“Después de las peripecias del año anterior, estoy dado de alta ya 100 por ciento operativo”, aseguró el animador.
En el capítulo de este viernes de “Only Fama”, el destacado animador Leo Caprile se sinceró sobre su presente en una conversación con el panelista Michael Roldán.
Cabe recordar que en abril del 2024, el presentador sufrió un complejo accidente cerebrovascular. En la entrevista, Caprile habló sobre su recuperación y su alejamiento de la televisión.
“Afortunadamente, después de las peripecias del año anterior, estoy dado de alta ya 100 por ciento operativo, con los cuidados que requiere el haber pasado por este infiernillo”, expresó Leo.
Con respecto al ACV que sufrió, el comunicador contó que ese día estaba junto a sus amigos y, al intentar tomar un vaso, no se lo podía y no tenía fuerza en el brazo. “Me di cuenta que la cara me hormigueaba y empecé hablar como si hubiera tomado más de la cuenta. Me voy a incorporar y la pierna tampoco me responde”, detalló.
“Yo tenía muy claro que era un ACV, tanto mi papá como mi mamá en determinado tiempo sufrieron ACV”, añadió. “Afortunadamente fui socorrido rápidamente y en 20 minutos yo estaba en una camilla en una clínica y ya estaban haciéndome un procedimiento”, contó.
Posteriormente, Leo se sinceró y confesó que tras el complejo momento de salud que enfrentó, “hice un trabajo psiquiátrico porque estás cosas te pegan muy duro. No paraba de pensar en eso, no podía dormir, tenía ataques de pánico. Imagínate si me pilla esto solo”.
“Empezó en mí un camino muy introspectivo, de mucho dolor, de qué habría pasado con mi vida, con mis hijos, con mi familia, con mis perros, conmigo. Ahí viene un darse cuenta que estuvimos al borde de. Afortunadamente me veo sin ninguna secuela. La gente me dice (que me veo) hasta más joven y es verdad porque empecé a cuidarme”, explicó.
En ese sentido, señaló que “definitivamente abandoné los medios, porque siempre estaba que iba, que venía, pero yo salí voluntariamente porque algo me decía si a lo mejor sigo trabajando en la tele, a lo mejor me vendría un infarto en la tele y me hubiera muerto ahí”.
El presentador confesó que el miedo era “no morir, sino que perder la libertad. Libertad de movimiento, de acción. Parar por un impedimento que va más allá de mis propias decisiones”.
“No necesito más”
Tras el complejo momento que vivió, el animador comenzó bajó la intensidad de su rutina y disfruta de su vida en su hogar en Curacaví.
“Me hice varias preguntas. A ver, yo nací sin nada y tengo todo. No le debo nada a nadie, afortunadamente. Tengo mi hijo grande, sano, tengo mis perros, estoy rodeado de amor, de cariño. Tengo un ideal que se está cumpliendo”, expresó.
Sumado a eso, el presentador aseguró que “esta forma de vida es lo que yo apunté todo el tiempo. Yo voy a ir allá y el que me quiere ir a ver me va a ir a ver allá. La vida es esto para mí, no necesito más. Mi pedacito de naturaleza y yo lo cuido”.
“Ya fue mi minuto, me encanta que aparezcan caras nuevas, me parece fantástico que a otros compañeros les vaya bien (…) Y veo gente nueva, veo otro ímpetu, veo cambios que son súper transformadores y me hace bien eso”, señaló.
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