La Firme con Pía Pérez: “¡Nunca me he sentido la ‘niña bonita’! Tengo confianza en mi rigor e inteligencia”

Entrevista en profundidad a Pía Pérez, periodista de Canal 13, para La Firme. Foto: Andrés Pérez
Entrevista en profundidad a Pía Pérez, periodista de Canal 13, para La Firme. Foto: Andrés Pérez

La periodista es rostro estrella del área digital de Canal 13, pero su breve faceta de meteoróloga la reveló a un nuevo público, al que conquistó de inmediato. Tras este popular hito, repasa su trayectoria, momentos lindos y complicados, vislumbra el futuro y disfruta el presente. “Soy un libro abierto, no tengo rollo con mostrar mi vida”, declara.

Tal vez sólo sea una impresión, pero algo pasa con Pía Pérez Herrera (29) que, mientras se mueve por los pasillos del Canal 13, varios compañeros y colegas se acercan para saludarla cariñosamente, y la periodista responde con expresivo afecto. También, mientras es entrevistada por La Cuarta en una sala de la casa televisiva, cada tanto pasa alguien por fuera y le hace gestos, los que ella tiernamente corresponde.

La oriunda de La Florida hace un rato que ocupa un rol protagónico en la pantalla digital del canal, siendo la conductora de los reacts de Tierra Brava, ¿Ganar o Servir? y ahora Hay Que Decirlo. Sin embargo, durante las Fiestas Patrias, tuvo que hacer de meteoróloga de TV en El Tiempo, dándose a conocer entre públicos “mayores” —según dice—, haciéndose también viral en TikTok entre los más jóvenes y sus seguidores en Instagram se triplicaron.

—El otro día mi jefa me dijo que era tendencia en Google, que la gente buscaba “Pía Pérez periodista” —comenta la comunicadora, sacando pecho—. Fue súper impactante.

Para ella, esa suerte de peak popular “es reafirmar que lo estoy haciendo bien y, en el fondo, callar a mis propios fantasmas que me hacen sentir que no soy suficientemente buena”, reflexiona. “Me puedo desenvolver en otro formato y tengo talento para enfrentarlo de buena manera”.

En conversación con La Firme, “Piita” repasa su infancia y adolescencia floridana; el estrecho vínculo con su familia, en especial con Catita, su hermana con discapacidad que, a su vez, es su mayor “fan”; la “depresión muy fuerte” que sufrió muy tempranamente, gatillada por un “mal amor”; sus tiernos inicios televisivos en Cubox, el recordado programa infantil de Canal 13; sus catorce años de relación con quien hoy es su marido, Francisco González; su intento por convertirse en concejala con sólo 21 años; sus sueños como comunicadora; los efectos que ha tenido su fugaz faceta meteorológica en sus redes sociales; lo que se viene en Palabra de Honor, el próximo reality; sus proyectos profesionales y de vida…

Eso y mucho más, a continuación, para conocer su camino recorrido.

LA FIRME CON PÍA PÉREZ

Un lugar que me gusta muchísimo de La Florida es el cerro Panul, el más emblemático de la comuna. íbamos a caminar con mi papá y mis hermanas. Disfrutábamos muchísimo del medio ambiente; él nos enseñaba de los árboles y los pajaritos. Es súper bueno para la talla, nos reíamos un montón. Él, que es muy de contemplar, una vez nos dijo: “Por favor, silencio...”. Nos quedamos calladitos y dijo: “Escuchen a este pajarito, se escucha un pajarito raro...”. Nos quedamos calladitos, viviendo ese momento... Y de repente se tiró un peo, y todos “WUAJAJAJA”, explotamos de la risa. Nos daba ese tiempo, a pesar de que su agenda siempre estaba muy ocupada entre el trabajo y las cosas de la casa.

Quería ser actriz, bailarina, periodista, escritora, artista, fotógrafa, cantante... ¿Por qué el Periodismo? Siempre fui súper histriónica, ponía caras y la gente me decía que era como Jim Carrey, jajaja, no le tenía miedo al ridículo. Nunca me sentí como “la niña bonita”, ¡nunca! No tenía vergüenza de tirar la talla. Siempre me gustó el Teatro, por lo mismo, decía: “Qué bacán la comedia”. Me encantaba. Pero me fui dando cuenta de que había otras cosas que también me gustaban muchísimo. Siempre fui muy tevita y me gustaba que los periodistas fuesen tan versátiles, no solamente abordar la contingencia, también que pudiesen tirar la talla y ser espontáneos. Y mi papá siempre me dijo: “Tienes que estudiar periodismo, estás pintada para eso”.

Pia Perez
"Mi papá siempre me dijo 'tienes que estudiar periodismo, estás pintada para eso'”, recuerda Pía. Foto: Andres Perez

Mi hermana Catita, dos años menor, nació con una discapacidad que se llama trastorno de migración neuronal, y tiene hartas cosas más, lo tiene todo, jajaja. No habla por esta misma condición, y no camina, pero se expresa con su rostro perfectamente, o sea, se ríe a carcajadas y cuando se enoja pone cara de “cara de topo”, como decimos nosotros (Arruga el rostro). Uno le entiende todo, absolutamente. Nació así y es parte de mi vida. Es la persona que más amo en el mundo, la adoro, tenemos una conexión tan especial. Mi vida y la de nuestra familia giraba en torno a la Catita que, si bien no caminaba ni hablaba, siempre le hablamos como a una niña totalmente normal; está muy estimulada. Cuando nació y se dieron cuenta de que tiene esta condición, a mi mamá, le dijeron que la Catita sería “como un pañuelo”, que no haría nada, como en estado vegetal, que con suerte abriría los ojos. Pero mi mamá siempre buscó asesoría por todos lados, y en una fundación le dijeron que tenía que tratar a la Catita como una “niña normal”, para que se sintiera completamente incluida. Mi mamá obviamente le daba todo el amor del mundo, pero cuando tenía que llamarle la atención, lo hacía: “¡A ver, Catalina, colabora”, y ella ponía su cara de “topo”. Yo cuando salí a jugar a la calle, generalmente salía con la Catita, la llevaba a dar un paseo. Todo el mundo la conoce y la quiere muchísimo.

