La ex Calle 7 contó de qué se trata esta técnica espiritual y cómo lo vive.
Cuando tenía 21 años, Kathy Contreras se enteró de que el hombre que le había dado su apellido, en realidad, no era su padre. Para escapar un poco de eso, ingresó a un reality show. Hoy, con 34 años y convertida en madre, vive un proceso de sanación y conocimiento espiritual.
La ex Calle 7 se acercó al mundo espiritual y comenzó un proceso a través de los llamados “huevo yoni” o “huevos vaginales”, que tienen múltiples beneficios como recuperar la confianza, autoconocerse, además trabajar el suelo pélvico.
Ahora, en una entrevista con Caja de Pandora, se adentró un poco más en este proceso. “Es una medicina también, que en el fondo, igual que todas estas medicinas ancestrales, van a lo mismo, cómo a sentirte más segura en el mundo de la materia, a tener más autococimiento de una misma... y siempre mi búsqueda va por ahí, conocerme mejor y también dejarme llevar”, explicó.
“En esa búsqueda, la última medicina que probé fueron los huevos yoni... Este huevito, se puede usar fuera de tu cuerpo… haciéndole cariñito, porque dicen que las piedritas, como que dan energía al cuerpo, porque son piedritas que vienen de la madre tierra, de la naturaleza”, precisó la influencer.
De acuerdo, a lo explicado por Contreras, es una técnica que utilizaban las sacerdotisas y las mujeres que buscaban conocerse a sí mismas.
En un post en Instagram, también explicó que “quiero integrar mi nueva identidad que surgió con mi hija Selva”. “El proceso con el huevito me está ayudando a tener orden, observando e integrando cada memoria y revelaciones que van apareciendo en el camino, paso a paso”, agregó Kathy.
“Ha abierto puertas en el mundo onírico, mostrándose sueños muy reveladores. Pronto ingresaré el huevito a mi vulva, siguiendo este camino de la medicina practicada por las mujeres antiguas, las sacerdotisas”, explicó.
“Lo crucial es encontrar el equilibrio para dirigir la energía hacia la creatividad, concretar proyectos y darles flujo para parirlos con voluntad, decisión y determinación, misma energía que viene del pulso sexual”, cerró.