La influencer no dejó pasar los comentarios que recibió en redes sociales, tras dejarle un corazón al extenista en Instagram.
Daniela Aránguiz utilizó sus redes sociales para alzar la voz y defenderse de los comentarios mala onda que ha recibido, después de dejarle un coqueto mensaje a Marcelo “Chino” Ríos en su reciente publicación de Instagram.
Todo ocurrió cuando el extenista sorprendió a la web al presumir su nueva joyita: un Lamborghini Huracán STO, que costaría cerca de $290 millones.
Las fotos del Chino generaron una ola de comentarios, en los que varios seguidores alucinaron con el lujoso auto. Sin embargo, hubo un mensaje que no pasó desapercibido en la web: el de Daniela Aránguiz.
La influencer, y expareja de Jorge Valdivia, le dejó un inesperado comentario al exnúmero uno. Si bien no escribió nada, le puso un corazón rojo que dejó la grande en las redes sociales.
El comentario recibió varias respuestas de los usuarios, quienes la trataron hasta de “desesperada” y sacaron a colación sus polémicas con su exesposo.
Daniela respondió a la mala onda
Tras el revuelo que causó, Daniela no se quedó callada y lanzó una tajante respuesta a través de sus historias de Instagram.
“Cachen que ayer le puse un corazón, como un like, al auto del Chino Ríos, porque me gustó el auto, lo encontré súper lindo, es morado. Pero, ¿qué onda los comentarios?”, partió señalando la ex Mekano.
“Cacho los comentarios porque me etiquetan. Y yo digo ‘qué onda los comentarios’. ‘¿Te estás pelando?’ , ‘¿quieres que te saquen a dar una vuelta?’. Me da risa, algunos me dan risa, tengo que decirlo”, continuó.
En esa misma línea, Daniela aclaró: “Una, yo si me quiero pelar, me pelo con quién yo quiero, porque soy una mujer soltera. Que no es el caso este, porque yo le puse un corazón a un auto”.
“Y no necesito que me saquen a dar una vuelta porque tengo un auto igual de bacán que el del Chino, y si quiero mañana voy y me compro el mismo auto que el Chino”, aseguró.
Asimismo, afirmó que “de interesada nada, no necesito, le duela a quien le duela. Y eso”.
“No todas las mujeres somos iguales”, sentenció Daniela Aránguiz.