Después de haberse estrenado la primera parte a principios de este año, Sayen, la heroína mapuche, regresará el viernes, desde el Desierto de Atacama y con mucha más acción. Aquí, sus protagonistas conversaron con el diario pop y entregaron algunas claves de la secuela.
Como una carta de amor a Chile que abarca temas universales, definió Alexander Witt a Sayen una vez se confirmó que él cargaría con la responsabilidad de dirigir el primer thriller de acción nacional de Amazon Studios. El cineasta, cuya especialidad es precisamente ese género, con un expediente que comprende unidades de acción en sagas tan reconocibles como James Bond, Los Piratas del Caribe, Avengers: Infinity War o Resident Evil: Apocalypse, enseguida se interesó en el proyecto cuando le mencionaron la posibilidad de trabajar con un elenco en su mayoría chileno. Representaba, de algún modo, el desafío de “ver mi país a través de otros ojos”.
Así las cosas, con Fábula en la producción, el primer viernes de marzo se estrenó la primera parte de una inédita trilogía. Allí, el rol protagónico de Rallen Montenegro en la piel de Sayen, personaje que le otorga su nombre a las películas, propició su éxito: es, hasta ahora, el film latinoamericano original de Amazon más visto en Prime Video a nivel global.
En esa entrega, que presentó a una heroína que pretende hacer justicia por su propia cuenta luego de perder a su abuela en manos de una multinacional que explota los recursos naturales de su tierra, Montenegro sugiere que “se desata un conflicto, un motivo” y de inmediato arriesga que “en esta segunda parte, eso sigue acentuándose”.
Claro, el viernes Sayen regresa formalmente con La ruta seca, secuela que promete muchísima más acción —persecuciones en moto, combates cuerpo a cuerpo e inclusive hasta un helicóptero— y que traslada la batalla hasta el Desierto de Atacama.
La Cuarta tuvo la oportunidad de conversar con parte del elenco, que adelantó algunos detalles de lo que podrán disfrutar las próximas horas.
Las claves de Sayen 2
Rallen Montenegro, al ser consultada por una eventual evolución de la heroína mapuche en la esperada secuela, cree que “se acentúa en ella la capacidad de decir ok, ¿yo soy la prófuga?, soy la prófuga, ¡soy la mala! Y lo lindo que ocurre en esta segunda entrega para mí, desde el mundo de los afectos, es que claro, logra volver a sentir amistad, cariño y eso es muy importante para que un personaje tenga tridimensionalidad”.
Sentada en un set que dispuso Amazon especialmente para la función de prensa en el Teatro San Ginés, la protagonista de la trilogía aclara lo siguiente:
“El bueno no es sólo bueno, también tiene cosas malas, y el malo nunca es sólo malo, también tiene cosas buenas. Pasa mucho con la heroína que hay que construirle esos matices, si no, es sólo el líder, el que tiene la respuesta y el que tiene la fuerza. Pero también hay fragilidad en esos cuerpos, y tiene que existir esa fragilidad. Para mí eso siempre ha sido muy importante al momento de pensar a la Sayen”.
La actriz mencionaba, poco antes, la importancia que supone volver a sentir amistad, cariño, porque ahora, en medio de su lucha en el desierto, dos personajes se abren paso al lado de Sayen: Quimal y Gaspar, interpretados por Katalina Sánchez y Jorge López respectivamente.
Sánchez reconoce al diario pop que “logra reflejarse un poco” en Quimal, “sobre todo porque soy joven”. Pero también, añade, porque “me sentí muy identificada con la forma vivaz, como de ir nomás”. En resumidas cuentas, y para evitar spoilers, explica que “el personaje es súper clave respecto a la defensa y a la protección de los recursos naturales”.
López, en tanto, propone que “hay mucho de Gaspar en Jorge”. En sus palabras, “cuando empecé mi vida ya de grande, cuando me fui de mi casa; me recordó mucho ese Jorge al conflicto de Gaspar. El tema como de la desesperanza, cuando tenís todo en contra, cuando el mundo te dice que no, cuando las oportunidades escasean, cuando las cosas no están para ti”.
