Comediante, icono del stand up comedy, fue pifiada de principio a fin y pidió a los animadores que la salvaran. "No lo tomo como de vida o muerte, tendré que dilucidar, no sé qué pasó, el público quería otra cosa", reflexionó tras ser la primera devorada.
Venía llena de éxito, de haber sida elegida como una de las más top de las mujeres standaperas de Netflix. Reconocida por sus pares, con shows a tablero vuelto... Pero todas esas credenciales no le sirvieron a Jani Dueñas en su primera vez en el Festival de Viña.
La comediante anoche entró canchera, con ganas de pasarlo bien, de hacer reír a un "Monstruo" que últimamente había sido más bondadoso que hambriento, sin embargo no le resultó, y sufrió la misma suerte que Ricardo Meruane el 27 de febrero de 2016.
Se la jugó por hablar de su pega como voz en off de La divina comida, uno de los programas con más rating de CHV. Descueró a los participantes, incluida a María Luisa Godoy, por tirarse puras "tallas ordinarias".
Las primeras pifias se escucharon. Jani se hizo la sorda, siguió con su show que deambuló por la crítica social, el feminismo y cómo vive la sexualidad a sus cuatro décadas. La chifladera fue en aumento, "que se vaya para la casa", "fuera", "chao", de oía fuerte y claro, mientras la mujer detrás de Patana, de "31 minutos", asumía el fracaso con un auto palanqueo: "nadie me está comiendo, pero hoy me está comiendo el Monstruo".
Su sinceridad tampoco la salvó de ser devorada. Entre sus últimas cartas, apeló al diálogo, a la sororidad, que significa solidaridad entre mujeres, y fue para peor. Resignada, pidió que los animadores la "salvaran" y fue recién ahí que María Luisa y Martín acudieron, tarde, pero lo hicieron.
"Es algo que pensé que no iba a pasar, creo que están esperando a David Bisbal (cerraba la jornada)", fue el inmediato análisis que hizo la humorista frente a la gente que sólo pedía que se retirara. "Me devuelvo al bar donde sigo haciendo mi trabajo", dijo ella, siempre digna, antes de salir del escenario sin ningún premio en las manos.
Y la reflexiones siguieron una vez fuera de cámara. Tras su salida, vino la conferencia de prensa donde contestó las preguntas obvias y a la que hasta Raquel Argandoña llegó a buscar respuestas, cual notera.
"El público no enganchó, es bien misterioso... Había una intuición mía de que este festival tan grande no era para mí. No lo tomo como de vida o muerte, tendré que dilucidar, no sé qué pasó, el público quería otra cosa. Sucedió y remé lo mejor que pudo", asumió con hidalguía.
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