Yo tenía dos años cuando nació la Catita. Por supuesto que ella requería toda la atención de mi mamá; pero no podría decir que “me faltó mi mamá”, porque mi hermana mayor siempre tuvo un rol muy materno conmigo; jugaba conmigo, me alentaba, potenciaba mi creatividad, hacía que yo actuara, se reía de todos mis chistes y me aplaudía. No sentí tanto la ausencia de mi mamá, que dentro de sus limitantes, trataba de hacerme sentir muy querida. No podría decir que lo resentí. La Catita me inspiró mucho amor. Es más, cuando nació mi hermana menor-menor, la Panchi, tenía mucho miedo de que mis papás dejaran de lado a la Catita. Para mí, la Panchi era “el bebé” nomás, y la Catita era: “LA CATITA” (Dice en tono de adoración). Mi vida era la Cata, estaba centrada en ella.

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Pía analiza la estrecha relación que tiene con su hermana Catita, a quien califica como su "fan" máxima. Foto: Andres Perez

Por tener la Catita sus defensas bajas, muchas veces en los inviernos y otoños no podíamos sacarla mucho. Todo lo hacíamos en torno a la casa, al dormitorio de mis papás donde estaba la Catita. Veíamos mucha tele, compartíamos mucho y todas las dinámicas familiares se daban ahí. Por eso siempre digo que yo soy muy tevita, porque las condiciones de mi vida y las circunstancias determinaron que estuviese mucho al lado de la Catita viendo tele. Sé harto de la televisión nacional. Muchas veces, en invierno, decía que no quería salir a jugar porque me quería quedar con la Catita. Para mí era importante, no la quería dejar sola. Quería que se divirtiera y riera. Fui la primera que hizo reír a la Catita, a carcajadas. Yo era bien desordenada, andaba pintando el mono: estaba en una silla y hacía como que me caía, ¡y eso a ella le encantó! Hasta el día de hoy, súper burlesca.

Muchas veces a la Catita la teníamos que llevar al hospital. Le daba neumonía. Fueron momentos muy difíciles. Se atendió en el Sótero del río, que le tengo mucho cariño, porque no solamente trataron de ser muy profesionales con la Catita, sino que también contienen mucho. Mi papá trabajaba, pero muchas veces se tuvo que quedar en la noche con la Catita; mi mamá muchas veces se quedaba día y noche; y yo cuando ya estaba en la universidad, le decía “mamá, despreocúpate, ándate a dormir y me quedo en la noche con la Cata”. Me quedaba estudiando; me ponía a conversar con las enfermeras y se fueron generando vínculos súper bonitos... Pasamos hartos momentos bastante difíciles con la Cata, en que estuvo al borde de la muerte y tuvimos mucha fe. Soy muy creyente, por mi historia de vida.

La Catita es mi principal fan ahora. Mi mamá le proyecta en la tele todo lo digital que hago, por ejemplo, el React (de Hay que decirlo y ¿Ganar o Servir?), y lo goza, lo pasa increíble, todos los días. Además es una forma de que me vea más, porque ahora estoy viviendo más lejos de mis papás, en Colina. Y la Catita me ve, disfruta muchísimo y se siente más cerca de mí. En El Tiempo también me veía y disfrutaba. Muchas veces en el React le mando saludos: “Un besito a la Catita”, digo. Creo que nadie entiende mucho, o las personas que me siguen desde hace tiempo sí; pero lo digo porque sé que cuando la nombro, ella se pone... feliz.

Tengo un vínculo muy especial con la Teletón, porque acompañé a mi mamá mucho tiempo a las terapias de la Catita, y conozco la Fundación Teletón desde dentro; me encanta, tengo una opinión súper positiva. A veces incluso me molesta cuando la gente empieza a criticar a la Teletón, porque, la verdad, es que sólo las personas que tienen acceso a terapias ahí y las familias de ellos sabemos bien la misión y la tremenda labor que cumple la Teletón.

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La periodista ha podido conocer de cerca la Teletón por su historia familiar. Foto: Andres Perez

Estaba viendo tele con mi hermana Catita un domingo por la mañana y salió un comercial de un casting masivo para ser co-animadora de Cubox. “Oooh, esta es la mía”, dije con 12 años. El casting se hizo en el Mall Plaza Vespucio, con público. Me tocó, me subí al escenario y lo di TODO, me sentí muy cómoda y dije: “Esto me encanta”. Compartí con Eileen Aguilar, la animadora, que me sentí muy bien con ella, tuvimos harta química... Anunciaron de inmediato al ganador y no quedé… Pero toda la gente, cuando bajé del escenario y me fui, me decía: “¡Debiste haber ganado!”, y se acercaban a mi hermana y mi papá, que estaba chocho. “Al parecer no soy tan buena”, pensé... Pasaron dos semanas, un día llegué a mi casa y mi abuelita me dijo: “Mijita, te llamaron de Canal 13 y dicen que quedaste para Cubox”. “¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!”, exclamé. “Me explicaron algo de que la niña que había quedado (antes) estaba apitutada y que eras la verdadera ganadora”, me dijo. Yo saltaba como loca por la casa, feliz. No teníamos a nadie relacionado con la televisión. A mi mamá creo que no le gustaba tanto exponerme, pero mi papá era como “dale nomás, tú puedes, ¡eres la mejor”.

