Una nueva denuncia de acoso sexual en la industria del cine y la televisión remece a la farándula. Esta vez, el acusado es el reconocido director Nicolás López, quien se hizo famosos en Chile después de crear la saga de películas "Qué pena tu vida".
De acuerdo a un reportaje publicado por revista El Sábado, ocho actrices sufrieron de acosos sexuales, laborales y abuso de poder de parte de López.
La primera en revelar su crudo testimonio es la actriz Lucy Cominetti, quien fue contactada por el director para grabar una serie sobre café con piernas que nunca vio la luz. Al final, la artistas terminó protagonizando "Qué pena tu vida", pero su paso por la productora Sobras (de propiedad de Nicolás López) fue tortuoso.
"Estábamos en una fiesta y él me trataba de dar besos. No sólo eso: me arrinconaba, yo le decía que no y así. Él me decía: 'Ahora estamos así, pero tú y yo vamos a tirar'. Después me quiso ir a dejar en un auto (…) y arriba del auto se me lanzó encima, de nuevo diciéndome que por qué no le daba un beso, si era solo un beso. El siguiente paso era mandarlo a la cresta y no podía, porque me estaba dando pega. Era mi jefe", sostuvo la actriz para la revista El Sábado.
La versión de Cominetti es ratificada por su colega Andrea Velasco, quien compartió elenco y dirección con López, y que también asegura haber vivido acoso laboral y hostigamientos de parte del director.
ACOSOS
Otra que se atrevió a revelar su testimonio fue Josefina Montané. La actriz aseguró que en 2014 se reunió con López para hablar de un proyecto de serie, pero la experiencia no fue del todo buena.
"Me dijo, literalmente, si me podía agarrar la teta y por qué me importaba si igual íbamos a terminar tirando. Después de eso, nunca más volví a trabajar con él", sostuvo Montané.
Otra mujer que denuncia a López es María Jesús Vidaurre, que por estos días aparece en la tercera edición de la teleserie Soltera Otra vez. La actriz asegura que conoció a López cuando solo tenía 17 años y que debió soportar toqueteo y abusos.
"Empezó a decir que no debería usar sostenes, que las actrices de Hollywood no usan (…) Me tocó la pechuga con el dedo índice" para luego arrinconarla contra una pared "y me empezó a dar besos en la boca, en el cuello, en la cara. Le dije calmadamente y en repetidas ocasiones: 'Nicolás para'. Después me agarró de la cintura muy fuerte y me apretó hacía él, tenía su aparato genital erecto contra mí. Yo creo que si no hubiera estado mi pololo abajo, alguien esperándome, me violaba. Lo digo en serio".