Historias que inspiran: La "triple reina" que ganó el Oscar

Olivia Colman, la actriz que el domingo fue escogida como "Mejor Actriz" por su rol protagónico en "La Favorita", pasó de una vida en la que apenas tenía para comer a encarnar a tres soberanas de Inglaterra.

A sus 45 años, Olivia Colman, la británica que la noche del domingo se llevó el Oscar a Mejor Actriz por su rol en "La Favorita", ya le ha tocado en tres oportunidades asumir el papel de Reina de Gran Bretaña.

Siete años antes de encarnar a Ana Estuardo en la película que le dio su primera estatuilla dorada, Colman fue la encargada de darle vida a la madre de Isabel II, la reina Elizabeth de Inglaterra en "Hyde Park on Hudson".

Sin embargo, su vínculo con la familia real británica no terminó allí, porque en esas raras coincidencias de la vida, Olivia fue escogida como sucesora de Claire Foy para el papel de Isabel II en la serie de Netflix "The Crown", que se estrena a mediados de este año.

A pesar de su "triple reinado", la actriz se llevó los aplausos con su discurso de agradecimiento, el que destacó por su gran humildad. "Esto es muy estresante. Esto es hilarante, ¡gané un Oscar!", fueron sus primeras palabras.

"Tengo que agradecer a mucha gente. Lamento mucho si olvido a alguien. Yorgos, Emma y Rachel, a las mujeres de esta categoría son mujeres asombrosas. Lo siento mucho, Glenn (Close), no es aquí donde esperaba estar", agregó, expresando su admiración por la estrella, con la que competía por el premio.

"A mi mamá y mi papá, bueno, ustedes saben. Y mis hijos que están viendo en la casa y si no, bien hecho", señaló entre risas. "A mi esposo y mi mejor amigo, va a llorar, pero yo no. Gracias a todos, Lady Gaga", expresó al final de su discurso, que terminó entre ovaciones del público.

De mendiga a soberana

Nacida el 30 de enero de 1974 en Norwich, Reino Unido, Sarah Caroline Olivia Colman es hija de un topógrafo y una enfermera, los que le enseñaron a apreciar el trabajo y el desapego por los bienes materiales.

Gracias a esa formación, la ganadora del Oscar pudo lidiar en sus primeros años de casada con la pobreza, trabajando como limpiadora y viviendo en la buhardilla de unos amigos.

"Fueron años en los que no tenía trabajo. Fue una época dura, pero me encantaba limpiar y la satisfacción que me generaba (...) En una ocasión, me quedaba un euro en la cuenta y no podía sacarlo en un cajero. Ed (Sinclair, su marido) tampoco tenía nada de dinero, así que conseguimos encontrar algunas monedas en el sofá con los que nos compramos una patata para compartir", dijo.

Pese a esos duros momentos, Colman jamás se rindió en su sueño que era, "poder poner que era actriz en mi pasaporte"... ¡Y vaya si que con años de trabajo lo logró!

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