La actriz Gabriela Hernández aplaudió el regreso de "Pituca sin lucas" para acompañar y entretener a la gente en esta época difícil. "Hace bien una teleserie que hable de las peripecias que se viven y cómo salir adelante", indicó.
A fines del 2014, Mega celebraba el renacer de su área dramática de la mano de una de las teleseries más vista por los chilenos: "Pituca sin lucas". Sí, con la "trágica" historia de la familia Achondo, que de un día para otro se fue a la quiebra, ¿se acuerda? Es más, hasta el corte de pelo de la "Tichi" (Paola Volpato) estuvo de moda en esos años. Así de "influyente".
Claro que más allá de los roles protagónicos, hubo un personaje secundario que hasta el día de hoy figura en la mente de los chilenos, gracias a su frase "es de clase media". Es que, a pesar de que la "Lita" era una mujer prepotente, arribista y miradora en menos, su particular forma de expresarse y su pasión por el Candy Crush lograron que el personaje de Gaby Hernández se convirtiera en uno de los favoritos.
¿Y por qué tal recuerdo? Es simple: debido a la pandemia y al llamado a quedarse en casa, Mega tuvo que congelar las grabaciones de sus teleseries, por lo que sacó del baúl a la "Pituca", con excelentes resultados. En su reestreno, de hecho, la historia promedió 18,7 puntos y ya se perfila como la compañía ideal de los chilenos en el horario de las 20 horas.
"Fue un lindo momento. Veníamos todos de TVN y no sabíamos si iba a resultar o no. Muchos tenían contrato y no quisieron venir a esta aventura, por un poco de temor. Estábamos con la Quena Rencoret, que sabe más que nadie de televisión", contó a La Cuarta la actriz, que ahora ve la teleserie confinada, a sus 81 años.
- ¿Qué recuerda de esa producción? Fue muy sacrificado todo y muy aventurero, estábamos en unas condiciones bien precarias y no sabíamos si íbamos a seguir, para eso tenía que ser un estreno bueno.
Después nos pasaron a los estudios nuevos de Mega que estaban construyendo. Fue un piloto en todo sentido, pero a la vez, muy bonito.
- ¿Cómo ve el regreso de la teleserie? Ojalá que la gente la siga, que sirva de compañía y entretención en estos tiempos. Hace bien una teleserie que hable de las peripecias que vive la gente y cómo sale adelante.
- Puede servir de inspiración... No hay punto de comparación con lo que vive la gente hoy, pero tiene su pequeño paralelo y, además, cuenta con esa cosa de humor y la esencia del buen chileno.
- ¿Qué opina del éxito de la "Lita"? Fue totalmente inesperado, me sorprendió muchísimo. Yo quise hacer una pituca que era de lo más cruel, poco solidaria. Al principio es lo más negativa que hay, roteadora, discriminadora, clasista al máximo, todo lo que yo no soy. Estaba escrita con mucha simpatía y yo le puse de mi cosecha también.
- Después de estos años, ¿Cómo la ve ahora? Me cae bien, porque sé que cambió con el tiempo, se humanizó. Poco, eso sí, porque esa gente no cambia, jajajá.
- ¿Qué estaría haciendo la "Lita" ante la contingencia? Ella habría hecho surgir aún más la panadería de Benito. Si se hubiera humanizado de verdad, y siguiera en un barrio como Maipú, donde la gente no puede ir a trabajar, con el Metro cerrado porque se destruyó, ella hubiera salido a repartir pan a los vecinos que no tienen para comprar.
- ¿Y el jueguito? Hubiera seguido siempre con el Candy Crush, era un vicio. O a lo mejor con un juego nuevo que se parezca, eso no se lo va a quitar nadie, jajajá.
- ¿Usted cómo lleva este periodo de encierro? Estoy en cuarentena obligatoria desde el 16 de marzo. Leo mucho, veo series de Netflix, hago un poco de ejercicio y aunque me carga cocinar, de a poco me está gustando, ahora lo hago con tiempo. Además, hago videollamadas con mi hija y mi nieto todas las noches. Ella me viene a ver cada 15 días, se sienta en un sillón, yo en otro, como a dos metros de distancia y con mascarillas.