Animador rompió el silencio y contó detalles acerca de varios episodios que tuvieron lugar en el legendario programa juvenil.
Karol Lucero fue el invitado estelar a un nuevo capítulo de ForEva, espacio que se emite por la web y que es conducido por Eva Gómez. Y en esta pasada, el comunicador habló sobre diversos temas relacionadas con su vida personal y otros sobre sus inicios en la TV.
Por ejemplo, la española le consultó sobre su análisis de Yingo, ahora que ya pasaron más de 15 años desde su entreno en pantalla. En concreto, fue consultado por los cahuines y romances que surgían entre los integrantes del extinto programa juvenil de Chilevisión.
“No sé qué tan distinto es a lo que vemos de la docurrealidad de hoy día en la televisión, pero sí en un horario diferente”, reflexionó de entrada el ex panelista del Mucho Gusto.
Además, recalcó que “los adolescentes y los jóvenes de esa época, como también actualmente, somos así. Personas con emociones, que sufren por amor, que viven el amor, conocen a una persona y a otra”.
Incluso, alegó que “la hipocresía social nos haría decir ‘uy qué malo es lo que se muestra en la tele’, pero es la realidad”.
En ese minuto, Gómez volvió a tomar la palabra y le consultó sobre la verdad de los affaire que habían entre los integrantes, los cuales alimentaban cada capítulo del espacio.
“Si bien era un programa de televisión, eran reales los conflictos y las cosas que vivíamos. Yo estaba enamorado y me desenamoraba, quería lesear. ¿Qué es distinto de un joven de 19 años de hoy día?”, admitió.
La revelación de Karol Lucero
De hecho, descartó de plano que el programa estuviera pauteado como varios pensaban por esos años. “La respuesta más simple es que no somos actores. Si a nosotros nos dicen ‘actúen como si estuviesen enojados’, me saldría pésimo. No es real”, recalcó.
Sin embargo, expuso un revelador detalle sobre situaciones que se manejaban para meter ruido y se generar temas de interés para el público.
“Había formas de inducir que ese tipo de cosas ocurran, por ejemplo, yo tenía mi pareja, llegaba otra niña, me hacían grabar cosas con esa niña. Así se generaban episodios para mostrárselo a mi polola, para ver cómo reaccionaba”, recordó.
“No estaba preparado, pero sí inducido”, cerró Lucero.