Sin mucha parafernalia y más abrigado que hijo único, el animador reapareció ayer dejando los pies en la calle con cero grados y la calidez del equipo del Mucho Gusto.
A poco más de seis meses de su autoretiro, Lucho Jara volvió en gloria y majestad al Mucho Gusto. Eso sí, fue sin fanfarrias. El animador se lanzó de una a la calle para sentir el calor de la gente, eso pese a los cero grados que marcaba el termómetro en Puente Alto.
Luego de su despacho, Lucho estuvo en el panel donde al fin se conformó el cuarteto de animadores junto a Diana Bolocco, José Miguel Viñuela y Karla Constant, quienes una vez que se apagaron las luces se acercaron a abrazar al cantante y animador.
"Fue un regreso muy natural y lleno de cariño, un equipo que me estaba esperando. Me hizo muy bien partir con la calle y sentir ese cariño", dice Lucho luego de terminar el primer programa de su regreso.
- ¿Cómo fue lanzarse nuevamente a la piscina?
Tuve un buen despertar. La semana pasada me empecé a preparar a conciencia, poniéndome al día en la actualidad y hoy (ayer) a las 5 de las mañana estaba en pie.
- ¿Qué pasó en estos seis meses de retiro?
Me desconecté de todo, estuve en las redes sociales lo justo y lo necesario, no vi tevé, no leí prensa. Tomarse seis meses en la vida es un acto muy responsable, era lo que tenía que hacer.
- ¿Por?
Sentí que tenía que recuperar espacios personales. Me siento orgulloso de la decisión que tomé y sé que es un lujo para los tiempos que corren.
- ¿Y qué hiciste en este tiempo?
Me armé una agenda para mí que tuvo que ver con la lectura, escribir, conectarme con mi salud física y esa conjunción es parte de algo nuevo. Hoy antes de venirme en la mañana, a las 5.40 entrené, es otra energía, espero mantenerlo en el tiempo.
- En tus analogías futbolísticas, ¿lo sientes realmente como un segundo tiempo?
Me parece muy sano pensar que el partido se nos acaba a todos y no sabemos cuándo. En 53 años ya jugué un primer tiempo donde corrí la cancha completa. Lo importante para volver es tener un buen entretiempo.
- ¿Sientes que tiene un fin?
Acá nadie es indispensable, todos somos reemplazables, pero si nos toca volver a casa, acá estamos.