salido de todo esto…

- En ese sentido, sí, claro que me he visto fortalecida, pero porque he hecho un trabajo personal para poder crecer, para poder aceptar la situación y para poder hacer que esto finalmente valga la pena. Pero no es la manera de fortalecerse en la vida, creo yo. O sea, el abandono de un padre hacia sus hijos, si esa es la manera en que las mujeres tenemos que fortalecernos, la verdad es que preferiría no salir tan fortalecida. En el fondo la fortaleza se puede tomar de muchas maneras y probablemente la fortaleza se toma desde la adversidad, pero este tipo de adversidades yo sigo encontrándolas tremendamente injustas. Encuentro que no deberían suceder, entonces el decir que se sacó algo bueno es porque uno hizo que saliera algo bueno, pero la verdad es que en la esencia está muy mal.

- ¿Qué le diría a las mamás que sufren por pensiones de alimentos impagas y que dejar de luchar al no ver resultados?

- Les diría que no desistan, que al revés, seamos cada vez más y que seamos cada vez más visibilizadas. Y que si tienen que haber el doble de las causas que hay en tribunales, entonces que las hayan. Y si los tribunales colapsan con eso, tienen que colapsar, para que se entienda en el sistema que tienen que haber más jueces, que hay que agilizar los sistemas, que si bien se ha invertido un montón de plata para poder implementar solamente esta ley, se tendrán que invertir más y se tendrá que ayudar a las madres. Yo te diría que hoy día, a pesar de que hay muchas mujeres que desisten, porque efectivamente hay montones que dicen, ‘sabís que en vez de estar peleando o en vez de estar esperando, prefiero arreglármelas la sola’ y eso yo creo que es algo que no puede pasar, no tenemos que conformarnos. Tenemos que seguir denunciando los maltratos, las violencias, sean psicológicas, sean físicas, sean emocionales, sean violencia vicaria, no podemos seguir permitiendo vivir de esta manera multifacética en la que el desgaste es enorme y en que finalmente no podemos vivir una maternidad en tranquilidad.

- Eso sería lo idea…

- Lo que piden las mujeres es poder criar en paz, criar con tranquilidad, porque eso es lo que merecen los niños, porque eso es lo que se merece esta sociedad, se merecen sociedades y juventudes sanas y para eso tenemos que colaborar y para poder las mamás hacer nuestro trabajo tenemos que estar relativamente tranquila, no podemos estar 10 años con una contingencia o 20 años o 30 años o toda la vida en contingencia, entonces yo diría que este desistir sea algo que ojalá ocurra cada vez menos. Mientras más somos, más nos notamos, más nos vemos y más se dan cuenta las autoridades que es un tema importante de resolver y de regular, porque además la salud mental de todas estas madres de las que estoy hablando también se ve súper deteriorada.

- Se complica en todos los aspectos…

- La salud mental en este país es cara, es escasa, es difícil, entonces finalmente quedamos en el desamparo total, solas criando, solas pagando cuentas, solas dando nuestra emocionalidad, trabajando a veces en más de un trabajo, yo por lo menos trabajo todo el día y trabajo también los fines de semana y esa es la manera que tengo de poder sostener a los niños y creo que eso no es justo, finalmente todo ese desgaste en algún momento probablemente mi cuerpo me lo va a cobrar y no hay compensación para eso, no hay compensación para la salud mental y para lo que uno puede haber gastado, si es que pudo invertir en salud mental, porque obviamente primero están los niños, entonces hay mucho que resolver todavía. Yo veo así como quedar satisfecha, no, de esto falta y falta mucho.

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