Hija de una adicta a la heroína y un padre violento, con Will Smith, antes del escándalo en los Oscars, ya formaban uno de los matrimonios más mediáticos y extremos de Hollywood.
El golpe de Will Smith a Chris Rock en la ceremonia de los premios Oscar sigue dando que hablar. Tras conocerse la sanción de la Academia sobre el actor y su ingreso a una clínica de rehabilitación, la también actriz Jada Pinkett Smith, hizo público su descontento por el violento accionar de su marido en la mayor gala de Hollywood.
“Este es un tiempo de sanación. Y estoy aquí para eso”, publicó la actriz de 50 años en un primer momento. Sin embargo, su historial de desencuentros datan de varios años atrás. En el programa Red Table Talk, emitido por Facebook Watch, la pareja mostró algunos de los trapos sucios más oscuros de su relación.
Allí, por ejemplo, Jada pidió disculpas a la primera esposa de Will Smith por haberse acostado con el actor antes de que ellos estuvieran divorciados. Eso sí, el episodio más comentado fue la polvareda que se levantó entre ambos al comentar el affaire que tuvo la actriz con el rapero August Alsina, de 21 años.
Fueron claros: ya no mantienen un vínculo monógamo entre ambos.
Jada Pinkett antes de Smith
Jada creció en Baltimore al cuidado de su madre, Adrienne Banfield-Norris, quien fue adicta a la heroína durante más de dos décadas. Su madre quedó embarazada con 17 años de Robsol Pinkett Jr., fallecido a causa de una sobredosis en 2010.
Frente a las cámaras y ante su hija, la madre contó que fue violada por el padre de Jada, quien la obligaba a tener sexo sin su consentimiento.
“Creo que no me enteré de que mi madre era adicta hasta mi adolescencia”, reveló la actriz. “Me daba cuenta que estaba drogada cuando no podía llegar a tiempo para recogerme de la escuela o se quedaba dormida en medio de algo”.
Adrienne se ha mantenido sobria desde los años 90, pero ha admitido que sus malas decisiones marcaron por siempre la vida de Jada. “El daño emocional y espiritual que me hice a mí y a ella fue devastador”, dijo en el programa.
Madre e hija han hablado sobre las adicciones en uno de los episodios de Red Table Talk. Jada confesó haber sido adicta al sexo y al alcohol. “Mis tipos de adicciones saltan de un lado al otro. Cuando era más joven creía que tenía algún tipo de adicción al sexo y que todo podía arreglarse con eso”, señaló.
Reconoció que bebía sin límites y que también consumió todo tipo de drogas. “Para mí, beber vino era como beberme un vaso de agua. Bebí mucho en la secundaria, y luego pasé a mezclarlo todo: éxtasis, alcohol, marihuana… lo estaba pasando muy bien”, contó ante la mirada de su madre y de su hija en el espacio de Facebook.
Jada también fue adicta a la pornografía en un momento de su vida que había decidido practicar la abstinencia sexual. Sin embargo, el asunto se salió de control y se vio obligada a dejar de consumir cine XXX: “Llegué a engancharme con videos porno hardcore que eran perturbadores”.
En su relato, Jada contó que tocó fondo cuando pensó en el suicido a los 20 años. “Llegué a Los Ángeles y obtuve éxito y me di cuenta que esa no era la respuesta. En realidad, empeoró las cosas”, sostuvo. Inicialmente adormeció sus crisis con Prozac, aunque hubo un episodio que cambió todo para siempre.
Fue en 1996 para el rodaje del filme El profesor chiflado, un remake de la película de Jerry Lewis que realizó Eddie Murphy. “Fui a trabajar drogada y había tomado éxtasis en mal estado. Me desmayé en el set y le dije a todo el mundo que debía de haber sido una medicación caducada. Fue la última vez”.
“Si miro hacia atrás, soy un milagro andante”, reflexiona sobre esos años.
Romance con un amigo de su hijo
Sorpresa causó la actriz cuando contó en su programa Red Table Talk que empezó su relación con Will Smith mientras el actor aún estaba casado con su primera esposa.
Ambos se conocieron en 1994 cuando ella audicionó sin éxito para un papel en El príncipe del rap. No se llevó el trabajo, pero sí se robó el corazón de Will en la vida real. En ese momento Smith estaba casado con Sheree Zampino, con quien tuvo a su primer hijo, Willard Smith III, mejor conocido como Trey. “Sheree me pidió el divorcio el día de San Valentín. Me acuerdo de que firmé los papeles, salí de ahí y llamé a Jada”, contó Will.
En diciembre de 1997, Will se casó con Jada y un año después llegaría al mundo Jaden, su primer hijo. En el 2000 se convirtieron en padres de una niña a la que llamaron Willow. Si bien su matrimonio ya superó las dos décadas, la actriz ha confesado que al principio no quería casarse con Will. Estaba embarazada de tres meses en ese momento y fue presionada para dar el “sí”.
“Estaba tan enojada porque me obligaron a casarme, tan enfadada, que caminé todo el maldito pasillo hacia el altar llorando”, recordó sobre su fiesta de matrimonio.
No sería la última vez que la actriz derramaría lágrimas por culpa de su marido. Si bien Pinkett y Smith han superado grandes obstáculos para seguir juntos, Jada confesó que al principio de su matrimonio, sentía que estaba viviendo una vida que era hermosa pero que no era auténtica.
En diálogo con la revista GQ, Will confesó los pilares de su relación: “El matrimonio para nosotros no puede ser una prisión (...) Jada nunca creyó en el matrimonio convencional”, explicó el actor en la publicación.
“Durante gran parte de nuestra relación, la monogamia fue lo que elegimos, sin pensar en la monogamia como la única forma de relacionarnos”, relató. “Nos hemos dado confianza y libertad, con la convicción de que todo el mundo tiene que encontrar su propio camino”.
Al cumplir 22 años de casada, Jada declaró: “Podemos hacer ambos lo que queramos, porque confiamos el uno en el otro. Eso no significa que estemos en una relación abierta, eso significa que estamos en una relación madura”.
En 2020, la actriz reveló que estuvo involucrada sentimentalmente con el cantante August Alsina, 21 años menor que ella, durante una crisis con Will.
Alsina dijo que Will le había dado “permiso” para tener una aventura con su mujer. Pero el actor reconoció que sabía del affaire, pero negó tajantemente haber aprobado el romance entre su esposa y el amigo de su hijo.
Jada zanjó la cuestión: “La única persona que puede dar permiso en esa circunstancia soy yo”, insistió.
Tanto Jada como Will aseguraron que el affaire los acercó. “Una de las cosas por las que estoy profundamente agradecida en todo este proceso entre tú y yo es que hemos llegado a ese nuevo lugar de amor incondicional”, compartió Pinkett Smith en el programa.
Más que marido y mujer, Will y Jada aseguran que se consideran “compañeros de por vida” y que no existe nada ni nadie que pueda separarlos. Llevan más de 20 años juntos y planean seguir unidos, pase lo que pase, y ningún golpe, como el que Smith le propinó a Chris Rock en los premios Oscar luego que el cómico se burlara de la calvicie de su esposa, que padece alopecia, podrá tumbarlos. Su relación, dicen, está más fuerte que nunca.