Hablo mucho de mi papá, porque mi mamá siempre estaba con la Catita, entonces él con mi hermana mayor eran los que me trasladaban. Mi papá me llevaba a las sesiones de grabación para Cubox. Creo que ahí tomé la decisión de ser periodista, a pesar de que obviamente uno tiene crisis vocacionales, porque, por ejemplo, en cuarto medio algunos profes me decían “estudia Derecho”, porque tenía buena memoria. Pero mi papá siempre me decía: “No, tienes que ser periodista”. Estuve cuatro meses en Cubox y lo pasé increíble. Es heavy, por eso Canal 13 lo siento como mi hogar, porque partí aquí desde muy niña. Lo de Cubox no fue azaroso, tal vez tenía que llegar para hacer carrera en esta señal. Soy muy camiseteada. Estuve en Cubox, ya de grande llegué a T13, que me llamaron justo cuando había quedado CHV, ¡como jamás le pasa a los periodistas! Me llamaron de acá y me vine. Me cambiaron a medios digitales cuando vieron que tenía potencial para cosas en frente de pantalla.

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Pía recuerda cómo su paso por Cubox, con 12 años, confirmó sus ganas de ser periodista. Foto: Andres Perez

A los 12 años me pasaron muchas cosas. Siempre he sido muy alegre, de verle el lado positivo a todo, pero en extremo. Eso me llevó a nunca vivir las penas como tenía que vivirlas siendo una niña. A pesar de tener una vida feliz y muy bonita, por supuesto que también nuestra familia sufrió altos y bajos; pero como siempre disimulé mis tristezas, nunca las viví ni las conté. Guardé mucho. Pasó que tuve un mal amor. Me enamoré de una persona más grande, de 17 años, y yo tenía 12. Cuando pasó esto, que fue un amor muy malo, que me hizo sufrir mucho, me puso el gorro, fue difícil. Yo creía mucho en el amor de princesas y cuentos de hadas, siempre genuina. Para mí, él era como un príncipe. Y cuando me decepcionó, fue terrible. Como que se me cayó el mundo. En paralelo, la Catita también tuvo problemas de salud, y estuvo bien mal; y además tuvimos algunos problemas familiares que fueron MUY difíciles, pero no los puedo contar. Nos remecieron profundamente como familia.

Me dio una depresión muy fuerte. Lo pasé muy mal, estaba muy triste. Amanecía y decía como: “Yo no debería estar viviendo esta vida, no estoy bien”. Mis papás nunca vieron señales, porque nunca les quise dar preocupaciones, que se entristecieran conmigo porque ellos también tenían muchos muchos problemas. Cuando ya dieron cuenta que había tocado fondo, me llevaron a la psicóloga, que tuvo un par de sesiones conmigo, y le dijo a mis papás que “lo que pasa es que la Pía siempre fue un payasito triste”... ¡Heavy! Me emocionaba hablarlo... No quería que la gente se entristeciera por mí, quería que estuviese feliz, contenta, dichosa. Mis papás me prestaron mucha atención y trataron de abordar la situación con profesionales. Esa frase de la psicóloga marcó mucho a mis papás y a mí.

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Si bien se define como una persona especialmente alegre, Pía pasó por un periodo bien duro durante su adolescencia. Foto: Andres Perez

Me permití vivir la pena, porque después de todo, cuando uno transita la tristeza, aprende lecciones para toda la vida. También ahora me pasa que cuando veo a alguien triste me aflijo un poco, es como “¡ay, no!, no quiero que esté triste”. Me complico. Cuando uno pasa tristezas muy importantes en la vida, uno no quiere que los demás pasen por lo mismo y empatiza en extremo... Hoy me pasa lo mismo que a esa Pía chiquitita, que quiero que todos estén alegres, pero también me permito sentir.

Mis papás me dieron más permisos, empezaron a tener más apertura, para que me pudiese expresar. Justo estábamos en el tiempo de los “pokemones” (tribu urbana de los 2000) y les dije: “Me quiero teñir el pelo”. Me teñí la chasquilla rosada y volví a reencontrarme con un amigo que su abuelita vivía cerca, que era mi vecina. Era Francisco (González), mi actual esposo. Él me dijo que cuando me vio con la chasquilla rosada, con todo el estilo, jaja, se enamoró. Aún no estaba tan recuperada de mi pena de amor, pero estaba en terapia, ya era consciente de lo que me pasaba, mis papás se estaban haciendo cargo y yo también. Francisco me hizo muy bien en la vida. Es más analítico, más matemático, lógico y no tan emocional; me vino a equilibrar desde desde chiquitita.

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En algún momento, Pía decidió teñirse la chasquilla rosada, una pequeña decisión que marcaría su destino. Foto: Andres Perez

Los juegos cambiaron: antes jugamos fútbol o tombo, pero después ya se transformaron en “el semáforo” y cosas así. Francisco (González) fue muy perseverante, iba a buscarme todos los fines de semana; como me gustaban los grandes, yo lo veía chico; me juntaba más con los amigos de mi hermana mayor, y como andaba con esta depre, mi mamá me mandaba siempre con ella a todos lados. Me iba bien en Historia, Lenguaje y todo eso, pero Matemática era mi punto débil, y Francisco me decía: “Te ayudo, te enseño, tengo tiempo”. Me enseñaba Matemáticas y me coqueteaba, me cerraba el ojo; ¡y yo igual coqueta! Se daban dinámicas muy entretenidas. Me conquistó con su perseverancia, su profundo cariño, simpatía, muy chistoso y lo encontraba brillante; hasta ahora, lo encuentro extremadamente inteligente, sabe de todo, le gusta mucho estudiar. Muy capo.

A Arturo Guerrero, vocero de la Vega Central, lo conocí en mi primer año en la Universidad de Santiago. Yo estaba en Facebook y, de repente, salió un casting para un panel en la tele, un programa que se llamaba Más que dos, en TVN, y fui. Nos hicieron debatir, y pa’ eso sí que soy buena, porque soy bien informada y estudio. Me puse a debatir y les gusté mucho a los productores. De ese casting masivo seleccionaron a un par de personas, entre ellas yo y también Arturo Guerrero. Tuve que trabajar en lo que se denominó “El panel del pueblo”, del programa animado por José Miguel Viñuela y Claudia Conserva. Fue una experiencia muy entretenida, que también me reafirmó que “me quiero dedicar a esto”. Me hice amiga de Arturito Guerrero, y lo admiraba muchísimo, por su desplante, su bla-bla y la cultura popular que tiene súper arraigada... Ahora ya no hablamos con Arturito.

