"La justicia tarda pero llega". Ese dicho le calza perfecto al hispano-portugués Javier Sánchez, de 43 años, quien desde los 13, y junto a su madre María Edite Santos, reclaman en tribunales al cantante español Julio Iglesias que reconozca la parternidad del hombre.

La disputa ante la justicia data de 1992, cuando el juez le negó la posibilidad a Javier de ser reconocido como hijo biológico del artista, pese a que en primera instancia esta le había sido otorgada. Sin embargo, un cuarto de siglo después las vueltas de la vida llevaron a Iglesias nuevamente al paredón, en 2017, momento en que se le solicitó realizarse una prueba de ADN.

La negativa del afamado cantante español a realizarse dicho examen no fue impedimento para que el juez lo declarara ayer como padre biológico de Javier Sánchez bajo el argumento de un "parecido físico obvio".

El rechazo de Iglesias durante todo el proceso se dio a tal punto que no se hizo parte del proceso ni tampoco estuvo presente a la hora de conocer la sentencia de la corte de Valencia.

Sexo con Julio Iglesias

Para llegar a esta instancia fue crucial el testimonio de la madre de Sánchez, María Edite, quien llevó al juez de la causa a señalar que la "posibilidad de que hayan existido relaciones sexuales entre ellos (Edite e Iglesias) no es improbable ni absurda".

Sumado a eso, la familia de los demandantes entregó los detalles una investigación privada, en la que se pudo obtener ADN de uno de los hijos de Iglesias y que arrojaban un 99,9% de certeza de ese hijo del cantante era hermano de Sánchez, aunque tal prueba sería descartada del fallo que dejó a Iglesias con un nuevo hijo.