El personaje interpretado por María Gracia Omegna lucía apesadumbrado por la aparición del padre de su hija tras años desaparecido. En eso, el papel de Nicolás Oyarzún se le acercó para saber qué le ocurría.
Había sido un día extraño para Tamara (María Gracia Omenga) de Amar profundo (Mega). En la caleta Los Reyes se celebraba la Fiesta de la Merluza, pero ella no tenía muchas ganas de festejar.
Y es que Ignacio Tagle (Jorge Arecheta) se decidió a conocer a Celeste, la hija que ambos tuvieron en el pasado antes de que él las abandonara a ambas.
Fabián (Nicolas Oyarzún) notó apesadumbrada a la protagonista, a quien también le debe la gran deuda monetaria con que arrancó la teleserie. Si bien ambos empezaron llevándose mal, eso ha cambiado rápidamente con al avance de la trama.
Es más, el pescador se dio un momento para darle ánimo por lo del regreso de Tagle:
—A veces de las desgracias más grandes salen las cosas más bonitas: como nosotros, que andábamos como el perro y gato... y mírenos ahora.
Reencuentro
Más tarde, ella estaba sentada sobre la arena de la playa, preocupada por lo que pudiera pasar entre su expareja y la niña, pues sabe que el sujeto puede ser egoísta y algo caprichoso.
En eso, Fabián nuevamente se acercó para conversar. Ahí ella se desahogó: “Eso es lo que más me asusta, que él entre en nuestras vidas (...), y después el costalazo sea más grande”.
Pero, el pescador se mostró más optimista y le preguntó si, quizá, realmente estaba más preocupada por otra cosa, “que finalmente (Tamara) se termine enamorando de él” otra vez.
Ante eso, ella lo frenó en seco:
—Eso no va a pasar —respondió, seria, segura.
—¿Cómo puede estar tan segura de eso? —le contestó Fabián, aparentemente sin entender para dónde iba la cosa.
En eso, ella se le acercó y se le declaró:
—Porque yo me enamoré de usted.
Fue ahí cuando despejó cualquier duda dándole un romántico beso, en el atardecer de la playa, y con el temita “Saturno” como música de fondo, de Pablo Alborán.