Conocí a Felipe “Chico” Camus, muy entretenido. Me tiraba mucho la talla, era un personaje coqueto y divertido; en ese tiempo estaba soltero. Me apoyaba mucho y me decía que me veía mucho potencial, me encontraba muy carismática y simpática. No le creía mucho porque pensaba que venía desde una actitud más coqueta. Tuve súper buena relación con él. Tres años antes, yo había ido a TVN a pedir autógrafos para las alianzas, y lo conocí. Creo que él no se acordaba de mí, pero yo tenía un par que amigas que lo admiraban. Conocerlo en TVN fue como: “¡Wow!, me estoy codeando con las estrellas”, jajaja.

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Pía recuerda que en un comento tuvo bien buena onda con Felipe "Chico" Camus, ex-Calle 7. Foto: Andres Perez

Estuve en la iglesia mormona de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ¡toda mi vida! Tengo los mejores recuerdos. Soy muy cristiana, por mi experiencia de vida; no podría negar los milagros que he presenciado en mi vida, como que la Catita esté cuando le dieron una expectativa de vida de un año. Ahora no voy a la iglesia, me alejé un poco, pero jamás podría hablar mal de mi iglesia. Tener fe es muy bonito. Respeto mucho las creencias de todo tipo. Siempre uno tiene que ser buena persona, porque de esa manera Dios te va a bendecir y ayudar. Siempre la iglesia es buena instancia para acordarse de principios y valores que uno tiene y ser agradecido de la vida que logras. Es bueno tener instancias de espiritualidad. Lo primordial es hacer el bien, independiente de la institución a la que vayas o no.

En el 2016 fui candidata a concejala para La Florida, con 21 años; creo que era la más joven de todo Chile. Me motivó la vocación social, que para mí siempre ha sido un tema. Me gusta mucho ayudar a la gente, por mis mismas circunstancias de vida. Creo que tengo una labor importante con la discapacidad, la inclusión y el trabajo de las dueñas de casa. Sentía que, a través de una carrera política, podía ayudar en esas áreas. Por eso decidí involucrarme de muy chiquitita. Pero ahora, ya de más grande, he entendido que uno desde otras veredas también puede ayudar. Me retiré de ese mundo porque también es muy hostil, porque es difícil e ingrata la política, y muchas veces no es tan limpia. Preferí, desde otros escenarios, ayudar a la gente y potenciar mi vocación social. No volvería a incursionar en política... o sea, nunca digas nunca… pero ahora no tengo interés, quiero seguir mi carrera en Periodismo y tengo otras inquietudes en que desde las comunicaciones puedo ayudar muchísimo.

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En algún momento Pía quiso hacer cambios desde la política, pero finalmente decidió irse por otro lado. Foto: Andres Perez

En pantalla y con redes sociales puedo tener un contacto con la gente súper directo y cercano. Hace unos meses me escribió una señora de Valparaíso, que se le había quemado la casa, y me dijo: Pía, tú con Ni Tan Zorrón han sido una ayuda tremenda para mí, para mi estado de ánimo, para volver a vivir con ganas, gracias a la energía, buena onda y cariño que transmiten”. Eso quiero ahora, acompañar a la gente, llevarles alegría, y contingencia también, de forma amable y democrática, para que todas las personas entiendan qué está pasando en el país.

“¿Por qué no sales en pantalla? Si tienes un ángel, naciste para esto”, me dijo alguna vez Martín Cárcamo en el 2018. Yo llevaba como una semana trabajando, súper poco, acá en T13. Estaba en la sala de redacción de prensa y Martín —en esa época en Bienvenidos— dio una vuelta por el canal (con la cámara para el matinal), se encontró conmigo y quedé como: “¡Oh, Martín Cárcamo!”, a quien nunca había visto, y me dijo: “Tú deberías salir en pantalla... ¿qué haces?!”. Me preguntó mi instagram y le dije “@piitamarcela”, un poquito tímida. Tenía el instagram privado y me llegaron como 600 solicitudes de seguimiento, ¡por haberlo dicho un segundo!... Recuerdo con mucho cariño ese momento. No me creí el cuento, me lo tomé como una humorada. Obviamente me gustaría reencontrarme con Martín Cárcamo y que el día de mañana podamos trabajar los dos, “el par de rucios”, jajaja.

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"Me gustaría reencontrarme con Martín Cárcamo y que el día de mañana podamos trabajar los dos", declara Pía, quien tuvo un breve intercambio con él en el 2018. Foto: Andres Perez

¿Mi personaje favorito de Ganar o Servir? Me encanta Pangal (Andrade); ha sido un muy buen personaje, no sólo porque como competidor es brillante, como él no hay otro, también porque en la convivencia ha demostrado un rol muy importante dentro de las dinámicas de la casa: un líder nato, le gusta echar la talla, es muy papá con sus compañeros, pero también ha tenido muchos conflictos con Luis Mateucci que— para qué estamos con cosas— a la gente les gusta ver discusiones, peleas y tomar partido por sus participantes favoritos. Encuentro muy entretenido a Mateucci, muy chistoso, pintado para los realities, sabe muy bien el formato, juega y provoca mucho. Pamela Díaz también fue un súper buen elemento, generó situaciones polémicas que las personas esperaron mucho. Y para qué vamos a decir Oriana Marzoli: ella es un reality, es un personaje extremadamente divertido de ver, impredecible, muy transparente y cuando se enoja explota; muchas personas se sienten identificadas y hay gente que le juzga, y a propósito de sus mismas actitudes ponemos en la palestra algunos temas para conversar: lo explosivo, las lealtades y las relaciones de pareja.

