Lo más probable es que el inglés Hugh Grant jamás pensó que lo relacionarían toda la vida con la prostituta Divine Brown y el concepto “escándalo sexual”, dos de las palabras que más le gustan al periodismo de espectáculo.

El hecho se remonta al 27 de junio de 1995, a la una de la madrugada el intérprete -que en ese tiempo pololeaba con su colega, Liz Hurley- se subió al BMW blanco que su productora en aquel entonces había arrendado para él, y paseó por California.

Allí comenzó una negociación con Brown para acceder a sus servicios, ella le dijo que por 100 dólares se la podía llevar a una habitación, pero él respondió “sólo llevo monedas, ¿qué me haces por 60?”. A lo que la joven accedió a practicarle sexo oral en el auto.

Pero la situación no quedaría solo en eso, ya que mientras ella hacía su trabajo, Grant estaba tan contento que empezó a pisar y soltar el pedal de freno. Por otro lado, desde fuera se veía el vehículo meneándose de un lado a otro y las luces parpadeando. Así fue como dos policías los pillaron, revela un reportaje de la revista Vanity Fair.

“He hecho algo abominable”

Los uniformados no pudieron evitar reírse de la situación, pero de igual forma arrestaron a la pareja. Grant cooperó en todo momento, pero el problema empeoró al día siguiente, cuando la fotografía del arresto se filtró a la prensa y se pensó que la carrera de la estrella se había arruinado.

De hecho, cancelaron la promoción de su nueva película Nueve meses, y Grant tuvo que pedir disculpas públicas: “lo siento mucho, me he equivocado, no lo volveré a hacer”.

Días después visitó The Tonight Show con Jay Leno, donde declaró: “he hecho algo abominable y (Liz Hurley) ha estado increíble, en contra de lo que leo en los periódicos, ella me ha apoyado mucho y vamos a intentar solucionarlo”.

Divine le sacó el jugo al escándalo

Por su parte, Brown volvió a su casa sin saber quién era su cliente. Sin embargo, cuando vio a cientos de paparazzis asechándola, pensó “¿pero qué invento es esto?”, y esperó la mejor oferta.

El medio News Of The World, usó todo su presupuesto mensual (250.000 dólares) para tenerla en la portada, y ella posó con el mismo vestido que había llevado Hurley (un Versace de la misma colección que usó Marcela Vacarezza en una gala del Festival de Viña), aunque en tono rojo.

Brown reveló todos los detalles, contó que Hugh le había confesado que practicar sexo con una mujer negra siempre había sido su fantasía, que a él le gustaba mucho su perfume, y que le encantaban sus pies. “Me dijo que era hermosa, y me preguntó que qué hacía una chica tan guapa como yo haciendo la calle, hablaba un poco como el príncipe Carlos, aunque intentaba disimular su acento”, contó.

¿Todos terminaron felices?

Y al final, la carrera de Hugh no se vio afectada, Liz Hurley lo perdonó y acompañó al estreno de Nueve meses, la película fue un éxito. “Lo único que le importa a Hollywood es el dinero”, explicó el actor años después.

Brown dijo que esa noche fue obra de Dios. “Aquel servicio me cambió la vida, me hizo ganar un millón de dólares”, recordó en una entrevista. Ejerció la prostitución unos cuantos meses más y se jubiló luego de subir su tarifa ya que todos sus clientes querían lo mismo que Grant. Se compró una casa y pagó la universidad de sus hijas.

“Al final el escándalo sexual ni fue tan escandaloso ni fue tan sexual”, afirman en el mencionado medio. Pero Brown reveló que se quedó con las ganas de terminar su trabajo: “Es una pena que Hugh no haya encontrado la felicidad definitiva, pero si está triste, yo estaría encantada de animarle”.