La noche más triste de Felipe Camiroaga: entre pifias y con el público en su contra en el Copihue de Oro

El 6 de diciembre del 2010, el día que el público le dio la espalda a "Felipito".
El 6 de diciembre del 2010, el día que el público le dio la espalda a "Felipito".

Hace catorce años, el conductor —sobre todo amado tras su trágico deceso— padeció por primera vez el repudio popular. En la sexta edición de los Copihue de Oro, cuando se aprestaba a recibir el premio a Mejor animador, la rabia del público ni siquiera le dejó hablar. Lo culpaban de tramar la salida de su compañera, Kathy Salosny, del matinal. Ahora que regresa el galardón que otorga la barra pop, recordamos un momento histórico.

La entrega de un premio debiera ser siempre motivo de felicidad, especialmente cuando se trata de un premio como éste, que decide la gente, tu público objetivo, la barra pop. Un momento antes, quizás Felipe Camiroaga se entregó al regocijo aquel de volver a ganar —era su quinto Copihue de Oro como Mejor animador en fila—, pero en lo que subió al escenario, estrechó la mano de Sergio Marabolí, tomó el galardón, lo besó, caminó hasta la tarima, saludó a Soledad Onetto y sostuvo el micrófono, la sensación ya era otra. Los tímidos aplausos iniciales de pronto se perdieron entre una sonora silbatina. En el Teatro Caupolicán, la noche del lunes 6 de diciembre de 2010, sexta edición de los Copihue de Oro, el público acaso por primera vez le daba la espalda al Halcón y a él no le quedó más que aceptarlo. Después de un largo silencio, por fin pudo decir: “Esta noche me presento ante ustedes de frente, con mucha humildad, a recibir los premios que ustedes mismos me han entregado, no tengo nada que ocultar. Entiendo la molestia de muchos de ustedes. Muchas gracias, los quiero mucho”.

Leo Caprile y Onetto parecieron intentar consolarlo antes de bajar. Al rato, plena madrugada, tuiteó: “Mil gracias por el apoyo, igual entiendo lo que pasó anoche. En fin, al mal tiempo buena cara, buenos días para todos”.

Lo que había pasado es que el público, o buena parte, culpaba a Camiroaga de propiciar la salida de Katherine Salosny —elegida Mejor animadora del Buenos días a todos, reemplazada entonces por Carolina De Moras. De hecho, a la mañana siguiente en el matinal se reprodujo la incómoda secuencia y el conductor se lamentó. “Obviamente fue compleja la situación. Yo iba a recibir mis premios, pero ha sido una situación de molestia y yo soy la cara visible del canal y en este sentido hay que apechugar, nomás”.

El público del Caupolicán era un monstruo vivo. Unos pifiaban, otros aplaudían, otros no entendían —entregó su perspectiva—. Yo aprendí una lección de humildad, una lección de que debemos hacer mejor las cosas. No supimos manejar bien la situación, porque muchas personas creían que la Kathy fue despedida, y no es así, ella fue reubicada en otros proyectos”.

La otra cara de la moneda la hizo pública, con los años, Salosny en su libro El abuso no es un espectáculo (2022): allí cuenta que incluso después de su escandalosa salida del matinal, fue obligada a asistir a la ceremonia junto a Camiroaga: “Felipe iba al lado mío agarrándome del brazo y yo tensa sobre unos tacos enormes para que me viera más estilizada pasando por la puta alfombra roja, como si nada hubiera pasado”. Para ella, una estrategia no muy discreta que pretendía limpiar a toda costa la imagen del programa y de su excompañero, a quien culpaban de todo.

Pero que no resultó: “Como las pifias hacia él eran espantosas, terminó descompuesto —recuerda en el texto—. No pudo seguir hablando, se tuvo que ir del escenario y junto a él se fue todo el equipo de vuelta a la micro”.

A Salosny nadie la felicitó por su galardón, al contrario. Se sintió “despreciada”. Apenas Ricarte Soto se acercó para asegurarle en un susurro que pronto todo (la pena, su pena) pasaría.

Kathy Salosny - Felipe Camiroaga
Katherine Salosny comentó la polémica noche en su libro.

Hace no mucho, Cecilia Gutiérrez entregó mayores detalles en el programa Hay que decirlo: “Se decía que él (Camiroaga) había pedido la cabeza de Kathy, que él había dicho ‘yo no quiero trabajar más con ella’. Y la Carola De Moras, en ese momento, hacía una sección de moda, entonces que él había pedido que la Carola llegara en reemplazo, porque además, incluso se llegó a decir que le gustaba la Carola y que tenía un interés romántico con ella”.

Pero a continuación aclaró que cuando la producción de Buenos días a todos “los juntó a ellos”, Felipe Camiroaga y Katherine Salosny, “la idea era un poco revivir esta química que había cuando ellos eran pareja en Extra jóvenes”, y si bien se logró en un inicio, luego “la Kathy puso una distancia, porque ella sentía que se desperfilaba”, de modo que “cada vez que Felipe intentaba hacer una broma, ella lo paraba”. Ya con una “dinámica muy tensa”, prescindir de Salosny “fue una decisión de los ejecutivos”.

Sea como fuere, la silbatina que padeció Felipe Camiroaga probablemente sea el momento más escandaloso que encierre el almanaque del Copihue de Oro —la premiación del diario pop que reconoce a las figuras del entretenimiento mediante el voto popular— que se celebra ahora, nomás. Habrá otros para revisar, por supuesto: disputas, discusiones que llegaron a los golpes, incluso una petición de matrimonio, pero ninguno que iguale la línea del inesperado hate contra Felipito.

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