Entrevisté a Sofía “Sabélo” Camará y me encantó. Fue una conversación tan entretenida, porque tuvo ribetes de todo tipo; vimos sus momentos más críticos, enojada con la Botota (Fox), pero también pudimos hablar de diversidad, y fue muy interesante. Ella expone que encuentra maravilloso —y comparto su visión— que hoy en la televisión chilena se pueda hablar de estos temas, mostrar a una persona transformándose en una mujer, con todo lo que hay detrás: las pelucas, el maquillaje y los vestidos. Además de ser muy fascinante, genera una conversación en la casa y es súper importante que se puedan mostrar esas realidades, porque, sin duda, hay personas que se verán interpretadas con “Sabélo” y dirán: “Me pasa lo mismo, no es raro, es normal”. Es pura ganancia para la televisión chilena y espero que se sigan abriendo espacios de personajes LGBT y mostrando este Chile que muchas veces se trató de ocultar.

Pía Pérez
Pía Pérez, junto a Ni Tan Zorrón, están a cargo del React de Ganar o Servir. FOTO: Cedida en Canal 13

“Vas a ser un rostro muy importante de la televisión”, me dijo Mariela Sotomayor en el React de Ganar o Servir. Qué lindo. Me tomo con mucho cariño esas palabras. Agradezco mucho que ella se haya dado el tiempo y tenido la generosidad de dedicarme palabras tan bonitas; no cualquiera lo hace... Al principio me lo tomé con sentido del humor, pero después ella, cuando se acabó el programa, me agarró de la mano y me dijo: “Tómate en serio, lo que te dije es cierto”. Me hizo click y dije: “Podría ser”.

En eventos me ha pasado que me reconocen. La primera vez fue raro. Soy súper buena para comer, entonces después de trabajar me aparté, me puse en una orillita, me estaba comiendo unos canapés y se acercaron dos niñas y me dijeron: ¡Hola, Piita, ¿cómo estai?! ¡Tú eres la que sale en el React!”. Me abrazaron y me dijeron que me admiraban mucho, que les gustaba mucho cómo era, súper natural y no de poses. Me dijeron eso y me hizo sentir TAN bien. Fue una energía al corazón tipo: “Me gusta, tengo que seguir siendo así”. A la gente le gusta esa Pía Pérez que es buena pa’ comer, que tira la talla, que se ríe, que dice lo que piensa, que es conciliadora y que le gusta leer o escuchar distintos puntos de vista... Fue extraño pero muy emocionante.

Medios digitales de Canal 13 está trabajando en una propuesta para Palabra de Honor. En Tierra Brava le fue muy bien a nivel digital y en ¿Ganar o Servir? la rompimos, fue muy buena la apuesta, de hecho, empezamos a las 9 de la noche haciendo la previa extendida, hemos entrevistado a cada uno de los eliminados de Ganar o Servir y también a sus familiares. La gente se siente parte. Pero en Palabra de honor se vienen proyectos MÁS entretenidos y potentes. A la gente le encantará, le gustará muchísimo, no solamente porque el reality va a estar muy bueno, sino porque la propuesta será muy original, y por supuesto seguiremos acompañando a todos los fanáticos.

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La periodista da algunas pistas de lo que será Palabra de Honor, el próximo reality. Foto: Andres Perez

El reemplazo en El Tiempo fue heavy lo que generó. Cuando me pidieron que lo hiciera, dije “ya, feliz, ningún problema”, no lo pensé dos veces. Nunca pensé en la repercusión que tendría, ¡jamás lo imaginé! Es impresionante los cientos de mensajes que me llegaron a Instagram. Jamás pensé que me iba a hacer viral en TikTok, ¡nunca, nunca! A partir de ese viral, llegó mucha gente a mi instagram, y muchas adultas mayores que me escribieron y me decían: “Hijita, qué lindo verla, me encantó conocerla, se nota que es muy simpática, carismática y tiene un ángel especial”. Me llenaron el corazón, sobre todo porque llegué a un a un rango etario distinto, porque en el React los jóvenes me conocían más. Ahora fueron personas más adultas, que se sintieron acompañadas, que les gustó verme y sintieron real mi sonrisa. Eso no tiene precio.

Hace poco me escribió por Instagram la profesora de una sobrina, Agustinita, que es muy parecida a mí, y me dijo: “Hola Piita, ¿cómo estás? Te quiero contar que Agustina me contó que saliste en El Tiempo, y que ella te vio; se veía muy orgullosa y la felicité”. Me puse a llorar, JAJAJA. Soy súper sensible. El otro día otra sobrina me hizo una carta y puso que yo era “más brillante que el sol”. Me encantó po’. Obvio que la puse en el refrigerador.

Nunca me he sentido la niña bonita, ¡nunca! De lo que sí tengo confianza es de mi inteligencia y mi rigor. Siempre he confiado mucho en que si yo estudio, trabajo en algo, puedo hacerlo bien. Pero como soy un poco insegura, estudio el triple. Para el desafío de El Tiempo, no solamente vi muchas veces a la Caro Infante y a la Maca Sánchez, que lo hacen increíble, también en una libretita anotaba los cuadrados de cada una de las ciudades y traté de practicar en el reflejo del vidrio... Soy una persona insegura, en algunos aspectos, pero muy confiada de mi inteligencia y mi rigor. Pero por supuesto lidiar con la inseguridad es un tema. Para sentirme muy segura y conforme, tengo que estudiar el doble. Es algo que valora muchísimo mi jefe.

