Infidelidad, una geisha chilena y miel: el escándalo de Anita Alvarado y Daniela Aránguiz que sacudió a Farandulandia

Que Anita Alvarado haya hablado de Daniela Aránguiz en el último episodio de Podemos hablar no fue una elección al azar. Aránguiz, desde hace un tiempo, un mes o dos, protagoniza la trama que movilizó a la farándula nacional —que como sostuvo por estos días Francisca García-Huidobro, nunca muere— luego de anunciar el quiebre de su relación amorosa con Jorge Valdivia, el “Mago”, exfutbolista, ídolo de Colo Colo, campeón de la Copa América 2015.

Ella, una exchica Mekano, modelo, influencer y ahora panelista de Zona de estrellas, asegura desde entonces estar viviendo una nueva etapa en su vida. De hecho, en el mismo programa que Alvarado, unas semanas antes notificó su soltería. Esa noche, como si se tratara de un homenaje a la antigua televisión abierta, Valdivia irrumpió en formato video para pedirle disculpas y, solapadamente, una nueva oportunidad.

“Te amo, siempre te voy a amar, aunque no caminemos juntos hoy en día, te voy a amar siempre, toda mi vida. Y lo repito, eres el amor de mi vida, la mujer más importante. Ojalá algún día me puedas escuchar y puedas escuchar mi corazón cuando te dice que te ama de verdad. Perdón y te amo”, fue parte del mensaje que le extendió el “Mago”.

Aránguiz, por cierto, siguió al pie de la letra el guión de telenovela clásica que ofrecía este último —ahora penúltimo— gran episodio de la farándula criolla, de modo que respondió, “sorprendida”, algo desencajada, emocionada, ojos vidriosos, las preguntas de Jean-Philippe Cretton:

“Jorge fue mi primer amor, me casé muy enamorada de él, muy chica. Yo me quería morir al lado de Jorge, y él lo sabe. Lo que más me dolió de esta ruptura fue el plan familiar, el sueño de poder cuidar a nuestros nietos juntos, el proyecto de familia”, sinceró.

Más tarde, abrió una puerta. Resumió que la envolvía un torbellino de emociones e insistió en la idea de que Jorge fue su primer amor, que soñaba con envejecer a su lado, que no era una mujer capaz de olvidar de un día al otro. Hasta que finalmente soltó la respuesta que probablemente todos querían escuchar: “Quién sabe si el día de mañana la vida nos vuelva a encontrar”.

Eso sí, la acompañó de un ultimátum. “Si yo perdonara a Jorge, sería la última vez”.

La Geisha contra la chica Mekano

De eso habló Anita Alvarado.

En Podemos hablar Jaime Figueroa abrió el flanco, tras recordarle esa última frase de Aránguiz. Esa de la última vez. Entonces llegó el turno de la otrora Geisha chilena, que como hábil pugilista, sabe, no saca manos que no impactan:

—Ah, si hay un meme que dice ‘si le doy otra oportunidad será la última’... ¿No tiene dignidad esa mujer? ¿Cuándo se le va a acabar la dignidad? Cuando se acabe el dinero, no hay otra forma.

Tras otro breve intercambio, Anita concluyó:

—¡Pero que se separe, que tenga dignidad!

Ha pasado el tiempo pero Anita Alvarado, de 49 años, sigue siendo recordada como La Geisha chilena por su desempeño como trabajadora sexual en Japón. De Asia regresó temprano en los 2000 y aterrizó como Pedro por su casa en la farándula nacional. Allí, en esa vereda se la vio cómoda: su lengua afilada y particular carácter la hicieron parte de una serie de escándalos televisivos que, de uno u otro modo, la consolidaron. Fue cuestión de tiempo para que asumiera un rol acaso de rostro emblemático de nuestro espectáculo.

De todos modos, de un tiempo a esta parte había optado por tomar distancia. “No va a pasar nada más con la farándula. Ahora les gusta la hipocresía y empezaron a tapar verdades”, dijo en febrero de 2021, cuando anunció una serie sobre su vida.

Ese tiempo muerto, sin embargo, se acabó precisamente este fin de semana, cuando Daniela Aránguiz, sin importarle el historial de combates de Alvarado, le respondió sin ninguna clase de filtro:

—Cómo una mujer que vendió su cuerpo durante años habla de dignidad. Me da risa una prostituta hablando de ser digna, cuando lo más indigno es que tu vagina tenga precio.

Eso escribió la panelista de Zona de estrellas en una historia que publicó en su cuenta de Instagram. Pero no fue su único contraataque.

—No tengo la culpa que no pescaran en serio a tu hija y que tú le enseñaste a no tener valor, de meterse con hombres casados y con familias. Eso sí no es no tener dignidad. ¿Andar escondida por nada o por plata? —selló el comienzo de la pelea Aránguiz, involucrando de lleno a la hija de Anita, Angie.

Entonces, volvió la vieja Anita. Una de las primeras reinas de la farándula abandonó esa suerte de fachada de púgil retirado que nunca fue, para declarar abiertamente la guerra. Aprovechó su Instagram también para mostrarse como siempre la conocimos:

—Me sacaste a mi hija en cara, la publicaste ahí... Ahora, vas a sufrir y, te prometo, vas a llorar, porque vas a saber la verdad de quién era tu marido, o de quién es. Y van a saber la verdad de quién eres tú también y qué me ofreció tu suegro para que yo me quedara calladita.

Al cierre, prometió hacerla mierda y la encaró una última vez por meterse con su hija.

¿Manotazo de ahogado?

Entra Jorge Valdivia en escena.

