En una extensa entrevista, uno de los símbolos de la música española habló de todo. Por ejemplo, reconoció que en la actualidad se prepara para ser maestro panadero y también ha hecho cursos de fitoterapia y acupuntura. “Me preparan para ser autosuficiente”, explicó.
Con la excusa del estreno de su flamante libro, Historia secreta de mis mejores canciones, Miguel Bosé concedió una llamativa entrevista con el diario El Mundo, aunque la conversación no se ajustó solamente a eso: el hombre detrás de “Amiga” habló también de su relación con la izquierda, de las libertades, de su adolescencia y su actualidad.
En principio, una de las mayores polémicas que protagonizó el cantante en los recientes años es que, durante la pandemia, asumió la bandera del negacionismo e incluso disparó contra la ciencia.
Al respecto, en esta oportunidad explicó su posición de la siguiente manera: “Hoy en día hay muchas menos libertades, especialmente desde que arrancó la pandemia esta de mierda del Covid. La tendencia de los gobiernos es quitarnos cada vez más libertades y tener más control social sobre nosotros en todos los frentes, cosa a la que no debemos acceder jamás”.
Esas palabras llevaron la entrevista al ámbito político, donde Bosé también ha experimentado un cambio enorme. “Mi izquierda no existe ya”, apuntó. Y argumentó: “Hay una izquierda más populista y otra izquierda, que es la predominante en todo el mundo, que ha abrazado el capitalismo”.
“Entonces, se ha creado un híbrido de izquierda capitalista que es la base de la Agenda 2030 y no tiene nada que ver con la Internacional ni con la izquierda histórica que sí planteaba una ideología y una conducta social con unas actuaciones muy precisas (...); esta izquierda de ahora es tremendamente reaccionaria, totalitaria y caciquista”, reflexionó.
El antiguo Bosé
La charla más tarde se volcó al libro y a sus orígenes. Entonces, reconoció que es “a partir de ‘Bandido’ es cuando empieza la verdadera carrera de Bosé, empieza la autoría al 100% y a tocar otras áreas: medio ambiente, la guerra, la política. Ahí empieza ya a meterse en temas que crean más compromiso, pero en la primera adolescencia, en la juventud, sólo le hacía caso al corazón”.
Luego retrocedió a la adolescencia, a sus primeros años, cuando sentía el odio del “macho ibérico”. En sus palabras, “yo captaba la atención del 100 por cien de las chicas. El 100 por cien”, escenario por el que “ellos me detestaban, me atacaban, decían cosas tremendas, regañaban a sus novias si se les ocurría hablar de mí o compararles conmigo”.
“Hasta que un buen día, esa especie darwiniana evoluciona y uno de ellos despierta y tiene una idea: “Mira, como regalo de cumpleaños de mi chica, voy a llevarla a un concierto de Miguel Bosé”. La llevó y descubrió que esa noche mojaba”, aleccionó.
Otro tema importante durante la entrevista, y que vinculó al Bosé del pasado y a las libertades, fueron los años 80 y 90 en Madrid. Para el Hijo del Capitán Trueno, una época “fantástica”:
“Tú podías salir y hacer lo que te diera la gana porque no pasaba nada. Veías a Bosé en el Voltereta, por ejemplo, a las siete de la mañana hasta el culo de borracho, que se caía por las esquinas, pero se lo contabas a un amigo y te decía: “Ya, bueno, ¿no lo estarías tú?”. Porque no había pruebas y, como no había pruebas, podías hacer de todo”, relató.
Fuera del sistema
Finalmente, en medio de una suerte de descanso obligado, Miguel Bosé habló sobre su actualidad. Por ejemplo, destacó que se recupera de una operación “de caballo, bestial” a la espalda, y que escribe mucho pensando en un eventual regreso.
Fue entonces que reconoció hacer cursos de diferentes tipos… ¿El último? “De maestro panadero”.
“Me salí del sistema, acuérdate. Entonces, hago los cursos que me preparan para ser autosuficiente en caso de tener que salirme del todo. Estoy haciendo un curso de fitoterapia y otro de acupuntura. Cuando me meto en una cosa soy un verdadero estudioso, un verdadero aplicado y me tomo muy en serio lo de ser autosuficiente”, cerró.