La actriz valoró que el final "reflejó algo que sucede" sobre la impunidad de una de las culpables y además agradeció la ola de elogios que recibió por su interpretación.
En las semanas previas al final de Pacto de Sangre, sus actores se encargaron de remarcar que el desenlace no dejaría a todos conformes y fue Trinidad (Ignacia Baeza) la gran exonerada en el comentado cierre, generando la frustración de los seguidores de la telenovela en las redes sociales.
"A mí me gustó el final, no porque no haya justicia, sino que lo siento como un cierre coherente de la historia que se estaba contando. Refleja algo que sucede, con Trinidad y sus redes de poder que la dejan sin pagar sus culpas", manifestó la actriz, explicando incluso cómo la controladora madre siguió impenetrable.
"Ella definitivamente se rayó. Antes controlaba todo, pero sabía lo que estaba pasando, sin embargo al final incorporó para sí su discurso. Ella se siente una víctima y se empoderó de la lucha por la justicia, hablando en televisión y creyendo de verdad que está bien", reflexionó, para después hacer un balance de lo que fue su paso por Pacto de Sangre.
"Ha sido muy emocionante todo lo que ha pasado. Nuestra pega es súper poco objetiva, puede ser que se haga un buen trabajo y la gente no enganche y acá se dieron las cosas de otra manera", explicó Baeza, quien sí puso sus dudas ante una segunda parte del proyecto.
"Siento que los proyectos terminan cuando tienen que terminar y es muy difícil cuando algo cerró tan bien. Uno nunca sabe, pero yo quedé conforme con lo que pudimos transmitir con esta teleserie", cerró.