La popular oblea de Nestlé se empezará a llamar "Chokita", decisión que va la "en línea con su cultura de respeto y no discriminación". El periodista de Mucho Gusto se explayó sobre qué pensaba.
Luego de que Nestlé anuciara el cambio de nombre a la popular oblea, "Negrita" (por "Chokita"), el periodista José Antonio Neme hizo una reflexión durante la mañana, en Mucho Gusto (Mega).
La decisión de la empresa fue "en línea con su cultura de respeto y no discriminación".
Para el conductor del matinal, todo este asunto tiene que ver "con la carga que en América Latina, en los Estados Unidos y prácticamente en muchas partes del mundo, le hemos dado al color de piel".
Y continuó:
—Lo que hay de fondo aquí es que al color de la piel, la forma de los ojos, le hemos dado una carga positiva o negativa.
Para él, "hemos cargado de adjetivos verdaderas pelotudeces, eso es lo que hay", porque "si no hubiera una carga respecto del color de la piel, podríamos decir 'negrito' o 'negrita'".
—En sí mismo, decirle a una persona morena, no tiene nada malo —declaró.
Piel y adjetivos
El periodista planteó que, en estricto sentido, "no tiene carga alguna, es el color de la piel y punto y cada uno se refiere a sí mismo".
Neme, quien intentaba que quedara claro su punt, decidió usar un ejemplo personal para graficar su posición:
—Yo soy homosexual y, para mí, ser homosexual no tiene una carga de nada, es un rasgo de mi personalidad —plantó y más adelanta agrego—: Entonces si una persona me dice, "ay, hueco", "fleto", no sé que es eso. Eso es una interpretación que está haciendo un otro respecto de un rasgo mío.
Luego, retomó su foco en el caso del cambio de nombre a la golosina: "En el escenario ideal, si uno dijera 'Negrita', y si se asociara al chocolate, no hay ningún problema, está todo bien". Y luego lanzó:
—El tema yo creo que es que hay que hacerse cargo de la historia de los contextos.
Luego el periodista puso un ejemplo con Estados Unidos: "Andas hablando de 'negro' por la vida, uno podría decir bueno, pero si los negros y blancos son lo mismo", sin embargo, "ahí ha habido 40 años de persecución racial".
Por eso para él no basta decir que lo mejor es "tratar al otro como un igual", porque "tienes que hacerte cargo del lugar desde donde el otro viene y, efectivamente, la palabra 'negra' tiene una carga, desde mi punto de vista, equivocada, violenta e histórica".
Para él, pasa lo mismo con el pueblo mapuche:
—No me puedes decir que los tratas "como iguales porque sino es paternalismo"... —dijo para cerrar su reflexión—. ¡Por favor, tienes 500 años de historia! Ese vínculo está contaminado, teñido, salpicado, dañado por 500 años de historia. Entonces tú te tienes que parar frente al pueblo originario desde un lugar de mayor sensibilidad.