Todos han ganado y a manos llenas. "Luis Miguel, la serie", la coproducción de Netflix y Telemundo que cuenta la biografía autorizada del "Sol de México", se convirtió en todo un fenómeno este 2018.
Conocer la historia de una de las estrellas más herméticas en lo relativo a su vida privada, despertaba la curiosidad hasta del más indiferente.
Sin embargo, tras el "chupete de fierro", apodo con el que se popularizó en la prensa nacional, por los ácidos desplantes que hacía en los años de su apogeo, su biografía audiovisual reveló facetas ocultas de su existir, que despertó la compasión y comprensión de quienes antes lo denostaban.
Los capítulos gozan de todos los elementos del melodrama clásico: un héroe (Luis Miguel), una víctima (Marcela Basteri, su madre) y un villano (Luisito Rey, el padre).
El guión relata como el "Sol de México" vivió una infancia y adolescencia llena de eclipses, en los que su papá, un cantante español de poco éxito, intenta saciar sus ambiciones y calmar sus propios deseos frustrados, a través del extraordinario talento de su primogénito.
En los 13 episodios se puede observar como Luisito Rey capta que los afectos de Luismi son los que pueden obstaculizar su camino a la fama, el dinero y el poder, por lo que no duda en apartar a quien le tuviera cariño, para que éste se centre exclusivamente en su carrera musical.
De hecho, se muestra con delicadeza uno de los grandes dolores del rubio: la desaparición de su madre en 1986, de la cual aún no se tienen noticias de su paradero.
Todos estos ingredientes, y una banda sonora que muestra los hits más pegajosos del ídolo de masas, hicieron la conjunción perfecta para convertir la ficción en todo un suceso en el primer semestre de este año.