El animador estuvo toda la semana fuera del matinal de CHV para hacer trámites, entre ellos, guardar los adornos de Pascua. "En febrero sí tendré vacaciones, no haré nada", contó.
Los tiempos están extraños, como la tabla ponderada del torneo. Es más, la Navidad y el Año Nuevo se vivieron de una forma totalmente distinta a la de siempre, y eso les llegó a todos, incluyendo a Julio César Rodríguez. ¿La razón? Con tanto ajetreo, recién ayer desarmó el arbolito. Sí, el día 22 de enero.
"Es verdad. Siempre lo sacábamos para la Pascua de los Negros con los papás, pero de verdad que no había tenido tiempo", indicó el animador de 51 años, quien estuvo fuera de "Contigo en la mañana" durante toda la semana.
- ¿Está muy pesada la pista?
Es que había colapsado con los tiempos, no tuve ni un momento de sacar la cuestión, ni de hacer trámites, ni poder ir al dentista, ni de tomarme los exámenes que me debían hacer.
- Por eso la ausencia del matinal...
Sí, me tomé estos días para puro hacer trámites y dedicarme por completo a eso.
- ¿Y el resto de las pegas?
De hecho, grabé el late dos días, trabajando como loco el lunes y el jueves para poder tener las otras jornadas desocupadas y hacer todo.
- ¿Cundió la cosa?
Menos mal, si me tomé la semana en la radio y en la tele. Incluso, me quedan reuniones.
- ¿Y las vacaciones reales cuando?
Yo creo que me las voy a tomar las dos primeras semanas de febrero. Ahí sí que voy a descansar y no hacer nada.
- Pero igual este tiempo no has estado solo...
Es que mis hijos saben que si estoy libre, se la van a pasar acá. Así que estamos organizando las vacaciones de febrero. Yo me tomo las primeras y la Monse las segundas. Esa es la dinámica.
- ¿Y cuántos días de vacas te quedan?
¡Uf! Hay que pensar que en el 2020, la Monse las pudo tener y yo no. Recuerdo que estuvo con licencia como tres semanas y me tocó estar solo. Después se tomó sus vacaciones y yo no pude, por la Fase 2. Entonces, me quedé con las vacaciones del 2019, 2020, más todas las del 2021. Hay que ir equilibrando, quiero tener algo también en invierno.
- ¿Y el arbolito?
Bueno, ahí está... Ahora guardado en un baúl especial que tenemos, donde ponemos las luces que siempre nos cuesta desenrollar. ¡Se alargó la Navidad en mi casa!