La ex Mekano contó detalles de los traumáticos episodios de los que fue víctima y que la tienen en terapia hasta el día de hoy.
Un crudo testimonio fue el que compartió este lunes Karen Bejarano en Buenas Noches a Todos, donde recordó el abuso sexual y psicológico del cual fue víctima durante su infancia y el cual se prolongó entre los 9 y los 14 años.
En medio de la entrevista con Eduardo Fuentes, la ex Mekano contó destalles de ese traumático episodio que debió enfrentar y que la tiene con secuelas hasta el día de hoy.
“Yo fui abusada sexualmente, psicológicamente y físicamente. Cuando yo quería olvidar esa situación y tratar de hacer que en mi vida todo era perfecto, yo empecé a sentir que mi marido no tenía idea de quién era yo, que mi hijo no tenía idea de quién era yo, y que yo no tenía idea de quién era; entonces me vino esta crisis”, reveló en el estelar de TVN.
Y en ese mismo sentido, se desahogó: “comencé a vomitar información, porque todo lo que me había pasado cuando era chica empezó a salir de mí. Durante mucho tiempo me dijeron que yo me tenía que quedar callada”.
Por lo mismo, tomó la decisión de buscar ayuda para tratar de superar de ese tormentoso momento.
“Cuando llega este día en febrero y yo empiezo a contar todo esto, en el fondo era una olla a presión porque mi marido no sabía, se enteró de esa forma y me llevaron a urgencias porque yo estaba con un ataque de histeria y cuando llego me dicen que tengo que quedarme internada”, afirmó.
“Me di cuenta que hablar es sanador. Ya el hecho de poder decir lo que te pasa es un proceso que te ayuda a sanarte y no va a borrar lo que te pasó, yo no puedo hacerlo, pero tengo que aprender a vivir con eso, entendiendo que no soy culpable y entendiendo que hay gente que no lo va a entender”, contó sobre los dos meses que estuvo internada en plena pandemia.
Quiebre familiar
Pero eso no es todo. Además, la ex Buenos Días a Todos se refirió al inesperado quiebre familiar que surgió tras realizar su confesión.
“Eso fue lo más duro porque hay gente que uno no espera (...) Que mi familia lo hiciera no cerraba y me hizo caer en una depresión porque era mi principal miedo (...) Sentía que iba a perder a lo más importante, que era mi mamá. Tenía esa sensación de que podía pasar y pasó”, narró.
Por último, Bejarano contó que fue fue diagnosticada con un estrés postraumático severo con una depresión aguda, la cual incluso la llevó a tener pensamientos suicidas.
“Sigo con terapia, sigo con mi psiquiatra y con psicólogo porque es algo que de verdad yo tengo que trabajar a diario, ya sea el tema de la inseguridad, el amor propio, el conectar con el presente, dejar de vivir del pasado, entender que hay gente que no entendió lo que me sucedió y que la gente a la que yo amaba mucho no pudo con esta información y no supo qué hacer con ella y tomaron a lo mejor el camino más sencillo, que es seguir con su vida”, cerró.