Jorge Alís realizó una de las presentaciones más recordadas del Festival de Viña del último tiempo. Desnudando irónicamente la idiosincrasia del chileno y con frases que nos identifican ante el mundo.
Fue el mejor número de humor en años. El 27 de febrero, Jorge Alís tuvo a todo Chile con dolor de mandíbula de tanto reír con su perfecta radiografía de los chilenos y que durante 90 minutos prendió el rating y a la Quinta Vergara.
Se llevó las gaviotas de Plata y Oro, además de potenciarse como el comediante más destacado del año.
"Hace 23 años vivo en Chile, amo este país, tengo una familia acá, soy papá de tres chilenos, soy un agradecido, es un regalo lo que me dieron", dice Alís por aquella noche mágica, la que bien pudo haberse convertido en su peor sueño.
La creación
Sucede que un día antes de su presentación, el "Argentino ql" no tenía voz. Una disfonía causó pánico en su círculo cercano, pero finalmente salió airoso con frases que quedaron grabadas en el colectivo nacional, como el celebrado "quedo atento a sus comentarios", con la cual graficó una clásica situación al redactar un mail.
"Yo no tomo partido por algo, como comediante rescato lo que dice la gente y tiene que ver con una identificación determinada. Hablé de todo porque en Chile hay corrupción en altas esferas, hay formas de relacionarse y soy parte de eso. Siempre voy a ser argentino, pero también, soy un orgulloso de que Chile me tenga confianza".
Su rutina de inmigrantes, iglesia, fachos pobres, el mandala, los desastres de Quintero y Puchuncaví, el grupo de WhatsApp, aún es comentada en la calle y suma más de un millón de vistas en Youtube.
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