Anillos perimetrales cuidaron el acceso del público, quienes fueron revisados bajo estrictas medidas de seguridad.
A las 18 horas comenzó el ingreso del público a la Quinta Vergara. Los fanáticos más entusiastas se veían con todas las ganas de vivir y disfrutar un espectáculo de primer nivel en Viña.
Sin embargo, sus carachos de alegría se fueron desdibujando a medida que se acercaban al escenario del Festival, debido al fuerte operativo que montó Carabineros y la PDI para resguardar la seguridad del lugar.
Con estas medidas se desocupó el sector de la plaza Parroquia, donde se ingresa al anfiteatro, para que sólo los espectadores que tenían entrada en mano y los residentes pudieran moverse por el lugar.
Al momento de la revisión, esta fue con lupa. No se permitió el ingreso de carteles, palos para selfie, además de cualquier objeto que se pudiera transformar en un proyectil.
Y para no dejar nada al azar en temas de seguridad, se implementaron detectores de metales, los que agilizaron el ingreso de los asistentes a la Quinta.
Todo esto ocurrió en instantes en que decenas de personas se manifestaban por el sector céntrico de Viña del Mar.