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"Para sentirme muy segura y conforme, tengo que estudiar el doble", declara Pía. Foto: Andres Perez

“La gente me ve y tiene prejuicios, pero soy hija del rigor, no tengo pitutos”, dije en entrevista a FM2. Los prejuicios no me complican tanto, no es algo que me haga mal. La gente a veces opina desde el desconocimiento y no puedo juzgarla; juzga desde sus experiencias de vida o la de conocidos, y dice “esta niña está ahí por el papá, por el tío, por el primo...”. Pero en mi caso estoy aquí por mi esfuerzo. No tengo ningún abuelo, no tengo ningún primo, ni en primer ni en segundo grado, que esté en la televisión. Nada. No tengo absolutamente a nadie. Todo lo que he construido y lo que soy ha sido gracias a mi ímpetu, mi fuerza, mi esfuerzo, al trabajo que he hecho día y noche, y al rigor.

Soy muy rigurosa y disciplinada, y mi papá siempre me dijo: “Puedes ser una persona muy inteligente y muy bonita, pero si no eres perseverante no vas a llegar a ningún lado”. Lo tengo tatuado en mi corazón y mente. Sé que la única forma de ganar distintos espacios y posicionarse es con mucho trabajo, tal como lo hace la mayoría de los chilenos. Soy hija del rigor. No tengo ningún pituto, trabajo desde los trece años. Soy muy fiel a mis raíces, no tengo ni una vergüenza de decir que vengo de una familia de esfuerzo. Creo que puedo representar a muchos chilenos y chilenas que se han sacado la cresta por surgir y cumplir su sueño.

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"Soy muy fiel a mis raíces, no tengo ni una vergüenza de decir que vengo de una familia de esfuerzo", declara Pía. Foto: Andres Perez

Soy un libro abierto, soy muy natural y no tengo rollo con mostrar mi vida. Muy genuina en ese sentido. No anda con poses ni artilugios. Me ves en la casa de mis papás o en el canal y soy tal cual. Creo que la gente lo valora muchísimo: ser natural, siempre, en cualquier circunstancia. Me han recomendado muchas veces que tenga cuidado con las redes sociales, que no muestre ciertas cosas; pero, la verdad, creo que a la gente le gusta ver la vida común y corriente. No busco mostrar perfección, busco mostrarme, que conozcan a la Pía Pérez que es sencilla, buena pa’ la talla, divertida, media loca a veces, que tiene perros, que los perros ensucian la casa, y listo... es parte de la vida y creo que hay que mostrarlo también. La gente necesita ver menos estereotipos, menos gente que quiera sólo mostrar perfección y belleza. La gente también quiere sentirse identificada e interpretada con tu vida.

Seguiré mostrando mi vida, ahora que subí de 16 mil a 44 mil seguidores en Instagram. Con lo que sí tendré más ojo es con mi marido, jaja, porque nos han pasado cosas bien chistosas en ese sentido; por ejemplo, en su antigua pega, un trabajador se le acercó y le dijo: “oiga, lo encontré en Instagram”, y él le preguntó “¿cómo me encontraste en Instagram?”; es mucho más reservado, y el otro le contestó: “Sigo a su señora y me salió en un reel”, JAJAJA. Francisco me dijo: “Mi amorcito, trata de mostrarme un poquito menos”. Prefiere no estar tan expuesto y, cada vez que subo una foto con él, le pregunto. Generalmente no tiene problema, pero prefiero consultarle, no le gusta tanto exponer su vida.

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"Busco mostrarme, que conozcan a la Pía Pérez que es sencilla, buena pa’ la talla, divertida, media loca a veces", plantea la periodista. Foto: Andres Perez

Admito que me ha empezado a seguir harto hombre en redes sociales; pero también, hartas mujeres, y me gusta, porque son súper efusivas, sus mensajes los valoro mucho, porque la sororidad la he podido sentir mucho en este último tiempo, me han deseado todo el éxito del mundo y he notado mucha sinceridad en esas palabras. Me piden mucho que no cambie, que siga siendo fiel a mi esencia, identidad y teniendo la misma comunicación con mis seguidores. Antes yo le respondía a todo el mundo con un corazón, “muchas gracias” o “te pasaste por tus palabras”. Ahora se me hace un poco más difícil, porque son más personas, pero igual trato de hacerlo, me doy el tiempo... También ha llegado gente media prejuiciosa; por ejemplo, una me puso en TikTok que yo “jamás había andado en la (micro) 210″... obviamente me di el tiempo para responderle y le puse: “¿Cómo que no he andado en la 210? Todos los santos días me iba en esa micro desde la Usach hasta mi casa en La Florida”... En general, la gente es muy amorosa y simpática.

Hay seguidores coquetos que me dicen que soy el “crush” (amor a primera vista), “la nueva crush chilena”; me lo tomo con mucho sentido del humor, no me pongo grave, ¡para nada! Siempre que lo digan de forma respetuosa. Me he reído mucho con los comentarios, me han escrito hasta poemas, jajaja. Me da risa esa intensidad, me entretiene, les respondo con harto cariño porque agradezco que se den el tiempo. En general no me ha tocado nadie pasado para la punta, toda la gente muy desde el respeto y cariño.

Muchos me encuentran parecida a la actriz Elizabeth Olsen, ¡heayy! Me encuentro cero parecida, pero me siento súper honrada de que me encuentren parecida a Elizabeth Olsen, o sea, ¡es preciosa, muy bella! Me siento la reina del mambo si me dicen que me parezco. También me decían mucho en el React que me parecía a Jennifer Lawrence; tampoco me encuentro parecida, en lo absoluto, creo que no tengo ni una brisa de ella. Me siento súper honrada de esos piropos, ¡y creo que en Halloween me tendré que disfrazar de la “Bruja Escarlata” (interpretada por Olsen) po’! Hay que darle en el gusto al público.

