A nadie le son indiferentes los últimos días de Javiera Suárez. Sobre todo para quienes tenemos algo que ver con el mundo de la televisión. Es imposible no conmoverse con su historia de vida. Esta joven periodista recibe la horrible noticia de su cáncer, cuando recién se había casado y esperaba a su primer hijo, Pedro Milagros. Fueron tres años de intensa lucha, de una fortaleza que sólo una madre puede tener. Aferrada a la vida, disfrutando cada segundo vivido con su marido y su pequeño retoño, siempre dando las gracias por estar viva.
La televisión está de duelo. Esta semana fue dura para Javiera y su entorno cercano, y cada uno de los canales juntaba las energías y buenas vibras de sus rostros para ganarle un segundo más a la lucha de Javiera. Con el respeto que amerita la situación, obviamente, los comunicadores tocaban el tema en pantalla. Y muchos de ellos la fueron a visitar a la clínica.
Creo que tu postura ante la adversidad y todo lo que hiciste últimamente es de una grandeza y valentía enorme, de una mujeraza, aperrada, luchadora y, lo más lindo de todo, con la candidez de recibir todo con una sonrisa en tu cara. Es así como Chile te recordará, como una inmensa luchadora, querida Javiera Suárez. Descansa en paz.