El panelista de Tal Cual analizó el presente de los programas matutinos, y dejó en manifiesto qué no le gusta del actual formato.
“Hasta hoy tengo un romance súper agradable con la televisión, porque voy, vuelvo, entro, salgo, me expongo, no me expongo tanto y desaparezco un rato”, manifiesta Jordi Castell sobre su relación actual con la tele, donde sólo está de manera fija como panelista en Tal Cual (TV+).
Hasta hace poco más de una semana se encontraba también como participante de Top Chef VIP (CHV), pero sufrió una accidente en la clavícula que lo dejó descartado en la competencia de cocina, y ya después tiene que irse a Viña del Mar para el Festival con el programa conducido por Raquel Argandoña y José Miguel Viñuela.
Respecto a su sistema de ires y venires en la TV, explica en entrevista con La Firme de La Cuarta que “me funciona súper cómodo, porque tampoco tengo mucha paciencia: creo que la televisión abierta tiene un lenguaje y forma de comunicar que puede ser válida 100% —no la voy a criticar ni morder la mano que me dio de comer—, pero son mundos de lo que no participó 100% en los códigos editoriales”.
Es más, incluso deslizó una crítica las programas de la tele abierta matutinos: “No podría trabajar en un matinal en este minuto de mi vida; siento que que hay una cierta negligencia, y hasta problemas éticos, de estar siendo cómplices de sembrar el pánico colectivo, en mostrar sólo cosas negativas, atroces, asesinatos”.
Más allá de eso, para el fotógrafo también hay un problema en enfocarse en este tipo de contenido: “En el fondo, están dejando a un 80% de población —viejos, cabros chicos o gente con otros niveles culturales— huérfanos, porque no se los está entreteniendo”.
“No me veo en un matinal cinco horas, que ya lo hice hace diez años”, sentenció.
¿Por qué su distancia con la tele?
“Entiendo que a la gente de la tele le encanta hablar de la tele, pero a mí me aburre profundamente”, reflexionó. “Yo salgo de un estudio de televisión y vuelvo a ser una persona normal: me voy al parque con mi perros, me fumo mis cosas en mi departamento, me tomo mi copete, salgo con mis amigos y hablo de arte, de diseño, de fotografía, de hombres, de política y de 20 mil temas que habla una persona normal, precisamente porque siempre he estado empecinado en cultivar la salud mental”.
Jordi también prefiere no saber mucho de qué revuelo puede generar cada vez que se expone, como cuando estuvo de invitado a El Purgatorio (Canal 13) o a Podemos hablar (CHV).
“Creo que no es muy saludable estar hablando todo el día de lo que haces, de lo que dijiste y de cómo te ves; de hecho no me veo, no me gusta verme, en la tele ni en portales web”, cerró.
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