Rodrigo Cuevas, guionista de Los 80, se inspiró en el personaje de la serie de Canal 13 para compartir una reflexión sobre las elecciones del domingo. “Con la Anita ya estamos en los descuentos, así que el voto del domingo no será por nosotros, será por el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos”, dice en el texto.
Durante las últimas horas, se comenzó a viralizar en redes sociales una carta que Juan Herrera le envió a Gabriel Boric, en la cual se cuadra con su candidatura presidencial.
La misiva fue escrita por Rodrigo Cuevas, guionista y creador de Los 80, quien se inspiró en el recordado personaje de la serie de Canal 13 para revelar la postura que tendría frente a las elecciones de este domingo, donde la carta de Apruebo Dignidad y José Antonio Kast definirán al próximo Presidente de Chile.
En el texto, Juan comparte los motivos que lo llevan a inclinarse por Boric, al igual que todo el familión Herrera. Incluso, revela algunos detalles de su esforzada historia familiar.
Revisa acá la carta completa
“Estimado Señor Boric. Mi nombre es Juan Herrera, tengo 83 años y soy casado. Con orgullo puedo decir que tenemos cuatro hijos, siete nietos y una bisnieta que desde el primer día me robó el corazón. Estudié en un liceo industrial y en la vida hice muchas cosas para parar la olla. Trabajé 20 años en Textiles Nacionales, una gran industria de esas que ya no existen. Después me agarró la crisis del 82 y quedé cesante. Encontré pega como vendedor de tienda, y llegué a tener mi propio taller de confecciones. Íbamos como avión hasta que me estafaron. Pero me las rebusqué manejando un taxi. Después me afirmé con un videoclub, donde con mi compadre Exequiel arrendábamos películas en VHS, que eran como unos casetes grandes que a lo mejor usted no alcanzó a ver. Ahora tengo una familia grande para tendernos una mano. En todos estos años, he visto lo bueno y lo malo de Chile”.
“Desde el regreso a la democracia he votado en todas las elecciones. Tengo mis chequeos al día y la diabetes bien controlada, pero a esta edad nunca se sabe. Este podría ser mi última elección, y quizás la más importante”.
“Y le confieso que, con la Anita, mi señora, estamos muy preocupados por el futuro porque, mire como son las cosas, parece que mucha gente ha olvidado el pasado. Hace poco más de 30 años Chile era un país pobre y asustado. Uno se arropaba con los amigos y la familia, porque afuera, en las calles, había una dictadura que dividía el país entre chilenos bien nacidos y mal nacidos. Los bien nacidos eran ellos, por supuesto. Los otros teníamos que hablar bajito y agachar la cabeza. Fue muy duro vivir en esos tiempos. Se lo recuerdo especialmente a algunos viejos, como yo, que parece que tienen mala memoria”.
“Hoy mi familia es como la de cualquier chileno común y corriente. Hay de todo, profesionales, emprendedores, estudiantes, a algunas les ha ido bien y otros llegan apenas a fin de mes”.
“Hay casados, separados, vueltos a juntar. Mi hija menor tiene polola y está esperando que salga la ley para poder adoptar a un niñito. Y varios de mis nietos dicen que son bi o no binarios o poco binarios o algo así, la verdad es que yo ya me pierdo con esas cosas. Pero lo importante es que en mi casa todos pueden vivir como lo que son y decir lo que piensan, y a todos se los quiere por igual. Porque en mi familia no hay comunistas ni pinochetistas, ni santos ni pecadores, ni bien nacidos o mal nacidos, hay personas”.
“Uno, que ya es viejo en esto, sabe que los famosos programas de gobierno están llenos de promesas que muchas veces no se cumplen. El papel aguanta mucho. Y si hay algo que aprendimos con esta pandemia es que nadie tiene la bola de cristal para saber con quién habrá más trabajo o más seguridad. O si no mire como terminamos con el presidente Piñera, que se supone que arreglaría todas esas cosas. Así que con la Anita hemos decidido que votaremos por el candidato que, pase lo que pase, cuide lo que tanto dolor y tantas lágrimas costó conseguir: la democracia y el respeto por la dignidad de todas las personas. Votaremos por el candidato que no divida el mundo entre buenos y malos”.