Pia Perez
"Me he reído mucho con los comentarios, me han escrito hasta poemas", comenta Pía. Foto: Andres Perez

Tengo una relación muy sana y bonita con mi cuerpo... pero es un camino... Me gusta mucho bailar y sentir que mi cuerpo me permite hacer las actividades que quiero. Cuando empecé a ser consciente de eso, me hice más cariño, entender que mi cuerpo no es perfecto —no tiene por qué serlo—, pero le tengo que agradecer vivir esta vida de forma tan bonita. Hoy estoy más confiada de mí, tengo una relación mucho más sana conmigo misma, siendo menos dura. Siendo dura conmigo misma no lograba nada. Soy más reflexiva y entiendo que mi cuerpo no lo es todo; tengo otros atributos que hay que destacar: mi inteligencia, mi perseverancia y capacidad de trabajo. Sumando mi cuerpo, y todas mis otras virtudes, tengo que ser agradecida de la vida y de Dios por todo lo que tengo. Me relaciono conmigo misma de forma mucho más sana, menos dura, me critico menos y me hago más nanai al corazoncito.

Uno crece, madura y entiende que hay cosas más importantes que sentirte bonita, regia o de cierta manera. Era muy, muy crítica conmigo misma. Como soy muy rigurosa con todo lo que hago, por ejemplo, cada vez que aparecía en pantalla o en las redes sociales, me criticaba mucho. Una vez tuve una conversación con un jefe y me dijo: “Eres muy dura contigo misma, date cuenta, trátate con más cariño; estás creciendo, progresando” y “hay inseguridades que tienes y que la gente ni siquiera las percibe, tú eres la que se critica”. Y me di cuenta: “No estoy siendo amable conmigo misma, y tengo que serlo; después de todo, gracias a mi esfuerzo y al trabajo arduo he podido estar donde estoy”.

¿Animar alguna vez el Festival de Viña? Creo que todos los periodistas desean mucho estar en el Festival, porque es el certamen latinoamericano más importante. Por supuesto que es llamativo, es un escenario que tiene mucha visibilidad; pero también requiere de mucha responsabilidad de los animadores que asumen el desafío. Sin duda creo que es un sueño, pero paso a paso, cumpliendo metas y aprendiendo, porque es un escenario superlativo y, para pisar ese escenario tienes que estar realmente preparada. Es un escenario que merece muchísimo respeto.

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Si bien aún lo considera prematuro, Pía igual declara que es un "sueño" animal el Festival de Viña. Foto: Andres Perez

Nunca fue mi idea casarme relativamente “joven” (27). No tenía tanta expectativa de mi relación, pero cuando las cosas se fueron dando de forma tan mágica y bonita, obviamente me dieron ganas y le echaba la talla a Francisco así como “ya po’, ¿y el anillo pa’ cuándo?”. Estaba la secreta intención, pero se lo tiraba como chiste. Tenía ganas de construir mi hogar, era tiempo. Me da la sensación de que la vida te indica, te da señales de que ya es tu tiempo de irte de la casa de tus papás o de tomar ciertas decisiones. Siento que estábamos muy conectados con Francisco y me pidió matrimonio, nos casamos y ha sido una etapa muy bonita. En algún momento, en la universidad, nos distanciamos, pero por muy poquito rato.

Nunca creí que duraría tanto tiempo con Francisco, catorce años juntos. Creo que una de las cosas primordiales es darse el espacio; vivo mi vida, salgo con mis amigas, voy a bailar, me doy el tiempo para estudiar, trabajo con horarios muy difíciles, y él lo respeta muchísimo, al igual que yo a él. Amar en libertad es lo más importante. Por otro lado, la admiración mutua; admiro mucho que sea muy brillante, tan noble y que ame a la Catita. Me cautivó. Y él me admira mucho, siempre tiene palabras de aliento, en los momentos que me siento más baja, insegura con mis fantasmas, me dice: “Eres buena, puedes, vas a llevar lejos, eres capaz e inteligente”. Y ser de mundos distintos también nos ha ayudado; hablamos distintos temas. Me gusta la tele, lo paso bien; pero me gusta también cuando no estoy en la tele, que es un mundo de hartas luces y glamour. Me gusta llegar a mi hogar, que se siente cálido y no hablamos de luces, y me siento totalmente común y corriente, donde tengo las paredes manchadas por mis perros y andar limpiando sus cacas. Me gusta aterrizar. Francisco me hace aterrizar. Me vuelve a mi estado más humilde y real.

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"Francisco me hace aterrizar", declara Pía sobre su marido. "Me vuelve a mi estado más humilde y real". Foto: Andres Perez

Me encantaría ser mamá. No es un sueño que haya tenido toda la vida, pero me gustaría mucho. Creo que ahora no es el momento. Ahora es momento de que me desarrolle como profesional, que pueda cumplir mis sueños de a poquito. Me veo como mamá en unos tres años más, por ahí. Obviamente uno tiene que ver en qué está... pero en mis planes sin duda está tener una familia. Me gustaría muchísimo tener una mini versión de “Pancho”, de mí, o un cabro chico entretenido que me alegre la vida. Los niños son un bálsamo. Pero este creo que no es mi momento.

Lo único que espero es seguir siendo la que soy, esta Pía totalmente genuina. Obvio que espero que se sigan dando oportunidades, seguir tomando desafíos interesantes para mí y sean un aporte para la comunidad. Quiero hacer cosas que interpreten mi vocación social, mis ganas de estar en contacto con la gente y de democratizar la información, y abordar la contingencia de una manera amable y digerible para todos.

Cuestionario Pop

Si no hubiera sido periodista me habría gustado ser actriz o abogada.

En mi época de estudiante en la Universidad de Santiago, ¡oy!, era cero carretera, súper mala pal carrete, porque tenía que trabajar para subsistir, jajaja. Carreteaba poco pero me llevaba muy bien con todos mis compañeros, que tengo relación con muchos. No era tan carretera, no me alcanzaba el tiempo entre estudiar y trabajar.

Toda la gente me dice “Piita”. Cuando era chica me decían “Piocha”. Mi papá me dice “Monstruoni”, toda la vida me ha dicho así, y me cantaba una canción: “Parece un ángel pero es un monstruoni”. Tenía mucha cara de niña buena, pero era loquita, desordenada y buena pa’ hablar.

