La noche del miércoles se vivió una noche perfecta en lo que respecta al humor. Jorge Alís, nos sorprendió a todos con una rutina impecable, que logró que los chilenos aplaudieran de pie la bandera argentina, algo nunca antes pensado.
Lo que no me gustó y que lo dije en todas partes y no me arrepiento, es que teniendo al público en tu mano, no era necesario utilizar chistes o palabras ordinarias. Creo que al nivel que está Alís no es necesario utilizar esos recursos. Tratar a Cecilia Bolocco, nuestra única, de la forma en que la trató, no tiene perdón. Nunca debemos olvidar que el Festival de Viña no sólo se ve en Chile, todos nos hemos vanagloriado que cada año el certamen llega a más lugares y que gracias a eso se ha transformado en el festival más grande de Latinoamérica. Para qué decir del "mandala", encuentro que fue un chiste obsceno que no era necesario meter en la rutina.
En sí su puesta en escena me alucinó a excepción de esos detalles que estaban de más. Sigue así Jorge, quizás este año le quitas el puesto a Jani Dueñas y tu rutina la podríamos encontrar dentro de los top ten en NY Time.
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