“Es algo muy loco, no sé para dónde va”, reflexionó el cantante argentino que este jueves la rompió con su show en el Festival de Olmué.
Diego Torres, tal como se esperaba, se lució con su presentación de este jueves en el Festival del Huaso de Olmué.
Cerca de las 22:13, el artista argentino se subió al escenario y, con su batería de éxitos, convirtió el Patagual en un verdadero karaoke.
Con temas Color esperanza, Sueños, y Tratar de estar mejor, el artista trasandino cautivó al público presente y también los televidentes que veían el certamen a través de la televisión a color.
Sin embargo, previo a su show, específicamente en la conferencia de prensa, el intérprete sorprendió con algunas de sus reflexiones sobre los cambios que ha experiementado la música en el último tiempo, sobre todo desde la llegada de la tecnología.
Por ejemplo, su canción Mejor que ayer acumula más de 50 millones de visualizaciones en YouTube, y también se transformó en un éxito total en TikTok, donde varios la convirtieron en viral y la transformaron en trend.
Eso sí, de acuerdo a lo que quedó de manifiesto en el punto de prensa, el cantante no es muy amigo de este tipo de tecnologías.
“La inteligencia artificial, que la venimos usando para un montón de cosas, hoy está ahí, en primer plano. Y es algo muy loco. Cómo puede inventar una canción, cómo puede… no sé a dónde va este mundo, realmente. Si va a haber artistas virtuales. Si van a haber canciones inventadas por la IA… ya hacen cantar y regrabar artistas que han muerto hace 30, 40 años. Sale una canción nueva de Franz Sinatra y uno dice ¿cómo puede ser? Tampoco hay espacios legales para tratar de ordenar esto. Yo creo que se nos ha ido de las manos”, planteó.
Y en esa misma línea, agregó: “Después, creo que a la mayoría de los que estamos acá nos resulta loco y muy diferente vernos y ver que habrán canciones no escritas por los humanos o vivencias… nos resulta muy artificial. Pero bueno, es una invasión que tiene la tecnología hoy el mundo digital que cada vez se va apoderando más del mundo real”.
De todas formas, aseguró que en su vida más familiar trata de mantener ciertos márgenes para evitar que este temas se conviertan en un problema.
“Le pasa también me imagino a los que tienen hijos… decís cómo el mundo digital va metiéndose en la vida de los seremos humanos. Antes salíamos con la pelota a jugar. Volvíamos llenos de barrio. Y hoy los chicos están jugando con un joystick adentro. Y de repente la vida pasa afuera. Por eso yo desde mi lugar siempre como padre trato de ser activo y decir: ‘vamos a jugar al parque, vamos a jugar a la pelota, vamos a andar en bicicleta’. Vamos a hacer todas las cosas que que uno le puede transmitir. Pero de que estamos en una época de cambios, ninguna duda”, complementó.
“De hecho yo soy artificial, soy un robot. El verdadero Diego está en el hotel, descansando. Y miren que bien. Parezco humano y todo”, bromeó.
Las reflexiones de Diego Torres
Sin embargo, cuando nuevamente fue consultado sobre el tema, bajó un cambio y también destacó las bondades de esta irrupción digital.
“Vamos a buscar un gris. Ni me vuelvo loco, ni me gustan nada. Como bien decías, las veo como un elemento y un canal de comunicación. Entre el trabajo que uno hace, en este caso como artista, es un canal de comunicación para contarle a la gente cuando estás en el estudio, cuando vas haciendo una canción, el proceso de un disco, de un video, la filmación. Y también un poquito de la vida cotidiana, entender de que uno es periodista, el otro es artista, el otro es médico, el otro es artesano, trabaja en la construcción. Pero todos tenemos que llevar, si tenemos hijos, a los chicos al colegio y acompañarlos y estar presentes”, relató.
“Tenemos momentos donde de repente no tenés ganas de hacer las cosas, o no tenés ganas de hacer deporte, y salir a hacer deporte. Por eso le fomento mucho el deporte a la gente, porque me parece que, como la música, son piezas fundamentales en la vida. Pero tampoco ando enloquecido dentro de las redes mucho tiempo. Y a veces me pasa con mis sobrinos que sí, que desde que entraron a la puerta, hasta que me serví un café y hicieron 38 videos. Creo que es parte de este mundo que recién hablábamos, de cómo va cambiando”, indicó.
Por lo mismo, reveló que “trato de ser cuidadoso, en este caso con mi hija, de que vaya de a poco. Compartir con ella un video, a veces me hace bailar alguna locura para TikTok... la compartimos, la participamos, pero lo que sí trato, como les decía antes, es darle vida real. Vamos a andar en bicicleta, vamos a correr, vamos a andar en lancha, si podemos disfrutamos de la montaña, que nos gusta esquiar, actividad, actividad, me parece que el ser humano necesita eso, y siempre digo, regar sangre por las venas. Para que no se tape con el vino que podemos tomar. También es bueno, hace bien a la vida al alma, la sangre de Cristo, ya lo dijeron a alguien por ahí”.