Desde la primera edición, en 2005, muchas cosas han cambiado en los premios que regala el público seguidor del diario popular. Algunas categorías —emblemáticas— desaparecieron y hay otras que responden al inevitable paso del tiempo y lo que eso conlleva. A continuación, un rápido repaso.
El rastro del tiempo se descubre, sin lupa, también aquí: los Copihue de Oro no son los mismos que hace casi veinte años, cuando —en diciembre de 2005— la barra pop se pronunció por primera vez. El trofeo, que llegó para quedarse, entonces se entregó en veinticinco categorías fraccionadas entre lo mejor de la televisión, la radio, la música, variedades (comediante, modelo, vedette) y cine, a lo que debe sumarse el premio a la trayectoria. Pero los años traen consigo cambios en cuestiones que hasta parecían inmutables.
La música tal vez sea el mejor ejemplo: atrás se quedaron Los Hermanos Bustos —tetraganadores del Copihue de 2005 a 2008—, Los Charros de Lumaco o La Rancherita, y lo propio ocurriría más tarde con los representantes tropicales (La Noche, Américo o Noche de Brujas). Las rancheras y la cumbia, en algún sentido, perdieron fuerza, y de pronto, casi sin resistencias, se abrió paso el género urbano, el trap.
Concretamente, la categoría que premiaba al Mejor grupo o cantante ranchero dejó de existir en 2014. Un poco más, hasta 2018, permaneció el Mejor grupo o cantante tropical. Y aunque se estrenó en 2010, corrió con la misma suerte el Mejor grupo o cantante romántico, que se entregó por última vez en 2015.
Su reemplazo, por qué no, ha sido el Artista urbano del año, que desde 2019 ha reconocido a Pablo Chill-E, Paloma Mami, Princesa Alba y Flor de Rap.
El ítem televisión también ha sufrido modificaciones que vale la pena revisar: Ricarte Soto fue el hombre que inauguró el galardón a Mejor opinólogo en 2008. Después de repetirse el plato hasta en cuatro ocasiones, cedió su cetro a Francisco Saavedra (2012-2013-2014) y Juan Pablo Queraltó lo despidió en 2015. Ya en 2016 se hablaba de Mejor notero y panelista.
El otro caso, el de Mejor programa estelar, es todavía más especial. Es una de las categorías que formó parte de la primera edición y se mantuvo a salvo hasta 2011. Morandé con Compañía, Locos por el baile, El baile en TVN, Estrellas sobre el hielo, Animal nocturno por partida doble y Fruto prohibido celebraron en ese período. Luego se descartó por algún tiempo, hasta que en 2016 Morandé con Compañía volvió a imponer sus términos. Lugares que hablan lo sucedió el 2017 y finalmente, en 2018, Pasapalabra fue el último distinguido.
No hay mucho que discutir: las redes sociales desde hace largo que conquistaron a parte de la audiencia —de la televisión, por cierto— y su influencia es a cada momento más notoria. De ahí que muchos medios televisivos, precisamente, consideren migrar su contenido y asentarse en ellas.
A los Copihue de Oro las redes llegaron a través del premio a Mejor podcast (en 2023, El sentido del humor) y se han consolidado, en 2024, con las flamantes categorías a:
—Mejor instagramer (lo discuten Dr. Simi, Soyelduncan, La reina del dato, Francisco Ackermann, Turbangirl y Contardito).
—Mejor youtuber (los nominados son Euge Lemos, Marcelo Alcázar, Baby star Alanna, Nachito juega juegos, Dylantero y Doble Cero).
—Mejor tiktoker (que considera a Ignacia Antonia, Disley Ramos, Fran Chekal, Carlos Meneses, Fernanda Villalobos, Mike Milfort).
—Mejor streamer (con Claudio Michaux, Caprimint, Shelao, Belén Negri, Pía Pérez y Canal de Pancho).
Si quieres saber más sobre la historia del Copihue, puedes mirar aquí.
Y recuerda que puedes seguir votando por tus favoritos hasta este miércoles 22 de enero en Copihuedeoro.cl.
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