La incansable y valiente lucha de Julia Vial por la inclusión

Los afectos y el cariño es lo que mueve a Julia Vial. Por eso la animadora de Hola Chile, esposa del periodista Leopoldo Muñoz y madre de Julia, de ocho años -la niña de sus ojos, que nació con Síndrome de Down-, y de Polito, de dos, no se mueve de La Red.

"He aprendido que mientras pueda estar contenta donde estoy, me gusta. Me siento súper cómoda y súper respaldada por el canal. Hemos ido cautivando cada vez más público. Nos ha ido cada vez mejor", explica sobre más de una década en la señal privada, donde se queda a pesar de ofertas mayores.

Allí la periodista de 41 años ha compartido en pantalla felicidades y penas, momentos de alegría máxima y de rabia e impotencia. La conductora se ha convertido en una defensora de la tolerancia. Una embajadora de la inclusión que saca la voz cada vez que siente debe hacerlo.

- ¿No se cambiaría de canal?

-"Todo depende. Pero hoy estoy demasiado feliz. Cuando he tenido que enfrentar luchas personales, el canal me ha dado el completo respaldo siempre. Si bien hay ofertas con más plata, hoy puedo darme el lujo de quedarme donde hay sentimientos y cariño. Para mí es fundamental.

"Con los años he aprendido a valorar más la buena onda, el equipo, los cariños, el sentirte respaldada y querida, a que te ofrezcan un castillo de cristal y que sea todo súper frío".

- ¿Qué le parece la lucha de egos al interior de la TV y la amistad en la industria?

-"Es como en todas las pegas. Hay gente que se lleva increíble, las conoces y te haces amigo para siempre. Y hay otros que son compañeros de trabajo, no tienes mayor relación o no compartes la misma manera de vivir la vida. No por pertenecer al mismo equipo van a ser todos yuntas o amigos y van a estar todos los fines de semana juntos.

"Yo he conocido grandes amigas y amigos durante estos años en la tele. Y si bien no nos vemos mucho, porque la cotidianeidad tiende a separarnos, cada vez que nos topamos es un cariño inmenso. Nos quedamos conversando y lo pasamos increíble".

- ¿Es válido que haya ataques por la prensa entre integrantes de un equipo? ¿Qué pasaría si alguien hablara de usted?

-"Es que si me pegan, problema de la persona que me pega. No tengo ese rollo. Y las veces que ha pasado con personas con quienes he trabajado y tengo más cariño, lo hemos conversado después, o la he llamado para preguntarle '¿qué onda, qué pasó?'. Porque a mí no me gusta tener mala onda con nadie. Prefiero arreglarlo y ver si hay alguna solución. O si no, cada uno seguirá su camino".

- Ha sido una férrea luchadora por la inclusión. ¿Qué le parece lo que se está viviendo actualmente con movimientos sociales como el feminismo?

-"Hay muchos factores sociales que durante mucho tiempo fueron desplazados a un segundo, tercer, cuarto, quinto, sexto plano. Y hoy están sacando la voz para exigir sus derechos. En el caso de la inclusión, ha ido mejorando y avanzando, pero falta mucho por hacer.

"No es solo el día de la Teletón donde todos nos ponemos de acuerdo, nos unimos como chilenos y nos sentimos orgullosos y solidarios. Debe ser todos los días del año cuando ves a una persona con capacidades diferentes. Te acercas, conversas o incluyes a la persona que es distinta a ti. Empezar a juzgar menos y aprender de las diferencias del otro.

"Este tema nos debe involucrar a todos. Y no es una moda. Tenemos que luchar por esto, y no solo con personas con discapacidades. Con los inmigrantes, las mujeres, con todos. Es una mirada más globalizada".

- La gente valora su sensibilidad en pantalla.

-"Trato de ser lo más transparente posible. Lo mío no es un personaje. Soy yo. Las opiniones que doy en pantalla son las mismas opiniones que doy en mi círculo privado o en mi familia.

"Soy quien soy. No vendo pomadas ni caretas ni discursos para quedar bien. Eso te trae consecuencias también. Pero uno puede dormir más tranquilo y es más libre en la manera en que actúa en la vida con lo que de verdad uno piensa".

- ¿Le ha traído consecuencias?

-"Yo creo que sí. Se sabe que de repente es más fácil ser políticamente correcto siempre".

24 horas a full como madre y animadora

A las cinco de la mañana parte la intensa rutina de Julia Vial, la periodista que se las arregla para estar cinco horas en pantalla y luego ser una mamá dedicada y dueña de casa.

5.00 "Cinco minutitos más..."

"Suena el despertador y 'cinco minutitos más', algo que no puedo manejar. Rápido a la ducha y partir al canal".

6.15 Reconstucción estética

"Llego a La Red y es como meterme a un switch: las chicas del maquillaje hacen una reconstrucción y peluquería. Son secas. Como meterse a un pit, todo rápido. A reunión de pauta y salimos al aire.

En el canal nos tienen un desayuno rico, puras proteínas, especialmente en invierno, ya que mi tentación son los chocolates, masas, todo lo dulce. Estaba abusando de ello y ahora me tengo que cuidar. Hace dos semanas empecé esa dieta de comer proteínas cada dos horas. Ando con mis colaciones, y dejé la harina".

7.00 "¡Hola Chile!"

"Estamos en pantalla desde las 7 hasta las 12 del día".

12.00 La moda al día

"Hacemos una pequeña reunión de pauta y me devuelvo directo a mi casa. Almuerzo. Saco a pasear un rato al perro.

Regaloneo con mi hijo. Cuando duerme siesta, aprovecho de ir a buscar ropa para el programa, en este caso a Carmen Steffens. Voy con Fernanda Zamora, mi asesora de vestuario. Vamos viendo las distintas tiendas".

15.00 Haciendo las tareas con Juli

"Voy a buscar a la Julia al colegio. Hacemos tareas. Vemos si tiene que hacer una prueba o algo. Regaloneo con mi chancho chico".

20.00 Se acuesta con las gallinas

"Cerrar la casa y acostarse. Entremedio de todo eso, voy al supermercado, la farmacia".

Eventos

"Cuando tengo eventos o algo familiar, trato de dormir un poco de siesta, unos 20 minutos, media hora, para llegar en mejor estado a la noche. O si no, a las 20.30 estamos todos con pijama. Veo las noticias una media hora y a dormir".

Fitness

"Estaba haciendo entrenamiento funcional, que mezcla TRX y varias cosas, pero ahora paré un rato. Pretendo volver, pero me cuesta por los problemas respiratorios de los niños cada semana y media".

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