Tanto que esperaban a Luis Miguel en el Festival de Viña y se funó todo. Y digo "esperaban" porque yo no lo encuentro un artista sólido. Tuvo su época de gloria, nadie lo duda, canta muy bien o cantaba, tampoco está en duda. Pero para ser un artista completo no basta sólo con cantar bien, debe ser siempre un profesional, respetar a su público y estar a la altura de los grandes cantantes internacionales. Para eso hay que tener disciplina, mucho trabajo y buena disposición para con sus seguidores y la prensa.
Siempre lo encontré "chupete de fierro", déspota y arrogante. Sé que no tuvo una infancia fácil ni normal como cualquier niño, pero eso no justifica su actuar. Por lo menos, hace una década, cumplía de forma impecable su show arriba de un escenario, pero tampoco vamos a decir que interactuaba mucho con el público; sin embargo, su calidad vocal y puesta en escena eran de primer nivel.
Lamentablemente, hoy no podemos decir lo mismo, y por esa razón, la producción del Festival de Viña tomó la decisión de que el "Sol de México" no recibiera la Gaviota. Además de su inestable comportamiento arriba del escenario, se suman las trabas que puso la producción del cantante para la transmisión de su show. Ahora, no me van a decir que no hubiera sido sabroso ver "renacer al monstruo" pifiando de lo lindo a Luismi, y Martín Cárcamo con la María Luisa tratando de salvar la situación con 60 puntos de rating. Ahora, la tarea difícil será buscar otro artista o grupo que calme la ansiedad de todos los que querían ir a ver al mexicano y cumpla con el estándar para pisar el escenario más importante de Latinoamérica.