El actual ministro de justicia se refirió a las imágenes de archivo usadas en el documental, las que detallan su apoyo inicial a la Colonia. Además explicó por qué no quiso dar su testimonio en el trabajo audiovisual.
Desde su estreno en octubre, el documental sobre Colonia Dignidad, ya es uno de los diez más vistos en Netflix. La producción aborda la historia tras la organización, su vínculo con la dictadura militar, el liderazgo de Paul Schäffer y la red que permitía encubrir sus abusos contra menores de edad.
La producción también agrega material de época. Uno en particular que llamó la atención de las redes sociales, fue el del actual ministro de Justicia y DD.HH, Hernán Larraín. Durante los años noventa, el entonces senador por el Maule defendió a la Colonia y cuestionó los primeros allanamientos que se realizaron para dar con el "tío permanente".
"Centenares de efectivos de Investigaciones, con decenas de automóviles, con metralletas, con violencia innecesaria… eso obviamente forma parte de un montaje, de una campaña", señaló Larraín en esa ocasión.
"Son declaraciones que también se habían dado en televisión y que circulan hace años"
Se trata de palabras que han sido conocidas durante los últimos años, pese a que Larraín, cambió su postura una vez que las investigaciones judiciales determinaron la veracidad de los primeros testimonios contra Schäffer.
En esa línea argumentó el ministro al ser consultado por el tema por TVN. "Es muy bueno que se conozcan hechos que no se conocían a través de esta serie, pero en lo que a mí respecta, no muestran nada nuevo que no se supiera".
"Son declaraciones que también se habían dado en televisión y que circulan hace años, correspondiendo a una declaración inicial cuando se supo de estos hechos que eran nuevos hasta entonces", agregó el titular de Justicia.
El ministro reiteró que aquellas palabras fueron parte de su postura inicial sobre la Colonia. "Fueron reacciones eventuales que después fueron cambiadas y expresé todo mi repudio. Dejé de tener contacto con la gente de Dignidad el año 1997, nunca más tuve contacto y, por supuesto, pidiendo las sanciones más duras para quienes correspondían".
Además, Larraín explicó por qué no accedió a entregar su testimonio desde el presente, a la producción del documental. "Es mejor estar fuera, porque uno se presta para juegos que uno no sabe. Si bien se da información real, no cuentan el contexto ni reacción posterior ni parte de los hechos, los cuales si fueran narrados enteros los chilenos estarían tranquilos".