Horas antes de que se concretara la respuesta que prometió Anita Alvarado, el exjugador de Colo Colo apareció en redes sociales para dejarle una especie de recado. Tal vez una petición, depende quien lo vea.

“Hoy se armó una polémica más envolviendo mi nombre y el de Daniela. Ahora sería la señora Ana Alvarado, quien está dispuesta a revivir cosas del pasado. Quería avisarle a la señora Alvarado que si alguna vez recibió plata, que vaya y hable con él y, por favor, cuando lo vea, que me avise donde está viviendo porque hace más de 10 años que nosotros no lo sabemos”, escribió de entrada el “Mago”.

Más tarde insistió: “Señora Alvarado si usted recibió una propuesta económica por parte de mi padre tiene resolverlo con él, yo me imagino que ese ofrecimiento fue por trabajo”.

Luego, como era de esperar, se arrojó con todo a defender a su amada Daniela Aránguiz:

“La palabra dignidad tiene mucho de libertad, de la autonomía de la voluntad. Si Daniela decidió seguir conmigo a pesar de mis errores y no por interés, habla de una mujer que luchó por años que sacrificó su propia felicidad por la mía y por mis hijos”.

“Es una barbaridad que usted, una mujer de 49 años con hijos grandes, quiera hablar de Daniela porque la considera interesada... hay mucha ignorancia y se entiende porque deseamos más falsedad que la verdad, el cahuín que la honestidad”, cerró en un comunicado que, horas después, desapareció.

El live prometido

El domingo a las 19.00 horas, como si se tratara del estreno de un videoclip, tal vez de una película, miles de personas —80 mil fue el peak— se congregaron en el Instagram de Anita Alvarado. Esperaban allí el live que la otrora Geisha prometió realizar para responder a Daniela Aránguiz, y como spoileó antes, revelar alguna vieja historia que comprometía a Jorge Valdivia y a su suegro.

Entonces apareció Anita y, sin mayores preámbulos, disparó:

—La Angie tenía 17 años y sí estuvo con tu marido y te voy a decir... conocía a tu marido en mi casa y fuiste gorriada.

—Esto lo supe gracias al padre de él y gracias a mi hija, ya que el padre rogaba que mi hija estuviera con el ‘Mago’.

—Estuvieron juntos, llegaba en un taxi para la casa. De hecho, en el condominio lo conocían todos y sabían cuando llegaba el “Mago”. Creo que no es nada atractivo, un cabro chico, una cagá chica, cuando yo lo pillé, yo venía de Santa Cruz y lo veo dentro de mi casa y pensé… ¿qué pasó aquí? Yo ahí hice que cortaran la relación... Tu marido estaba enamorado de mi hija, enamorado hasta las patas.

—Yo en mi posición, como veía las cosas, no era correcto, porque la Angie tenía 17 años. Y si yo quería cagarme al “Mago” me lo cagaba porque la Angie era menor de edad.

—El “Mago” sufrió mucho porque le lloraba a la Angie y le rogaba, y la testigo soy yo, porque yo le dije a mi hija que no, que ya no más. Y no fue una vez… ellos andaban Daniela.

—Y solamente porque Angie le dijo que no, no te dejaron… ¡y porque yo la obligué absolutamente a que no! Entonces nos fue a proponer que no nos iba a faltar nada, que no denunciáramos al “Mago”, porque yo le dije: “¿cómo se le ocurre a venir en defensa de su hijo? Que no lo denuncie porque anda con una menor de edad, a ¿eso viene?”. “Es que está enamorado y está sufriendo”...

Luego apuntó a Aránguiz:

—Te estoy dando lo que tú le haces a otras mujeres. Crees que con plata eres más grande, más mujer. Tienes dinero y da gracias a Dios que tienes, pero eres tremendamente infeliz, porque a alguien que la engañan así, y que todo el país sabe… qué lata.

—No eres graciosa ni entretenida, no eres linda, eres tan agrandada y patética. Deja de tratar mal a la gente, a las mujeres, a tus compañeras.

Otras frases:

—¿Mi vagina tenía precio? Por supuesto que sí. Y bien cara. Parece que tengo miel, porque puta que la desean.

—Las prostitutas cobran, las maracas no cobran.

—Eres un caso perdido, como mono porfiado… dura para el concurso.

—Que ganas de poder pegarte, me encantaría. Pero no puedo pegarte hasta después de febrero. —El poto es mío, yo hago lo que quiero con mi poto.

La polémica tiene para rato

Daniela Aránguiz tuvo derecho a réplica y lo hizo, de nuevo, en su Instagram. Allí, compartió una noticia sobre el comentado live de Alvarado y abajo, cortito pero punzante, escribió:

—¿Por qué no habla de los abuelitos que le robó toda su jubilación?

Inclusive, dejó un pantallazo donde se burlaba de la apariencia física de Alvarado, dejando en su lugar un sticker del reconocido meme “Ayuwoki”, con un desmejorado rostro de Michael Jackson.

Alvarado, en todo caso, le respondió a esa jugada: “Es que con esa foto se refiere a su marido, haciéndola de pedófilo”.

A estas alturas, la pelea entre Aránguiz y Alvarado promete sumar más y más episodios. Los de afuera, lo disfrutan, como es el caso de Fran García-Huidobro, Michelle Carvalho o la mismísima Vale Roth, que sumaron opiniones.

La última en aparecer fue Angie Alvarado, una de las protagonistas de la trama que se vio involucrada por Daniela Aránguiz y a quien su madre ha defendido a rajatabla en las últimas horas:

“Las personas felices no pierden el tiempo haciendo mal a los demás”, reflexionó la exchica reality.

Y concluyó: “El mal es una cosa para gente infeliz, frustrada, mediocre y envidiosa. Tú sigue brillando”.