“Es por todo esto, joven, que votaremos por usted. Teníamos algunas dudas, hay que decirlo. Porque habría sido bueno que llegara a este trance con más canas y más cicatrices. Que supiera lo que es criar un cabro chico contando las chauchas, o buscar pega con el diario debajo del brazo. Pero como dicen por ahí, lo perfecto es enemigo de lo bueno. Y la verdad es que el otro candidato tiene más canas y más arrugas, pero de pelar el ajo y buscar pega, sabe menos todavía. Y con la Anita, mi señora, nos convencimos de que usted es un joven inteligente y bien intencionado, que ha entendido que los países son como las familias, donde tenemos que aprender a vivir todos juntos, aceptando nuestras diferencias. Y si no alcanza para querernos, al menos tenemos respetarnos”.
“Con la Anita ya estamos en los descuentos, así que el voto del domingo no será por nosotros, será por el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos. Para que vivan en un planeta donde no haya que matarse por el agua. Para que mis hijas no pierdan los derechos que tanto les ha costado conquistar”.
“Para que nadie los apunte con el dedo en la calle. Para que el trabajador humilde no tenga que volver a humillarse. Para que a nadie le falte el pan en la mesa y no tengamos que volver a esos tiempos oscuros y tristes. Votaremos por usted para no volver a los 80″.
“La responsabilidad que tiene sobre sus hombros es gigante. Recuérdelo cada día al despertar. Gobierne para todos y con todos. Porque como le dije hace mucho tiempo a mis hijos: cuando queda la escoba, la gente como nosotros es la que paga el pato. Los que están arriba, los generales, los políticos, esos nunca pierden. ¡Nunca! O se quedan con el poder o son los primeros en salir cascando, ¡los primeros! Y la gente como nosotros, es la que se queda, la que tiene que seguir trabajando y pelando el ajo para seguir viviendo”.
“Así que por el bien de Chile, con mi señora comprometemos nuestro voto por usted y le deseamos el mejor de los éxitos”.
Se despide atentamente
Juan Herrera.
PD: saludos cordiales le manda mi señora
La emoción de Daniel Muñoz
Tras leer la carta, en La Cuarta agarramos el teléfono y contactamos a Rodrigo Cuevas, quien reveló algunos detalles de su escrito, y las motivaciones que tuvo Juan Herrera para manifestarse sobre lo que ocurrirá el próximo domingo en las urnas.
“Estas elecciones las siento como las más importantes desde el Plebiscito. Es muy difícil permanecer indiferente y quise hacer un ejercicio lo más honesto posible. De ponerme de verdad en la piel, en el corazón, en la cabeza de Juan Herrera. ¿Por qué él? Porque es tan representativo del alma chilena. Me pareció valioso que fuera él quien escribiera esa carta. Juan no dice exactamente lo que yo, Rodrigo Cuevas, pienso. Traté de verdad ponerme en sus zapatos. Y creo que una persona como él, con su historia, con su recorrido y puesto en una situación como esta, haría saber su opinión”, reveló el guionista.
Y en esa misma línea, contó por qué el personaje encarnado por Daniel Muñoz votaría por Boric.
“Más allá de la juventud, que le genera a él tal vez un poquito de dudas, siente que representa valores profundos que hay que cuidar, y que tiene que ver mucho con la historia de él como personaje y de su familia. Y por las vivencias y experiencias que ellos vivieron. Y creo que lo fundamental ahí pasa a ser que él quiere un mejor futuro para sus hijos, para sus nietos. Y por eso su voto se inclina para allá”, reconoció.
—Y eso que a Juanito no le gustaba meterse mucho en política…
—Él era muy cauto al respecto. Precisamente porque en esos años meterse en política era muy peligroso. Él lo sabía y cuidaba a su familia. No se marginaba porque no tuviera ideas o no tuviera opinión. Pero lo que prevalecía en él era cuidar a su familia, cuidar a sus hijos. Que no se metieran en problemas. Por esas mismas vivencias es que no quiere volver a los 80. No es de esta gente mayor que cree que todo tiempo pasado fue mejor. Al contrario. Él valora la libertad, la democracia. Que hoy día todos podamos decir lo que pensamos y podamos vivir nuestras vidas como queremos. Sin tanto miedo. Y ese recuerdo del miedo que se vivía en esos años, es lo que lo empuja a decidir el voto. No volver atrás en ese sentido.
—Me imagino que ya tiene listo el Bic azul para el domingo…
—Está nervioso. Tiene dos lápices listos, por si falla uno. Se va a levantar tempranito para ser de los primeros en llegar con su señora. Como es la mayoría de la gente mayor, que es muy responsable y cumplidora. Ahí va a estar. A primera hora.
—Oiga, ¿y Daniel Muñoz vio la carta? ¿Qué le pareció?
—Estaba muy emocionado. Me dijo que había llorado leyéndola.