La comediante dejó atrás las polémicas para concentrarse en dos temas que la apasionan.
Maly Jorquiera no siempre fue una actriz de comedia, así al menos lo confesó en el podcast Dale color! de Eugenia Lemos.
“Siempre veía la comedia como algo muy menor (…) yo era actriz dramática de la Universidad de Chile”, dijo en tono de broma. “(Sergio) Freire antes de que fuéramos pareja, me dijo ¡deja de renegar, eres comediante!”, aseguró.
Sin embargo, la vida la llevó por ese camino y hoy brilla como una de las standaperas más populares de Chile. “Empecé a hacer standup, porque una amiga me invitó y ahora me encanta, es mi trabajo, vibro. En mi casa somos grandes creadores de contenido, de comedia, he hecho películas de comedia. Es una locura”, aseguró.
La actriz también reconoció que para el futuro “tengo muchos sueños, yo vivo soñando”. “Estoy ahora volviendo al standup comedy, estudié coach ontológico, he estado bien metida en el tema de la salud mental con mi podcast ‘Hazte ver’ que vuelve ahora y estoy armando una charla con stand up, algo importante fusionando el coach con el humor”, adelantó.
“Estoy escribiendo, así que quiero volver a los escenarios. Mis colegas están girando harto por Miami, por Latinoamérica, por Europa. Me gustaría girar en otros públicos, en otros teatros, otros bares”, aseguró.
“Creo que el humor es un servicio público”
Eso sí, para ella es fundamental abordar el tema de la salud mental. “Creo que es de los problemas más graves que tenemos como sociedad”, dijo.
“Yo también tuve problemas de salud mental en una época, yo no creía mucho en la depre, en las crisis de pánico, pensaba que todo se podía solucionar, si uno tenía actitud y no, es de las peores enfermedades de este siglo”, añadió.
“Cuando me enfermé justo llegaron a mí, unos libros de autoayuda que yo decía ‘qué patética’, y me ayudaron mucho. Entonces empecé a pensar desde mi lugar con mis herramientas como podía colaborar y armé este podcast con una psicóloga y empecé a estudiar o coach como para ayudar a los otros”, contó.
“Creo que el humor es un servicio público, es sanador reírse de nosotros. Cuando en los monólogos hablamos de nuestros problemas, mucha gente se siente representada”, confesó. “A veces, le baja un poco el peso a lo que está viviendo, el sentirse identificado con otro, todos tenemos problemas, pero si nos ayudamos podemos salir adelante juntos, en el sentido de tribu de la sociedad más que de individualismo”, cerró.