Jordi Castell agrandó la familia

El fotógrafo y su actual pareja adoptaron hace siete meses al enorme can de su suegro. Madruga todos los días para pasearlo y lo tiene inscrito en una guardería que lo lleva a correr al campo.

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, y la relación entre ellos es pura complicidad. Esto bien lo sabe Jordi Castell, quien hace siete meses agrandó la familia y recibió a su nuevo hijo perruno, que parado en dos patitas casi lo pasa en estatura.

[caption id="attachment_391402" align="alignnone" width="600"]

24.08.19 GUAU PLAZA, MALL PLAZA LOS DOMINICOS INAUGURA NUEVA SALA PARA MASCOTAS[/caption]

La relación con la mascota se inició en enero de este año. Marley, un perro de raza Boyero de Berna, de cinco años, era el regalón de su suegro. El bello animal vivía con el papá de su pareja (Juan Pablo) en una parcela de Santo Domingo, pero su amo enfermó. Fue en ese momento que el fotógrafo y su novio decidieron hacerse cargo del can y se lo llevaron a su departamento.

"Mi suegro se enfermó, empeoró, nosotros nos empezamos a traer al perro para que no estuviera tan solo allá. Cuando mi suegro falleció decidimos que se quedara con nosotros para siempre, era el perro de la familia", comentó Jordi sobre la llegada de la tremenda mascota.

El rubio detalla que el peludo macho se dio altiro con ellos: "Desde el día uno hicimos una buena relación con Marley, tanto así que lo llevo a todas partes, reuniones, banco, etc".

Y la recepción del coludo ha sido positiva con todos, incluso con sus vecinos, porque es tranquilito y se porta mejor que los dueños. "Es un perro muy demostrativo, tranquilo, todos los perros del barrio lo adoran, porque es juguetón, hasta con los niños se lleva bien", cuenta el fotógrafo sobre su adoración de cuatro patas.

Del campo a la ciudad.

El can es el rey del departamento que habitan los tres. A pesar de ser de una raza grandota y pesar 52 kilos, el ex rostro de TVN cuenta que se adaptó perfectamente a las condiciones de espacio. "Se porta regio, pero el problema es que no tiene conciencia de lo que pesa, cree que es chihuahua (ríe). Pero nunca ha roto nada, ni ensuciado el departamento, está muy bien educado a pesar de haber vivido libre en el campo".

- Pero, ¿no se estresa en un departamento, considerando que vivía en el paraíso?

Para nada, solamente pide que lo saquen a pasear. Por él me levanto a primera hora en la mañana, luego salimos en cada rato libre. Además va a una guardería.

- ¿Una guardería perruna?

Sí, va una guardería de perros tres veces por semana, llega una van a buscarlo, se lo lleva al campo y ahí está todo el día compartiendo con otros perros.

- ¿Cómo te ha cambiado la vida con este regalón?

Totalmente, desde que Marley llegó a mi vida es todo más intenso.

COMPARTIR NOTA