“La única enfermedad que se usa como ofensa”: Belén Mora se sinceró sobre cómo vive con su trastorno bipolar

La actriz habló sobre su salud mental, revelando que fue mal diagnosticada durante años en una conversación en el programa Buenas noches a todos.

Belén Mora tuvo una honesta y profunda conversación con Eduardo Fuentes en el reciente capítulo de Buenas noches a todos.

La comediante se sinceró sobre su salud mental, relatando su experiencia viviendo con su trastorno bipolar y relatando que fue mal diagnosticada por varios años.

“Uff, fue un alivio”, confesó Belén sobre el momento en que dijeron que tenía bipolaridad, agregando que “fui mal diagnosticada desde los 16 a los 30 años”.

En esa misma línea, la actriz explicó que “para un diagnóstico de trastorno bipolar se requieren cinco, seis, siete años con un psiquiatra que te esté evaluando, no es algo que se diagnostica en una, dos o tres sesiones”.

Belenaza explicó que cuando vivía en Concepción iba al psiquiatra “que podía pagar” y que muchas veces no era el mismo. Entonces por muchos años le dijeron que ella tenía depresión endógena.

“Siempre he tenido la duda...”

Sin embargo, todo cambió cuando llegó a Santiago y conoció a una nueva psiquiatra que le explicó qué era lo que pasaba. “Fue como ¡por fin! Saber lo que uno tiene y bueno, y después todo lo que viene, que es aprender a vivir con ese diagnóstico”, aseguró.

“Es la única enfermedad que se usa como ofensa (...) La bipolaridad es tomada con una liviandad porque se cree que es la persona que grita, llora y no es así”, reflexionó Belén.

La actriz entonces reveló cómo en su caso personal ella tenía “una relación afectiva con el trastorno bipolar. He decidido tomarlo así. Lo abrazo, de repente nos agarramos”.

“Pero siempre he tenido la duda si soy actriz producto de la bipolaridad o al revés. Entonces, por ejemplo, los bipolares somos muy creativos, y eso yo lo he sabido usar de manera positiva. Somos muy intensos, también”, aseguró.

Finalmente, la comediante explicó que cuando estaba en un mal momento sentía “como que te pesa el cuerpo. Es como si hubieras corrido una maratón de 42 kilómetros y de verdad tienes ganas de pararte, pero no puedes, porque no te puedes las piernas”.

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