En 2017, el modelo y la brasileña eran pareja cuando sufrieron un accidente automovilístico en que él se llevó la peor parte. Tiempos después, terminaron.
El pololeo entre Ignacio Lastra y la brasileña Julia Fernandes iba en su octavo mes, tras haberse conocido en el reality Doble tentación (Mega).
Una noche, la del 30 de agosto del 2017, la pareja iba en auto camino a su casa tras ir a un bar en Providencia. Él, que iba con alcohol en el cuerpo, chocó con otro vehículo. Lastra sacó de inmediato a Fernandes de las llamas, por lo que el modelo se llevó la peor parte, terminando con un 90% de su cuerpo quemado.
El chileno pasó un largo tiempo internado en la clínica, mientas que la brasileña lo acompañó en ese proceso, aun cuando el pololeo ya había terminado.
Sobre el motivo de la ruptura, en conversación con LUN, explicó que el pololeo terminó "porque teníamos que tomar caminos distintos". Mientras él quería enfocarse en su recuperación, ella también tenía sus propios proyectos.
Ahora, tras más de cuatro años separados, ambos se reecontraron en la inauguración del bar La Virgen, en la comuna de Las Condes; de hecho, apareció una foto en que ambos posaron juntos, sonrientes.
"Somos una expareja, no hablamos todos los días", contó él al citado medio, por lo que conversan una vez al año. "Nos preguntamos cómo estamos y nos ponemos al día, cortito".
El modelo también aclaró que "las relaciones terminan por algo, pero nunca peleados por el accidente". Para él, "la vida es tan corta que no da para rencores".
Ponerse al día
Sobre la noche en el bar, él sabía que ella iría al local. "Siempre vamos a tenernos cariño", acotó. Durante el rato que estuvieron juntos "nos vimos y nos pusimos al día: '¿cómo está tu familia?', ¿cómo estás tú?', '¿en qué andas'?".
Fue como "echar la talla cuando te encuentras con un viejo amigo que no ves hace años y eso". Es decir, "fue un momento grato para mí verla".
Por último, aseguró que no tuvo ninguna sensación romántica cuando la vio: "No me pasa mucho, la verdad; la veo y solo buena onda".
Ahí explicó que "Julia es una amiga increíble, pero como polola es otra cosa". Y agregó que "lo mismo pasa conmigo". Porque "a veces las parejas muestran su mejor lado como amigos y funcionan más así que como parejas: ese fue nuestro caso".
Así, concluyó que "poder ser amigos y mirarnos con cariño habla de lo maduras que estamos".