“Creo que ése es un leitmotiv que me parece muy bonito, que ahora no lo habito, pero lo habita mucha gente, muchos pares de nosotros. Muchas personas que no tan sólo se dedican al arte, sino en Chile en general. Es un país de escasez de oportunidades, ¿no? Y hay una cosa súper animal que sí comparto con Gaspar, que es esta cosa visceral de acción-reacción”, completó.
Finalmente Felipe Contreras o Tronco, uno de los antagonistas que ofrece la película, explica que en su construcción del personaje, “lo imaginé como un tipo que era de ahí y que ganaba plata por pegarle a otros tipos, como un matón. El que hace el trabajo sucio”. Es más, lo resume como “un tipo bastante básico en sus objetivos: llenarse los bolsillos de plata y entretenerse durante el día”.
La importancia de una trilogía chilena
—Sayen es un filme de acción que guarda detrás mensajes tan importantes como el de proteger los recursos naturales o la familia. ¿Cuál es el mensaje principal que destacarían de la franquicia y particularmente de esta segunda entrega?
Katalina Sánchez: Rescato el viaje emocional que tienen los personajes en esta película. Representamos a gente que puedes pillarte fácilmente en la calle. Somos jóvenes que tenemos muy pocas oportunidades, estamos en el lugar más hostil del país, en un pueblito alejado de la mano de Dios, pero aun así aguerridos. O sea, Gaspar se las rebusca para vivir, una persona que está ahí, acción-reacción; Quimal, una chica que está ahí, en contra de las multinacionales, que está luchando, defendiendo el agua, algo básico. Era imparable, siento que eso también rescato de Quimal, que es una persona que tiene un objetivo muy claro y no le importa nada, a pesar de ser una cabra chica. Va con todo.
—El director Alexander Witt definió la franquicia como “una carta de amor a Chile”. Sayen, en ese sentido, ha enseñado parte de nuestra cultura y geografía. ¿Qué supone esta posibilidad para ustedes? Además, claro, de mostrar a nuestro país a través de otros ojos, como decía él.
Jorge López: Para mí significa volver a Chile, después de diez o doce años más o menos que llevo trabajando fuera. Yo ahora trabajo harto en acción, he hecho varios proyectos, pero en ese momento, cuando lo rodé, era mi primera vez con la incursión del género y aprendí muchísimo. Era algo totalmente nuevo para mí. También es muy bonito cómo lo define: una carta de amor a Chile. Es justo eso: él rodó las tres películas y creo que debe haber sido un viaje muy emotivo, muy bonito. Y creo que nosotros, que nos tocó estar en ésta, en la segunda, wow… yo me voy con una experiencia tan bonita en términos humanos y profesionales. Vivir en el desierto es de valientes. La gente que vive ahí… se respira un aire específico, se habita una energía específica. Es muy particular, muy bonito, y lo van a vivir a través de esta película. La gente que no conoce Atacama se va a llevar un poquito de ese aire con esta película.
Rallen Montenegro: Pienso que una trilogía de acción en nuestra industria cinematográfica, hace cinco años atrás, era impensada, y yo creo que lo lindo de Sayen es justamente que se materializa algo que no se piensa que puede existir aquí. Y existe material: existe elenco, existe grupo técnico, existe locación, y creo que eso es un aporte a nuestras industrias creativas. Interpreto que eso es lo que quiere decir Alexander, cuando dice que es una carta de amor a este país.
Felipe Contreras: Justamente tiene que ver con eso, de mostrar nuestra cultura, mostrarnos a nosotros. El elenco, en su mayoría, es nacional. Mostrar también que la heroína sea alguien mapuche. Quiero levantar otra cosa, también sobre el elenco. Chile es un país donde somos la mayor cantidad, el mayor porcentaje morenos, que es algo que no se habla mucho. Pero sí, aquí el elenco es bien moreno. Y en ese sentido, es una característica que muy pocas veces se muestra en la publicidad o de repente incluso en la televisión. Creo que eso también marca un lugar.
La segunda parte de Sayen, La ruta seca, se podrá ver desde este viernes 20 de octubre en Amazon Prime Video.
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