La modelo que se sometió a una reducción mamaria, conversó con un medio nacional donde confesó entre otras cosas, que le costó encontrar a una doctora que entendiera que quería un resultado natural.
Lisandra Silva conversó con LUN, sobre la reciente operación a la que se sometió donde se quitó sus implantes mamarios. La modelo cubana dijo que la primera vez que realizó un aumento de senos fue a los 25 años presionada por lo que le decían.
“Nunca me gustaron, aunque yo era bastante huevo frito, no tenía mucho seno, pero no le veía el problema”, contó al mencionado medio.
“Primero me puse 280 cc en Colombia y me parecieron grotescos. A los 9 meses me volví a operar en España. Quería sacármelos y al final me quedé con 220 cc”, añadió.
Sin embargo, Silva, de 36 años, aseguró que ahora está feliz con el resultado y que se demoró solo tres semanas en volver a sus actividades cotidianas.
“Al quinto día estaba activa. Me peiné y vestí sola. Aún no puedo hacer fuerza, como cargar a mis hijos, por ejemplo, pero cocino, manejo y hago mi trabajo”, afirmó.
Le costó encontrar una doctora que la entendiera
Sobre su decisión, contó que al hacer mucho ejercicio con mucha fuerza, la prótesis se corría hacia arriba, además “por mis dos embarazos mis senos crecieron considerablemente porque subí 30 kilos en cada embarazo y al bajar de peso, mis senos naturales se fueron hacia abajo y las prótesis quedaron arriba”, describió.
La mamá de Noah, de 3 años y Leiah, de un año y cinco meses contó que este problema la tenía muy estresada emocionalmente. “Me veía una dismorfia en el cuerpo porque tenía unas prótesis casi en la clavícula y unos senos que miraban a la rodilla”, señaló.
“Yo me veía al espejo y no me reconocía, decía ¿qué es esto? Me daba mucha vergüenza en lo íntimo desnudarme y quedar con un seno más caído que el otro. Eso ya empieza a crear un trastorno sicológico que te inseguriza. Aunque tengas un brasier puesto y nadie lo note, tú lo sabes. Con esto pude recuperar mi seguridad y autoestima”, aseguró.
La operación a la que se sometió se llama mastopexia (levantamiento), un lifting de senos donde los reconstruyen con su propia piel. Y le costó encontrar a una doctora que entendiera que ella quería un resultado natural y sin recurrir a otros implantes más pequeños.
“Me explanté los implantes mamarios y además me elevaron los senos. Me quedaron perfectos, como si tuviera 15 años”, afirmó chocha.
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