El comediante escuchó la voz del pueblo y repartió palos en una rutina que alcanzó 52 puntos de rating. Se río de los políticos, y habló de "Plaza Dignidad" y que "Chile despertó".
En apenas media hora de rutina, la opinión fue unánime: "Señor Kramer, vístase". ¿No entendió? Es sencillo. El comediante se dio el gusto de analizar el estallido social a su estilo, y para muestra, un frase: "Llego a Plaza Dignidad, no es Plaza Italia, ahora es Plaza Dignidad", cantó al ritmo de Los Bunkers y "Llueve sobre la ciudad".
Sí, porque el comediante de las "mil personalidades" se subió anoche a la Quinta Vergara, y lo que menos tuvo fue censura. Ninguno se salvó, pues molestó a la Maldonado, Joaquín Lavín (con una notable imitación), Gabriel Boric, Alberto Plaza, Mañalich y Marcela Cubillos. Incluso, mostró carteles de las protestas y bromeó con que había que "levantarse más temprano".
Claro que el momento que más pifias y aplausos recibió fue cuando molestó a Sebastián Piñera. Al recibir una pizza, le reclamó al repartidor que "eso no fue lo que me prometiste". ¿La respuesta? "Para que veas lo que se siente". Sí, combo breaker.
¿Y el momento del partido de tenis? Interpretando a Nicolás Massú, lanzó reflexiones como "este partido es injusto. La pelota fue ancha, perdonazo y clases de ética", y "no son 30 puntos, son 30 años". ¿Algo más? Dio vuelta el match con el sartén de la mamá, gritó que "Chile despertó" y cantó "el que no salta es paco".
UNIDOS
Pero eso no fue todo. Kramer no llegó solo al escenario de Viña, ya que subió a los cabros más populares de las manifestaciones de nuestro país, como "Sensual Spiderman", quien le pegó un "tembleque" de aquellos al "monstruo".
Y si bien no aparecieron las "Calilas y las Mojojos", sí llegaron otros personajes reconocidos en las marchas, como el misterioso "Pareman" y "Baila Pikachu". Y ojo, que en la segunda parte de la rutina, se sumó Paloma Soto, su esposa.
Y tan bueno fue el show de Stefan, que la risa de Pancho Saavedra se escuchó en toda la transmisión. Bueno, el periodista se ríe hasta con los cambios que hace Mario Salas, pero el rating esta vez le dio la razón: el humorista marcó 52,2 puntos entre los dos canales. ¡Seco!