Un sueño pendiente: me gustaría mucho construirme una casa en un espacio grande para adoptar más perros. Me gustan mucho los animales, me encantan los perros.

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"Me gustan mucho los animales, me encantan los perros", expresa Pía. Foto: Andres Perez

¿Una cábala? Tengo un anillo de corazón que me regaló mi mamá. Lo tengo puesto hace diez años, ¡y no me puede faltar por nada del mundo! Me puede faltar la argolla o el anillo de compromiso, pero nunca el anillo de mi mamá. Ha sido cábala, porque siempre que lo miro me acuerdo de mi mamá y de los sueños que tiene para mí. Me inspira.

¿Una frase favorita mía? Siempre digo que “tengo más hambre que piojo de peluca”. SIEMPRE digo lo mismo.

Un trabajo mío que no se conoce es que canté en la feria, JAJAJA, muy chica. Nos queríamos ir al Sur con mi hermana, vendimos peluches en la feria, pero nos estaba yendo como el loli, pésimo. Entonces nos pusimos a cantar y nos fue muy bien; la gente nos daba mucha plata y, obviamente, el negocio de los peluches quedó fuera... Me encanta cantar, no canto tan bien, le trato de poner empeño, pero me agrada mucho.

Un cantante favorito... ¡Me encanta Miranda! ¡Amo Miranda! Amo a Lady Gaga también, ídola, maestra, lo máximo.

Con mi primer sueldo me compré un computador, porque no tenía. Me acuerdo perfecto. Me compré un notebook que era más pesado que ocho, porque, claro, no tenía mucha plata po’; pero me servía para las tareas de la universidad y trabajar. Lo tuve mucho tiempo... Y en pandemia mi perro se comió el cargador y no lo encontré más en ningún local; era antiguo.

Una pasión oculta era cantar. Pasó que para un aniversario de Canal 13 canté. Me daba profunda vergüenza cantar en público, mucha plancha. Me acuerdo que canté y me empecé a liberar más y a hacerlo un poquito más público. El otro día me atreví a subir un video cantando, pero no es que lo haga mucho; de hecho, estuve a punto de borrarlo, pero la gente me pidió que no y por eso no lo borré.

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Si bien es una cualidad que no ha podido explotar demasiado, a Pía le gusta mucho cantar. Foto: Andres Perez

Me encanta escribir cuentos y cartas... En 13C tenía que escribir mucho y hacer notas de distintas cosas. Cuando falleció Claudio Iturra, me dio mucha pena porque trabajamos en 13C; empecé a revisar algunos audios de él y el último que me mandó fue para felicitarme porque encontraba que yo tenía una “pluma muy luminosa”, y eso fue por la última nota que le escribí, que era sobre sus sueños, sobre él. Fue muy bonito.

Un comunicador que me gustaba muchísimo era Felipe Camiroaga: un genio, simpático, con un carisma único, que podía hablar de cualquier tema y siempre de manera muy mágica. Una periodista que me encanta es Soledad Onetto, la encuentro buenísima, sumamente transversal: partió en 13C haciendo programas de tecnología, ha trabajado en distintos formatos, estuvo en el Festival de Viña y ahora en prensa. Karla Constant también es muy brillante, ha estado en muchos formatos nacionales; me encanta que sea tan versátil. Y Raúl Matas, que sé que es muy antiguo, pero me gusta mucho porque conocí su trabajo en REC TV, ahí conocí mucho su historia y trayectoria; por algo le decían “El Maestro”, para mí también lo es. Sin duda soy muy distinta a ellos, y probablemente haré carrera distinta a estos referentes, pero son una inspiración.

Una película que me hace llorar es Marley y yo, ¡terrible! Cada vez que la veo lloro, soy muy sensible con los temas de los perritos. Es tremendo.

Mmm... Creo a veces en el horóscopo, cuando son cosas positivas decido creer. Soy Capricornio, pero siempre me he sentido más Acuario.

Si pudiera tener un superpoder me gustaría trasladarme a distintas épocas, viajar en el tiempo. Me gustaría darle un abrazo a mi mamá cuando era chiquitita y decirle “serás una mujer gigante, muy importante para todos los que te amamos”. Poder conocer la historia de mi papá, que fue un niño que sufrió mucho, y haberlo abrazado y contenerlo. Y decirle a la “Piita” de doce años que “las cosas van a estar bien”.

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A Pía la gustaría viajar al pasado para encontrarse con algunos de sus familiares más queridos. Foto: Andres Perez

Un placer culpable es Romeo Santos, JAJAJAJA. Me encanta bailar bachata, me gustan los ritmos tropicales.

Si pudiera invitar a tres famosos de la Historia, una sería Isidora Goyenechea, porque fue una mujer muy poderosa en su tiempo con las minas de carbón en Lota y Coronel; fue visionaria, brillante para su época, tuvo que lidiar con mucho machismo, pero aún así supo generar una fortuna tremenda que además ayudó a muchísimas familias que trabajaban para ella. Me encantaría hablar con Isabel Allende, me encantan sus libros, Paula sobre todo; creo que es una mujer muy interesante, que ha llegado muy lejos a través de su talento y que tiene muchas historias que contar. Gabriela Mistral, hablar con ella, conocer más su interior; se conoce mucho su obra, pero poco de sus sentimientos, emociones y amores, y me intriga muchísimo... ¡Y Felipe Camiroaga! Era un seductor, un gallo muy entretenido y tenemos algo en común: amamos a los animales.

Pía Pérez es una persona sencilla; muy sociable, que le gusta mucho conversar, conocer a fondo; empática; generosa; y que ha sido profundamente bendecida en esta vida. Tiene mucho agradecimiento y trata de que le llegue a otras personas a través de la ayuda que les da. Es totalmente común y corriente, pero puede dejar huella en los corazones de las personas.

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